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Liam miraba impaciente la hora en su teléfono, marcaba un poco más de las dos de la tarde. Estaba seguro que su esposo se aparecería en cualquier momento en el amplio estacionamiento del recinto universitario.



Después de la pelea que habían tenido el día anterior, Liam había decidido tomarse el día libre y hacer algo especial por su esposo, estaba más que decidido a recuperar su afecto. No se atrevía si quiera a pensar en la idea de que éste quisiera ponerle un punto final a su matrimonio. Las cosas que Harry le había dicho el día anterior se repetían en su mente como un disco rayado.



"... estás completamente loco si piensas que estamos en la mejor situación para traer un bebé"



"No puedes ser tan ciego y no ver que nuestro matrimonio es una completa farsa!"


"¿Por qué de repente retomaste tu papel de esposo perfecto? ¿Que acaso tu amante decidió terminar contigo o algo así?"



Liam no podía dejar de pensar en las palabras de su amado esposo. ¿Es que acaso Harry lo había descubierto todo? Y si era así, ¿por qué nunca le había reclamado?, no le había dicho nunca nada jamás. Pensándolo de manera profunda, Liam se daba cuenta que había descuidado demasiado su relación con Harry. Mierda, ni siquiera había notado los cambios de actitud de su esposo sino hasta ahora.


Nervioso pasó una mano por su cabello, en signo de frustración. Sí que estuvo ciego. Sólo esperaba que no fuera demasiado tarde, estaba seguro que Harry le iba perdonar cualquier cosa, se amaban después de todo, no?



Sí, claro que se amaban, estaban casados y un matrimonio no es algo que se tome a la ligera, no es algo que se pueda romper tan fácilmente. Siete años de relación no se pueden olvidar de la noche a la mañana, verdad? Mucho menos si se trataba de ellos, Liam y Harry, Harry y Liam, tan enamorados desde siempre.



Es verdad que Liam lo había jodido todo, y en grande, pero cuando dos personas se aman pueden solucionar cualquier problema, vencer cualquier obstáculo. De eso estaba seguro. Quizá el enojo de Harry le iba durar un buen tiempo, quizá le iba a rechazar y alejar, quizá iba ser difícil hacer que Harry vuelva a amarle como antes. Pero estaba dispuesto a hacer lo que sea por mantener a Harry a su lado. Harry era SUYO.



"Mío" la palabra se repetía en su mente mientras apretaba las manos en el volante de su auto.



Pasaron quince minutos más y no había señales de Harry, pero su auto estaba estacionado en el otro extremo así que era obvio que iba a volver. Según sus cálculos, sus clases ya habían terminado y esperaba que el rizado apareciera en cualquier momento.


Después de unos momentos, le llamó la atención ver la figura de un hombre desconocido acercarse al auto de Harry, llevaba una capucha y no podía ver bien su rostro, lo vio apoyarse en la puerta y encender un cigarro, parecía de lo más tranquilo como si esperara a alguien.



Lo primero que pensó Liam, es que era un ladrón de autopartes, pero se desconcertó bastante al ver la actitud calmada del individuo, simplemente estaba ahí, esperando.


Debieron pasar unos diez minutos más, y el inconfundible sonido de las botas de Harry llamó la atención de Liam, vio a su esposo cruzar todo el camino en dirección a su vehículo, sin tener idea que ahí estaba él observándole.


Vio como Harry se acercaba vacilante hacia el hombre de la capucha. Fue en ese momento que Liam quiso bajar de su auto y caminar hacia su esposo, en caso de que aquel tipo fuera peligroso. Pero algo le detuvo, algo no estaba bien. Quizá era lo cerca que estaba Harry de aquella persona o quizá como ambos parecían tener mucha familiaridad. Como si se conocieran de siempre.

Mío o de nadie. >> ZARRY LIRRY << M-PregWhere stories live. Discover now