...Impius

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Los maestros junto con el canciller debatían, sobre la crisis de la flota del maestro Plo en el sistema Abregado -maestro Yoda, canciller Palpatine, con su permiso me gustaría contemplar el edificio del Senado- solicitó tímidamente con una reverencia -por supuesto jovencito, siéntete libre de recorrer estos pasillos, pero también respetaré su decisión si prefiere que el muchacho permanezca aquí- respondió el originario de Naboo a lo que el maestro jedi asintió sonriente, el chico se inclinó nuevamente para retirarse cuando una voz potente lo freno -No- declaro severamente maestro Windu con la mirada fija en él -maestro Windu, ¿Necesidad de que Sidarth se quede cuál es?- miro consternado el anciano maestro al mejor duelista de la orden -si va a experimentar tiempos de guerra, debe encararla como todos los demás padawans- sus palabras atrajeron las miradas del canciller y del maestro adyacente -con el debido respeto a usted maestro Windu, pero vine con el maestro Yoda y solicite el permiso del canciller para recorrer el edificio del Senado, por tanto, sus objeciones tienen poco peso y debe saber...- tomo una breve pausa para asimilar lo que le diría a el maestro -que he asimilado la idea de una guerra a escala galáctica más veces de las que usted considera, tengo amigos y maestros en el frente, y sus vidas siempre van en mi mente- y sin mas se retiró del despacho dejando a dos con una sonrisa y a uno con un enfado silencioso.

Veía intrigado todo lo que le rodeaba, ver los bajos niveles de Coruscant, aunque fuese a la distancia tras una ventana de transpacero; los speeders surcando el viento entre los edificios, centenares sino es que miles de personas de especies diversas transitando entre las aceras y los anchos puentes de metal. Contemplaba a los senadores pasar de largo frente a él frecuentemente, y un número limitado solo le lanzaba una mirada de rápida inspección, no entendía sus actitudes tan despectivas, hasta que un grupo de voces serenas llegaron a sus oídos -buenos días jovencito, bienvenido al edificio del Senado, ¿cómo te llamas?- vio a un hombre de mediana edad a quien reconoció con rasgos de Alderaan  -Un placer senador del sistema Alderaan, mi nombre es Sidarth, es un placer- el hombre le dedico una sonrisa mientras -el placer es mío jovencito, y como lo dijiste, soy el senador de Alderaan y me llamo Bail Organa y ellas son mis colaboradoras y colaborador: Padmé Amidala del sistema Naboo, Mon Mothma del sistema Chandrila, y Onaconda del sistema Rodia- acto seguido los mencionados realizaron una reverencia en señal de saludo.

-Bueno senadores ha sido un placer está breve charla, pero no deseo retrasar sus agendas; además, yo también debo regresar con el maestro Yoda- se despidió del grupo de senadores -envíales nuestros saludos al maestro Yoda cuando lo veas por favor- le dijo la senadora de Naboo a la distancia. Finalmente regresó al gabinete del canciller, pero los tres adultos ya no estaban ahí, se imaginó que estarían en la oficina del mismo. Sin embargo, al pasar por el corredor cuatro voces penetraron y gritaron en la cabeza del padawan -¡¡¡¡Darth Impius!!!!- ante tal ruido mental el chico se retorció desesperado por callarlas, pero en un acto de descuido el joven descuido su mente y un estallido de oscuridad silencio, que un hombre tras las puertas de la oficina repercutieron en un dolor momentáneo que se esforzó por no mostrar; no obstante, aún quedaba en el tintero cuál era la naturaleza de ese estallido.

El Sith'ari- Una Historia De Star Wars Donde viven las historias. Descúbrelo ahora