Represión «Mystic Messenger» [Saeyoung]

Epílogo

"—¡No les cuentes eso! —chillé entre risas—. ¿Cuál es la necesidad de recordarlo?

—Fue el momento más incómodo de mi vida —continuó Saeyoung—, pero también el más gracioso, debo admitirlo. ¡Ella tenía mi voz como tono de llamada! 

Vanderwood continuó limpiando el fondo de la casa. Pasaba su escoba una y otra vez sobre el suelo, y a pesar de que lucía brillante, aseguraba que seguía asqueroso".

La psicóloga Abril soltó una leve risa después de oír mi historia. 

—Pero es que a veces dice cosas que me avergüenzan —me quejé—. Lo amo. A lo largo de estos años de terapia yo...

—Tu progreso ha sido increíble, Leonor. 

Sonreí. Me atreví a preguntar algo, pero como era de esperarse ella no contestó.

—Sabes que no puedo contarte de Saeran ni Saeyoung. Es un secreto profesional, pero supongo que ya debes saber que te quieren mucho. 

—Mi cuñado me extorsiona, no veo cómo esa es una manera de quererme. 

Desde ese día, Saeran me obligó a trabajar junto a Seven para eliminar sus demandas por colaboración con Mint Eye. Me hace trabajar como su empleada y se excusa con que en cualquier momento podría "accidentalmente" contarle a las autoridades lo que vio. 

—Saeran tiene distintas formas de expresar su cariño. Si no te apreciara, te ignoraría. En cambio, busca pretextos para entablar conversaciones contigo y Saeyoung, así sean de forma agresiva, es algo en lo que estamos trabajando. 

Ella miró el reloj. 

—¡El tiempo se ha acabado! Te veo en la próxima sesión. 

En punto, como siempre y todos los días, el coche de Saeyoung emitió una alarma que significaba que estaba esperándome afuera. Al salir, lo vi. 

—Bip. Bip. Tu sexy conductor privado viene a recogerte.

Negué.

—Tu sexy novia ha terminado su sesión de terapia psicológica diaria gracias a estar envuelta en una secta que sacó a la luz gracias a unos agentes secretos, también sexys, por qué no decirlo. 

—¿De qué hablaron hoy en tu sesión?

—Me quejé de lo molestoso que eres —bromeé.

Saeyoung fingió estar ofendido, pero claramente no lo estaba, ya que no dejó de cantar en voz alta durante todo el recorrido a casa. 

Antes de entrar, bajó la mirada y como si estuviera avergonzado, habló:

—Escucha, mi preciosa 606. Sé que no he tenido mucho tiempo estos días para nosotros, pero con la rehabilitación de Saeran, las terapias y encargarme de...

Corté su frase con un beso, poniendo mi mano detrás de su cabello. 

—No necesitas explicarme nada. Tendremos muchos años para pasar tiempo juntos, es normal que tome bastante estabilizar la situación.

Nuestro hogar no era tan lujoso como Vanderwood lo exigía, pero Saeyoung y yo estuvimos de acuerdo en priorizar el gran espacio para las plantas de Saeran antes que una estructura moderna. 

—¿Ya terminaste de planchar mi ropa? —Saeyoung tomó una lata de Dr. Pepper, la cual le quité de inmediato. 

—Vanderwood es eficiente. Estoy segura que lo hizo, pero tú, señor, deberías aprender a respetar los acuerdos y comer mejor.