51. Decisiones

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Narra Jared...

—Debes aceptarlo. No puedes dejarlo pasar. De ninguna manera.

—Lo sé... ¡Lo sé, Jared!... Demonios... —Jensen bufa cabreado de nuestra charla y luego aprieta el puente de su nariz, cerrando los ojos con fuerza. —Pero es... es complicado. Malditamente complicado, y ya te dije que no quiero hablar de eso ahora. Estoy cansado, no quiero pensar en decisiones importantes y tú debes mantener tu cabeza tranquila para la presentación de literatura que tienes mañana —niega con la cabeza y se voltea en la cama, dándome la espalda.

Yo suspiro igual de frustrado que él mientras reposo sobre mi espalda a su lado. Esto es agotador. 

En silencio, observo el techo de su habitación, y rápidamente me pierdo viendo los surcos del concreto pintado de blanco, el pequeño foco apagado y las luces amarillas y azules de la calle colándose por la ventana sin cortinas detrás del cabecero de la cama. Ya es de noche, aunque no deben ser más de las 7:30 de la tarde. Es invierno y hace frío; Jensen y yo estamos semi tapados con el edredón azul en nuestras piernas y todavía estamos vestidos. Hoy no será una noche de sexo y hormonas alborotadas para celebrar. Hoy al parecer no hay ánimos para nada, incluso si en lo personal sigo sintiéndome rebosante de felicidad por las noticias más recientes.

Hace un rato, Ackles y yo volvimos del juego de exhibición para las universidades.

"Me darán una beca deportiva en Stanford"

Fue lo único que él me dijo cuando nos encontramos. Lo vi hablando con un hombre elegante en medio del campo de juego una vez terminado el partido, pero desde las gradas, no entendí ni pude escuchar nada, aunque sabía que probablemente se trataba de eso. Un delegado al fin había notado todo su talento.

Sonreí incrédulo ante la noticia que salía de los labios de mi muy shockeado novio cuando por fin pude verlo en el estacionamiento de la escuela, pero él no sonrió conmigo. No lo hizo cuando grité y levanté los brazos como un idiota, o cuando lo abracé fuerte y miré sus ojos verdes inexpresivos; mucho menos cuando le dije que esa era la mejor noticia del mundo y que en vez de lucir como si odiara al mundo, agradeciera la oportunidad que le estaba dando una de las universidades más prestigiosas de Estados Unidos.

Jensen no sonrió ni se puso feliz como yo... me dijo que debe pensar las cosas primero, que no es tan fácil ni es una decisión que tomará a la ligera. También me pidió que no hablara en el camino, "mi cabeza duele" fue su excusa. Dijo que no celebrará antes de tiempo, y bueno, ahora él está dándome la espalda luego de ese largo, incomodo y silencioso viaje en mi jeep devuelta a su apartamento.

Él sigue sin querer hablar de esto.

En nuestra primera cita en el lago y luego en el eat and go de la estación de servicios, me impresionó la ilusión con la que Jensen hablaba sobre ir a Los Ángeles a estudiar y ser un actor o modelo al mismo tiempo que estudiaría medicina deportiva. Cumplir sus sueños a lo grande. Pero ahora, ahora que le están entregando todo en bandeja de plata, él no quiere hablar del tema, no quiere tomar decisiones ni reaccionar como debería. No quiere pensar en el asunto de irse de San Antonio e ir a una gran universidad de renombre donde podrá callarle la boca a todos quienes nunca creyeron en él. A sus falsos amigos, a su larga lista de chicas y casi novias que no pudieron ver lo que yo veo en él, pero más importante, a su papá.

Y es cierto, sé que en parte, las pocas ganas de pensar en el futuro se deben a nuestra relación, al miedo de que todo termine mal entre nosotros, pero aunque yo tampoco soy feliz con la idea de que Jen se vaya y tengamos un noviazgo a larga distancia, sé que es una oportunidad que no puede dejar ir, ni siquiera por mi, ni por nadie.

I'm not gay, bitch! [Jensen & Jared]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora