I'm not gay, bitch! [Jensen & Jared]

04. Debemos ser amigos

Aesthetic en multimedia by: ardillapache67 ❤

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Narra Jensen...

-¡Oh Jensen! Siii....

Cierro mis ojos con fuerza y me corro desesperadamente dentro de Ashley. Me aferro a las sábanas de su cama mientras doy un par de embestidas más contra ella y me complazco al oírla gemir y gritar mi nombre una y otra vez mientras se deja llevar por su orgasmo también.

-Eres asombroso Jensen Ackles -dice mi agotada novia mientras me retiro lentamente de su cuerpo y caigo a su lado aún con los ojos cerrados.

Mi pecho sube y baja rápido al igual que el de ella, y el orgasmo aún deja sus leves consecuencias en mi. Quiero dormir y disfrutar de este asombroso primer encuentro con mi novia de hace menos dos semanas, pero pronto la odiosa voz de mi chica interrumpe el silencio de su habitación.

-Amor... ¿No dirás nada? -acaricia mi brazo y abro los ojos al límite de sentirme irritado.

¿Por que rayos las chicas quieren hablar luego del sexo? ¿Acaso no quedan agotadas?

-Fue genial -digo sonriéndole de manera natural y ella hace puchero ante mi demasiada corta respuesta.

-¿Solo eso? -me mira molesta y no entiendo. -¿Genial? -dice irónica. -Fue nuestra primera vez Jensen... debió ser especial, más que genial -bufa y frunce el ceño mientras se mueve de mi lado.

Mierda. Y aquí vamos con el drama.

-Ashley, fue...

-Da igual -suspira molesta y se sienta en la orilla del colchón para comenzar a vestirse de nuevo. -No te preocupes, sé que tienes mucha experiencia con otras chicas. De seguro esto fue patético -suena dolida.

Ruedo los ojos cabreado y me siento también. Todo se ha arruinado y supongo que es momento de ir a casa antes de que las cosas se pongan peor. No soy bueno para los dramas amorosos y esas cosas.

Me levanto aún desnudo y quito con cuidado el condón usado para luego tirarlo al basurero. Me pongo rápidamente mi ropa mientras Ashley se va al baño y me deja solo.

Cuando ya estoy listo, reviso mi celular para ver la hora y me tenso de inmediato al ver que ya son casi las 9 de la noche y aún no he llegado a casa.

Mierda, papá va a matarme.

Tomo mi mochila del piso y no espero a que Ashley salga del baño para continuar con la absurda pelea ni despedirme. No hay tiempo para eso.

Ahora solo debo llegar a casa.

***

Corro rápido por las calles que ya son solamente iluminadas por los postes eléctricos y ruego al cielo para que papá esté de buen humor y se crea mi excusa de que la práctica de porristas terminó más tarde de lo normal por ser el primer día de clases.

Al llegar a la esquina antes de estar en mi cuadra, no espero a que el semáforo cambie a verde y me lanzo para cruzar la calle sin tiempo que perder, pero cuando voy al medio, un fuerte chirrido de ruedas frenando y un bocinazo que por poco me deja sordo, me hacen quedar paralizado en mi lugar.

Cuando vuelvo a abrir los ojos, veo que una alta figura masculina se baja del jodido jeep a menos de un metro de mi y me quedo aún más sorprendido al ver que se trata de nada más y nada menos que Jared Padalecki.

-¿¡Estás loco!? -me mira en shock bastante molesto. -¡Casi te mato! 

No sé por qué estúpida razón sonrío más que divertido por su enojo y por la extraña situación de que un chico mucho menor que yo esté regañándome como si fuera mi padre.

Rayos, mi papá. Debo seguir corriendo.

-Lo siento alce -me detengo y él alza una ceja medio molesto. -Es decir, Jared -me rectifico. -Lo siento, en serio. Es solo que debo llegar volando a casa y creí que no venía nadie... y...

-¿Quieres que te lleve? -pregunta algo incómodo rascando su cabello medianamente largo.

Por un segundo quiero decir que si, pero sería estúpido subirme a su auto para que me lleve con media cuadra.

-No te preocupes, ya casi llego -apunto mi casa a lo lejos y Jared asiente. -Pero gracias -sonrío y él hace lo mismo, aunque rápidamente desvía la mirada y se pone un poco más serio.

-Trata de no arriesgar tu vida a diario -dice irónico haciéndome reír de nuevo.

-Nos vemos mañana Jared -me despido con la mano y él se queda quieto sin decir ni hacer nada.

Continuo mi camino corriendo y cuando llego a casa, trato de abrir lo más silenciosamente posible la puerta de entrada.

Me alegro al ver todas las luces apagadas y corro escaleras arriba hacia mi habitación. Cuando estoy por llegar arriba, alguien sale de la nada y me quedo paralizado.

-¡Atrapado! -grita mi hermana menor y por poco caigo sobre mi trasero.

-¡Mackenzie! -bufo volviendo a recuperar el pulso y ella ríe por mi exaltada reacción. -¿Papá llegó?

-Nop, hoy tenía esa reunión de trabajo hasta tarde ¿Recuerdas? -me mira tranquila mientras come goma de mascar.

Al fin me relajo por completo y sigo mi camino hacia mi habitación. Me salvé de escuchar otro largo sermón sobre lo que estoy haciendo con mi vida y lo que no. Sobre las responsabilidades y sobre prepararme para poder entrar a estudiar medicina deportiva el próximo año. El largo sermón que me hace sentir inútil y mediocre ante los exigentes ojos de papá.

-¿¡Ya cenaste!? -pregunto fuerte desde mi cuarto mientras dejo mi mochila sobre mi cama y me quito la ajustada camiseta del uniforme de los chicos porristas.

-Si -responde mi hermana menor desde su habitación junto a la mía. -¡Te dejé un poco de lasagna en el horno!

-¡Gracias! -respondo animado y mi apetito ataca con rapidez mi estómago al imaginarme el delicioso plato de comida esperando por mi.

Desde que mamá murió cuando yo tenía 14, he tenido que hacerme cargo de mi mismo y de mi hermana menor, ya que papá siempre está ocupado sin tiempo para nosotros, por lo que escuchar que Mackenzie preparó la cena, me llena de orgullo. 

Ella ya sabe valerse por si sola, y sé que estará bien sin mi cuando deba partir a la universidad el próximo año.

Me siento unos segundos en la orilla de mi cama y reviso las muchas llamadas perdidas de Ashley y los mensajes de texto de Chris y Jason preguntando por mi ausencia hoy. No sé como no nos topamos durante todo el día, pero fue mejor así. 

Los recuerdos de la fiesta de anoche vienen a mi cabeza y de la nada, entre tanto disgusto y preocupación, la sonrisa de Jared y el sonido de su voz regañándome hace un rato vienen a mi cabeza. Ya me parece demasiada coincidencia que me haya salvado de morir dos veces en menos de 24 horas. 

Se nota que Jared es un gran chico, de esos que realmente son buenos amigos y que quieres tener cerca en tu vida. Lo conocía de vista antes, pero jamás pensé que él me salvaría la vida... y casi me mataría también.

Creo que debería empezar a conocerlo mejor. Siento que podemos llegar a ser muy buenos amigos.

Abro facebook en mi celular y en menos de 5 minutos, logro dar con su perfil. No tenemos muchos amigos en común y eso me hace suponer que no es muy popular. Sin pensarlo, le envío una solicitud de amistad y luego dejo todo para bajar a comer la maravillosa lasagna. 

Estoy hambriento.