Palpatine

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La guerra solo se intensificaba, no pasaba ni un día de entrenamiento sin que a alguno de mis maestros(as) fueran interrumpidos por alguna circunstancia de la guerra, prácticamente ahora conozco la mitad de las incursiones militares de los sistemas de la República. Finalmente llegó el día en el que todos estaban tan ocupados que acompañe al maestro Yoda al edificio del Senado para una reunión con el supremo canciller Palpatine; no lo había visto nunca en persona, solo un par de veces en la holonet mientras daba un par de veces cuando declaró abiertamente sobre la situación de guerra entre la República y los separatistas, y después cuando instauró al gran ejército de clones.

Eran los mismos edificios que veía cada día a través de las ventanas del templo, pero verlas tan de cerca, aunque sea tras las ventanas del transporte era una experiencia nueva; ya que cuando practicaba con el caza estelar, solo lo hacía en el espacio profundo las limitadas ocasiones que le permitían hacerlo fuera del simulador. Finalmente aterrizamos en la cubierta del edificio del Senado; todo era tal y como lo describían los archivos del templo, mientras seguía al viejo maestro Jedi a sus espaldas contemplé los cientos sino es que miles de especies de las que les hablaron sus maestras -padawan, al retirarnos, de contemplar tiempo tendrás- dijo divertido ante la mirada avergonzada del chico.

La oficina del canciller era más ostentosa de lo que se había imaginado: tapizada más que nada por muebles y paredes rojas con detalles que iban desde el dorado al plateado, y al entrar a la habitación el hombre de mediana-avanzada edad nos esperaba sentado en su escritorio con un gesto de consternación en el rostro y en una silla frente de él aguardaba Mace Windu y un holograma de Obi Want Kenobi -maestro Yoda, gracias por venir tan pronto. ¿Y a quien tenemos aquí, cuál es tu nombre jovencito?- hablo con suavidad el canciller hacia el Jedi y el padawan -Sidarth es mi nombre señor, estoy a su servicio- respondió jovial el muchacho con una leve reverencia al nativo de Naboo -canciller Palpatine, ¿Agobiado que lo tiene?- dijo el maestro al hombre -como sabrá maestro Yoda, nuestras tropas se ven atacadas y destruidas por un arma que no conocemos, tememos por el maestro Plo Koon en el sistema Abregado, pero seguro que algo se podrá hacer; por favor tome asiento- el Jedi lo acató mientras el más joven de la habitación se mantenía a sus espaldas -como le estaba diciendo canciller, "está arma misteriosa ha atacado doce sistemas, y ha desaparecido sin dejar rastro "- en un instante aparecieron en forma de holograma el maestro Anakin Skywalker junto a su padawan Ahsoka -"no podemos seguir perdiendo más naves amigos... Ah maestro Skywalker, ¿han tenido éxito localizando el arma secreta del general Grievous?"-  la chica interrumpió discretamente la conversación dirigiéndose solamente a su amigo -Kotoyaa Sidarth- el mencionado mostró inmediatamente su alegría mientras respondía cálidamente al saludo de la togruta -Kotoyaa pequeña Soka- dijeron el padawan con el saludo que compartían junto con el maestro Plo.

-"El maestro Plo estaba en el sistema Abregado cuando perdimos contacto"- en el instante ambos jóvenes fueron cogidos por la preocupación del destino de su amigo y maestro, pero sabían que de momento solo podían esperar... Solo de momento.

El Sith'ari- Una Historia De Star Wars Where stories live. Discover now