27

10.4K 1.2K 183
                                    

Acudir al parque de diversiones, esa fue la idea que Jeon tuvo para poder alivianar los ánimos del rubio al igual que del pelinegro. Hubiese invitado a su sobrino, hasta al molesto chico que estaba tras el pequeño Jeongin, pero no, pasar un momento a solas los tres podría ayudarles a formar mejores lazos.

Jeongin veía asombrado cada atracción que se encontraba, al igual que los puestos encargados de vender figurillas y juguetes inservibles que lograban entretener a los niños que corrían por todo el parque. Jimin tan solo miraba en silencio, sin emoción alguna.

Jeon haría que aquel día realmente valiera la pena, no habían acudido al trabajo, y quería demostrarle a Jimin que era por una buena causa.

—¿Eso es un gusano?— El pelirrojo observaba la atracción curioso, los gritos de las personas arriba de aquel juego lograron confundirlo.— ¿En verdad se siente feo estar ahí arriba?

¿Cómo no sentir curiosidad por todo, si aquella era la primera vez que acudía al parque? En su infancia solo jugaba en el patio trasero de su hogar con su fiel amigo Jisung, el cual, tenía ya bastante tiempo sin hablarle. Jeongin lo extrañaba demasiado.

—¡Papá mira, eso es algodón de azúcar!— Jeongin tiró de la camiseta de su padre levemente mostrando su emoción al ver el rico dulce esponjoso y de un color azulado brillante.— Jisung una vez me regaló un trozo cuando fuimos al parque, y ¡Es delicioso! Se deshace mágicamente en tu boca.

El pequeño Park comentaba con emoción y brillo en sus ojitos, era más que obvio que anteriormente la economía en su hogar era terrible, no mentía cuando decía que rara vez probaba cosas dulces, y ni hablar del helado. En su corta vida, solo una vez pudo comerlo, y eso gracias a un vino extra que su padre había ganado por puntualidad.

Era cierto que la vida de los Park había dado un giro enorme, tanto para bien como para mal. En el caso del ahora pelirrojo, le había traído problemas de seguridad personal, días tristes y llenos de nostalgia, bajo rendimiento académico, al igual que problemas sociales.

Por otro lado, Jimin. Había tenido una mezcla de sentimientos hacia Jeon, se sentía molesto enormemente con el, ¿y cómo no? El mayor solamente se dedicaba a hacerle la vida imposible a su pequeño hijo, el rubio aún quería a Jungkook, pero la situación que se tenía entre el y su hijo provocaba que su estómago de revolviera mientras un rencor lo invadía hacia el pelinegro.

—¿Quiere subirte a uno de los juegos mecánicos?— Jeon cuestionó al tierno chico que seguía observando todo con emoción, este sin pensarlo dos veces asintió.— Elige el que quieras y ve a comprar boletos en aquella taquilla.— El pelinegro dio instrucciones mientras le brindaba algo de dinero.

En esos momentos a Jeongin poco le importaba de quién pertenecía ese dinero, el solo quería disfrutar aquel día, quería aprovechar esa primera vez que se encontraba en uno de esos parques con juegos mecánicos. Quería vivir lo que los jóvenes a su edad vivían, aprovechar el no estar tras cuatro paredes.

Jimin observaba silenciosamente a su joven hijo brincar de un lado a otro con emoción, el dolor y el susto que con anterioridad había sentido cuando no lo vio en su hogar, aún seguía en su corazón. Y es que Jimin no podría imaginar una vida sin su amado hijo, Jeongin había traído una luz inmensa a la vida del rubio en el momento que se enteró que se formaba dentro de él.
Y cuando vio sus pequeñitos ojitos abrirse por primera vez, supo que nada podría hacerle sentir tan completo y feliz, tan afortunado al igual que suertudo, como su hijo le hacía sentir.

No sabía en qué momentos sus ojos comenzaron a derramar lágrimas, producto del recuerdo. Solo sintió como unos brazos de envolvían en su cuerpo brindándole apoyo.

