HOMONCULOUS |Era de los Merodeadores [ESPAÑOL]

Chapter Nineteen

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―Muy bien, aquí viene ―murmuró Elspeth a James. Penelope y ella estaban en uno de los asientos de ventana, James había puesto su cuerpo entre ambas chicas, separándolas para poder hablar con su "mentora". Ella se veía poco impresionada y Penelope lucía irritada hasta que apareció el desafío con que el debían lidiar. Lily estaba caminando por el pasillo, a pocos metros de ellos y James estaba buscando ayuda en cómo acercarse.

―Mira, todo lo que tienes que hacer es decir "Hola, Lily" y empezar a hablar con Penelope y conmigo. Es todo. No ofrezcas más a menos que ella empiece una conversación contigo. ¿Entendido?

―¿Y si lo hace? ―preguntó James.

―¡Entonces eres amable! ¡No es difícil, Potter! Saca tu cabeza de tu trasero y piensa. Sé que si no se trata de ti mismo es difícil que te concentres, pero creo que te las puedes arreglar. ¡Ahora, aquí viene!

Lily se vio confundida al ver a James sentado en compañía de las dos chicas. Se había dado cuenta de que Elspeth y James parecían ser más cercanos, o al menos, pasaban más tiempo juntos desde que discutieron. Sirius no se veía molesto por ello, lo que le confundía aun más. Pero seguía molesta por lo que Elspeth le había dicho y el cómo se lo dijo con respecto a Severus. Aunque era tarde, empezaba a cuestionar cuán bien estaba lo que dijo Elspeth y qué tan mal estaba Severus.

Pero al acercarse, Elspeth y Penelope se ocuparon conversando entre ellas mientras James la observaba, hasta que se acercó lo suficiente para pasar a su lado.

―¡Hola, Lily!

La chica se detuvo abruptamente, realizando que la llamó Lily en lugar del usual Evans. No lucía enfermo o delirante, sino animado, sonriéndole. No sabía qué decir o cómo reaccionar, pero asumió que debía tratarse de algún tipo de truco. No la estaba saludando por ser amable. Así que en lugar de decirle algo, lo miró de mala manera y continuó su camino. Al girar en una esquina, no notó la desalentada expresión de rechazo en el rostro de James.

Penelope y Elspeth pusieron sus manos en los hombros del chico para consolarlo.

―Perra ―murmuró Penelope por lo bajo.

―No es del todo su culpa ―le dijo Elspeth a su amiga―, desafortunadamente, nuestro Romeo no ha hecho esto lo suficiente. Sospecha porque no confía en que esto no se trate de alguna broma. Tenemos que darle tiempo. Pero fue un buen comienzo, James. ¡Bien por ti, cariño!

Penelope se excusó antes de que James pudiera hundirse en pena por sí mismo, yendo al baño de niñas.

―Si fue un buen comienzo, ¿por qué me siento tan mal? ―preguntó James a Elspeth.

―Probablemente porque el amor de tu vida se fue sin siquiera darte una segunda mirada después de que la saludaste ―Elspeth se encogió de hombros hasta que notó la mirada molesta de James―. Oh, ¿fue una pregunta retórica?