Lancelot/Weeping Monk | Cursed

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(Versión alternativa del shot anterior.)

[...] Lancelot la vió abandonar el lugar mientras pensaba en como no obedecer las ordenes del padre para no lastimar a ninguna criatura.

en los últimos días, no volvieron a verse.
Los dos sabían bien que su amor era imposible, un amor prohibido pero aún así lo intentaban, a pesar de todo.
____ Vestía con un pantalón negro y una manta para cubrir su cara, en busca de los paladines.

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La noche pasó lentamente. Ella no dejaba de pensar en él, en como harían para terminar juntos.
Decidió tomar el camino hacía el pueblo y así intentar averiguar qué más tramaban.
Al girar en una esquina, pudo ver a un grupo de paladines riendo. Decidió no darle importancia pero algo le pedía ayuda.
Se acercó cautelosamente logrando ver cómo maltrataban a un conejo pequeño, agarrandolo de las orejas, burlándose de el.
Al reaccionar, aquellos paladines escucharon una risalla siniestra, quedando completamente hipnotizados, la miraban como si en verdad estuvieran enamorados, esperando a que de una orden a la cual obedecer.

—Sueltenlo. —Ordenó a lo que ellos inmediatamente lo dejaron caer, casi muerto. —Ahora se harán daño entre ustedes, más no quiero que acaben con sus vidas. Sientan lo que acaban de hacerle a un ser indefenso.

Antes de comenzar, ____ tomó entre sus brazos al conejo y salió de allí escuchando gritos de dolor junto a sonidos de espadas.

A lo lejos se escontraba Nimue, observando impactada, siguiendo cada paso hasta quedar en un lugar oscuro. En el fondo la pudo ver. El conejo casi no podía respirar a lo que ____ tuvo que recurrir a su magia nuevamente iluminando las sombras con el brillo verde claro indistinguible. Nimue miraba asombrada con una pequeña sonrisa al ver como el conejo se levantaba felíz.

—Sal de ahí, pequeña. —Dijo ____ con un tono dulce a lo que la inefable nerviosa se acercó.

—Eres tú. —Fue lo primero que salió de su boca. —Eres tú... Necesitamos tu ayuda. Los paladines... Los paladines están matándonos y no sé qué hacer. Por favor, ayúdame. —Rogó.

—No es mi pelea, querida. —Contestó acariciando la mejilla de nimue.

—Pero eres una de nosotros... —Sus ojos se pusieron tristes, no podía aceptar eso como respuesta.

—Yo protejo lo que no ves. Algo que va más allá de los humanos e inefables. Protejo la vida, sí. La vida en los animales, en las plantas, en el aire y en el mar porque ellos no pueden hablar por si mismos, ni dar la pelea que realmente podrían dar y yo hablo por ellos. —Explicó. Nimue agachó la cabeza triste, podía sentirse la despesperanza. —Eso solía pensar, hasta que se metieron a mi hogar e intentaron matar a toda mi familia. —Dijo dándole una sonrisa. Nimue se levantó y la abrazó. Ya no estaría sola en esto.

____ acompañó a Nimue hasta el lugar donde se refugiaban lastimosamente los últimos inefables.
Todos estaban sorprendidos por el regreso de ____. Se decía que abandonó todo para irse al bosque, cuidando toda la vida.

La guerra comenzó. Apesar de tener encuentros con Lancelot, ella ecultó del lado en el que estaba aunque obviamente él lo sabia. Ardilla comentó que había matado a los que quisieron rescatarlos y que vendría por todos ellos a lo que ____ decidió que era hora de hablar de eso con él.

Silenciosamente, salió de ahí tomando el camino del bosque. Aún era de día por lo que andaba tranquila hasta que escuchó caballos, paladines entre cuerpos y ahí estaba él, hablando con el padre observando signos en las ramas.
Cuando lo dejó, Lancelot sintió que alguien lo estaba observando y se dió vuelta para ver a un zorro. Sabía quien era, no necesitaba que ella usara su magia para llamar su atención asi que decidió seguirlo hasta llegar a un árbol y detrás, ____.
Él se acercó lentamente, sabía que tenía algo importante para decir así que no dijo nada.

—Ven conmigo.— Inició la 'inefable' con la mirada baja.— Ven conmigo, pelea junto a mi. Sé mío. Sé mi esposo, sé mi acompañante. —Dijo acercándose, tomando sus manos. Éste la miró algo triste.

—Estás con ellos.— Indagó en un susurro, levantando su mentón para así mirarla a los ojos.

—dejame ahorrarte el sufrimiento de vernos en distintos bandos. —Suplica con lágrimas en los ojos. —Por favor.

Él la abrazó mientras ella se hundía en su pecho entre sollozos. Sabía cuál era la respuesta pero aún así lo intentó.

—Lo haré. —Respondió finalmente, parando el corazón de la menor (en tamaño). Sus ojos brillaron esperando que no sea una broma de mal gusto. —Iré contigo. Seré tuyo, serás mi esposa.

Sin esperar un segundo más, lo besó enrollando sus piernas en la cintura de Lancelot con felicidad.

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Los dos pelearon por los inefables saliendo victoriosos. Él junto a ella porque era obvio que no lo aceptarían. Lo importante era que lo dejó todo por estár a su lado y eso la hacía la mujer más feliz.

EXTRA.

(Pasa antes de decirle que estaba con los inefables. Los famosos "encuentros")

Lancelot se encontraba en el convento de las monjas, habían convocado a todas porque sabían que la bruja estaba allí.
Mientras el padre hablaba con la que dirigía el lugar, él se dedicaba a inspeccionar a todas allí hasta escuchar la pequeña risa que caracterizaba a su amante haciéndolo levantar la mirada, buscando entre todas hasta creer que la había visto entre ellas. Lo miraba con una sonrisa coqueta. Mientras él se acercaba, ella agachó la mirada. Estando frente, levantó su mentón pero era otra chica, lo dejó decepcionado y a la vez aliviado.

—¿Dónde están las nuevas? —Preguntó una de ellas, buscando con la mirada a las dichas.

—¿Quienes? —El monje sintió como su corazón comenzaba a ir con rapidez, ella no podía estár ahí.

—Las nuevas. Llegaron anoche, algo sucias.

Sin decir nada, salió de ahí en busca de ____ esperando que nadie la encontrara primero.
Pudo escuchar ruido en una de las habitaciones así que entró pateando la puerta pero no había nadie.
Se quedó así por unos segundos, sintiendo ella estaba detrás, en el marco de la puerta, también en silencio, intentando usar su magia. Los últimos encuentros no sólo eran charlas.

—No hace falta que uses tu virtud para acostarte conmigo, ¿Sabes? —Dijo aún dándole la espalda.

—Lo sé. Pero es divertido. —Contestó abrazando su cintura por un rato hasta que se dió vuelta. ____ cerró la puerta y estuvieron una media hora a solas mientras Nimue escapaba.

One Shots | MultifandomWhere stories live. Discover now