—¿Qué ocurre, Jimin?— Jeon se aferraba al cuerpo del más bajo, le acariciaba los cabellos en modo de consuelo.— ¿Quieres que volvamos a casa?— Park negó limpiando sus ojos, no quería arruinarle la felicidad a su pequeño, aquel era solo un momento de sensibilidad, se pondría bien.— ¿Quieres hablarlo, cielo?

—Solo recordé cuando Jeongin llegó al mundo. La primera vez que pude sentir su frágil cuerpecito entre mis brazos, y como sentí la necesidad de protegerlo ante todo mal.— Park relató sin dejar de derramar lágrimas.— Pero eso no lo pude lograr del todo, si no fuera porque Yoongi, no sé qué sería de mi hijo en estos momentos, Jeon. Lo he descuidado mucho por el trabajo, pensando que no le afectaba y creyendo que entendería la necesidad tan fuerte por trabajar.
Solo es un niño de 16 años, aún sigue experimentando cosas, no he dejado que viva bien su adolescencia.

—No digas eso, Jimin. Todo lo has hecho por Jeongin es admirable, nunca te rendiste, y seguiste adelante manteniéndole y tratando de darle una buena calidad de vida. Puedo asegúrate que a pesar de todo lo que me has dicho, Jeongin es feliz por el solo hecho de tener un padre tan fantástico como tú, un padre que no deja de apoyarlo, ese que no deja que su bebito siga siendo atormentado.— Jeon le tomó de los hombros.— Jimin, has hecho un trabajo genial desde que ese pequeño llegó al mundo.

El mencionado tan sólo lo miraba con los ojos acuosos, aquellas palabras de aliento habían llenado su corazón, no mentía que una parte de su ser serraba felicidad al ver la preocupación que dejaba en el mayor. Pero otra, sentía rencor por el hecho de vivir solo criando de Jeongin la mayor parte de su vida, a Jeon parecía no importarle mucho el no haber estado desde inicios.

—¿Sabes, Jeon? Algunas veces he pensado que hubiera pasado si en lugar de rechazarme, te hubiese quedado a mi lado criando de nuestro hijo.— Jimin se separó del pelinegro sintiendo leves punzadas en su corazón.— Nunca pensaste en nosotros, ¿Verdad? O no sé, ¿Siquiera te arrepentiste de haberme abandonado?

Jungkook tan solo se mantenía serio, claro que había pensando en ellos, pero era tanta su ambición por querer terminar su carrera y poder ser alguien en la vida, que dejó ir lo que más amaba en su vida, a la persona con la cual quería formar un futuro, uno en el cual podrían formar una familia.

Pero ahora la tenía, había una familia rota, un pobre joven odiándolo al igual que esa persona que tanta falta le había hecho en todos esos años. Y Jeon merecía ese odio, lo merecía por ser una mierda de persona.

Por arruinarle parte de la vida a un adolescente inocente, por herirle de una forma cruel, y formar parte de sus llantos y lamentos. Jeongin estaba roto por dentro, todo por su culpa.

—¿Que hubiera pasado si nunca te hubieras ido, Jeon?















{🌈}
Holaaaaaa, ¿Qué tal?
Tantos años y al fin he vuelto a escribirles otro capítulo. Han sido días pesados gente, y por ello les pido disculpas si el capítulo tiene incoherencia. :(
Digamos que andaba algo inspirada, quería darle felicidad a Jeongin por un capítulo, y que los dos grandotes se sinceraran para que sanen ya alv.

Díganme ¿les gustó el capítulo?

Cierto cierto, estoy escribiendo una historia nueva, aún no sé cuándo la termine para poder subirla toda de fregazo.
Igual si quieren leer algo igual de raro que Park Jeongin, tengo más historias en mi perfil. :3
Me gustaría si les pudieran dar amor y mucho mucho apoyo. 🥺❤️

En fin, preguntas del díaaaaa
¿qué red social usan más?
Yo Instagram alv. 😎

¿Cómo van con sus vidas?
Cuéntenme que les estaré contestando.

¡Hasta luegooo! ¡Coman maíz!
¡Los amo pasivit@s bell@s! ❤️

/send besitos con baba.

Park Jeongin. •||K O O K M I N||•Where stories live. Discover now