5. Como un río

2.2K 243 525
                                    

—Los tengo —exclamó Seven levantándose de su silla—. La dirección está siendo enviada a tu dispositivo.

—Esto es bastante lejos —contestó Vanderwood mirando el aparato que tenía en las manos—. No tenemos mucho tiempo, ponte en marcha.

—Suerte... En lo que sea que vayan a hacer —dije antes de empezar a caminar hacia mi cuarto. No quería hablar con él por ahora, al menos hasta que ambos estemos más calmados.

—Tú vienes con nosotros —ordenó Seven. Vanderwood y yo volteamos a verlo sorprendidos.

—¿Te volviste loco? —El castaño lo observaba con molestia—. Si esta es otra de tus bromas estúpidas...

—No bromeo, Vanderwood —respondió mientras buscaba las llaves de su auto.

La seriedad en las palabras de pelirrojo me hacía dudar, ¿realmente pretendía que vaya a una misión con ellos? Probablemente sólo sería un estorbo, ni siquiera sé pelear.

—¿Estás seguro de eso? —Ladeé la cabeza con incredulidad.

—Confía en mí, ¿sí? —me pidió. Claro que confiaba en él, pero no confiaba en mí misma. ¿Cómo rayos me iba a defender?

—Estás demente. —Vanderwood lo miró con desaprobación—. Estás completamente demente. ¿Acaso quieres que la maten?

—Justamente porque no quiero que le pase nada, ella tiene que venir con nosotros.

—¿Tu manera de proteger a alguien es llevándola a donde se va a desatar una pelea? —El castaño intentó hacerlo recapacitar.

—¡Es peor que ella se quede aquí! —gritó Seven.

—¡Entonces pregúntaselo a ella! —Vanderwood me miró—. ¿Tú quieres ir?

—Yo... No lo sé. —Trataba de pensar en lo que sería lo mejor para todos. Podría ser un estorbo para ambos si voy, una carga más, alguien más a quien proteger.

—Leonor —me llamó Seven—, confía en mí por favor. No dejaré que te pase nada.

—No es eso —negué—. Me preocupa estorbarlos, sé lo peligroso que es su trabajo.

—Sí, vas a estorbar —bufó Vanderwood—. Sabes que nadie puede enterarse de que ella está aquí, ¿no? ¿Qué piensas hacer para que pase desapercibida?

—¡No lo sé! —se llevó las manos a la cara con frustración— Déjame pensar... Agh... Se me ocurrirá algo en el camino.

—Seven —caminé hasta estar al frente de él, tomándolo por los hombros—, iré si crees que eso es lo mejor.

—Gracias —suspiró aliviado—, gracias por confiar en mí.

—Debes tener prisa por morir —Vanderwood negó con la cabeza mientras se alejaba—, hagan lo que quieran. No me haré responsable.

—Gracias madam —sonrió Seven al escuchar su respuesta.

—¿Qué? ¿Por qué me agradeces? —Paró para verlo con fastidio.

—Porque no dirás nada sobre su presencia.

—Yo no he dicho eso —chasqueó la lengua—. Como sea, apresúrense.

Caminé con Seven hacia la puerta del lugar. Él aún lucía preocupado por lo que pasaría, y Vanderwood no quitaba su mirada de desaprobación. Traté de recordar todos los movimientos de pelea que había visto en películas de acción. Puede sonar estúpido, pero era lo mejor que se me ocurría para defenderme.

Tal vez un poco más de confianza de parte de Vanderwood me habría tranquilizado, pero era pedirle mucho. El castaño no dejaba de observarme como si fuera su enemiga, empezaba a creer que me odiaba.

Represión «Mystic Messenger» [Saeyoung]Where stories live. Discover now