Chapter Four

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Elspeth no diría que durmió como un bebé porque nunca le gustó ese dicho. La mayoría de infantes nunca dormían toda la noche, lo que le hacía preguntarse por qué las personas usaban tanto esa expresión para decir que habían dormido bien. Era uno de los muchos pensamientos random que aparecían en su cabeza cuando se levantaba. Pero podía decir que tuvo una buena noche de sueño después de vengarse de Potter. Puede que se haya pasado un poco, arrojando sus calzoncillos por toda la sala común, pero fue divertido y se lo merecía. Estaba segura de que si otros estudiantes respondieran de la misma forma en la que ella lo había hecho, los chicos o los dejarían en paz, o empezaría una masiva guerra de bromas. No estaba segura, pero no le importaba. Fue a dormir satisfecha y disfrutó de ello.

Sin embargo, Elspeth no creía que estaba a salvo, no aún. Tenía que asumir que James no se rendiría tan fácilmente. No importaba mucho, estaba preparada para limpiar el piso con él de ser necesario. Afortunadamente, los fundadores de Hogwarts no confiaban mucho en los chicos, por los que no podían subir a los dormitorios de las chicas. Pero las chicas sí podían ir a los dormitorios de los chicos, porque sí confiaban en ellas. Si intentaba hacer algo, Elspeth no lo harían en público, iba a vengarse cuando era más vulnerable. Se vengaría cuando durmiera.

Con una sonrisa emocionada, Elspeth se levantó de la cama y tomó su uniforme de su baúl yendo a las duchas. Se despertó temprano, esperando encontrar a Penelope en el Gran Comedor para contarle lo que le había hecho al baúl de James la noche anterior. Se dio una rápida ducha y se vistió, tomándose un momento para darse cuenta de que llegaría a tiempo a sus clases. Se miró en el espejo y se dio una palmadita en la espalda.

—Bien hecho, El.

Saliendo de los dormitorios mientras el resto de chicas dormían, Elspeth bajó las escaleras hacia la sala común, solo para ver a James Potter esperando por ella.

—Oh, Merlín —murmuró para sí, con poco interés de hablar con el chico sin haber comido algo primero. Pensó en dejar que su ruidoso estómago llevara la conversación, pero eso haría que James hablara más y no podía soportarlo. Pisó cada escalón con cuidado hasta que llegó al final. Cruzó los brazos sobre su pecho, expectante, esperando que empezara a hablar. Vio a Remus, Sirius y Peter husmeando por encima de uno de los sofás, viendo cómo se desarrollaba la escena.

—Dime, Potter, ¿recogiste tu ropa anoche o decidiste sentir la brisa? —le preguntó después de que no dijera nada.

Los chicos resoplaron desde el sofá, y James los miró sobre su hombro. Callaron sus risas, escondiéndose de nuevo.

Cuando se giró para mandar a Elspeth al demonio, fue atraído hacia ella por la cinturilla de sus pantalones, tropezándose. Pero pronto tenía su mano en su rostro, empujándolo fuera de su camino.

Sus dedos mancharon sus lentes, molestándolo mientras ella se alejaba. Elspeth se acercó al sofá donde los chicos la estaban viendo, preguntándose qué iba a hacerles. Se detuvo en frente de Sirius, sonriendo y acercando su mano.

HOMONCULOUS |Era de los Merodeadores [ESPAÑOL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora