Magia parte I

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La noche en Dathomir se desplazaba con la lentitud de una babosa Gorryl pero con nada de la tranquilidad de su marcha; si bien le reconfortó en buena parte poder descansar sin ser perseguido una noche, ese planeta y su conexión con la fuerza lo consternaba. Esas brujas sin lugar a dudas tenían grandes poderes vinculados a la fuerza, pero no la obtenían como los usuarios que había conocido, ellas parecían canalizarla o directamente extraer la fuerza viva de aquello que les rodea; sin lugar a dudas una forma peculiar de adquirir poder, y aún así capaz de emplearse tanto para la luz como para la oscuridad, haciendo parecer más limitadas las artes Jedi y Sith.

Descansar los ojos es por mucho diferente a conciliar el sueño, era una idea que en un principio le parecía ridícula, e irónicamente entendía su significado de la peor manera, irguió su postura hasta sentarse en el suelo duro de la caverna con una manta de fibras vegetales entrelazadas como único amortiguamiento. La única fuente de luz era una peculiar esfera de cristal que contenía alguna clase de energía verdosa la cuál proyectaba una luz suave del mismo color.

Se aproximó lentamente y en silencio al orbe, y tomo asiento frente a su luz; la contempló sin ningún pensamiento en especial, solo percibió el silencio. Pasada una breve inmersión sin sentido en su entorno, llevo sus manos a los pliegues maltrechos de lo que quedaba de sus antiguos ropajes, pero su tacto lo consterno.

Llevo sus manos a la luz, esperando que está no le confirmara lo peor... Pero esas cosas jamás reconfortan, pues no son ajenas a la realidad; ya no había dos cristales sino apenas fragmentos de los mismos, como un pequeño mar de zafiros y rubíes, al mantener su vista en aquellos fragmentos su mente gradualmente se perdió en recuerdos y secretos.

Dejo la habitación con la intención de buscar ayuda, y en vista que ni la luz o la oscuridad le habían procurado respuestas, no perdía nada buscando guía en la magia de las brujas. Regreso sobre sus pasos cuando lo llevaron al interior del monasterio hasta lo que parecía una plaza arcaica, paseo la mirada por el lugar buscando cualquier indicio de Madre Talzin.

Y la encontró frente un portal formado por un arco de piedra, dedicándole una sonrisa que insinuaba que sabía sus intenciones e inclusive las esperaba —Madre le suplico me ayude, tengo demasiadas preguntas sin respuesta en mi mente, y quisiera saber si su magia podría darme las respuestas que ansío— hablo suavemente con una rodilla tocando el suelo.

—Sigueme muchacho, la magia puede hacer mucho por ti, pero también exige un precio a pagar— respondió con tono de ultratumba, para darse la vuelta e ingresar a su camara privada, Sidarth la observo consternado al saber la exigencia de un pago; el que esa magia exigía algo a cambio le hacía demasiada similitud con las formas sith aunque sabía que no era pertenecientes a dicha orden —¿Qué precio Madre?— murmuró tras la bruja —debo confesarte que no lo se en este momento, pero ese precio así como las respuestas que ansias serán revelados a su tiempo—

Ya en su caza, Ventress llevó a cabo un escaneo de toda el área del pantano, pero muy a su desgracia no había nada que la llevara a algo; la tormenta había borrado ya todo los rastros de huellas que el Padawan pudiese haber dejado. Con excepción de un peculiar conjunto de jaulas y tres cadáveres colindantes, ya en tierra nuevamente no fue difícil ver qué ellos se mataron entre sí, pero no parecía algo propio de un Padawan Jedi, y nuevamente estaba en un punto muerto con esa nave podría haber ido a cualquier lugar en la galaxia, para empeorar sus circunstancias no había modo de conseguir la frecuencia, modelo o cualquier dato respecto a la nave... Simplemente no había nada.

Frustrada y mascullando cualquier maldición que le llegará a la mente, percibió un eco extraño, era un eco de la Fuerza pero no como uno del lado oscuro o de la luz... Era mucho más antiguo que eso para ella, era... Magia de su clan de origen: las hermanas de la noche.

La mesa de piedra lo ostentaba con los restos de los kybers se formó un círculo fino de luz a su alrededor y la bruja comenzó a recitar su hechizo, para ver aquello que estaba oculta en la mente del muchacho —fuerzas de la noche y las sombras permítanme vislumbrar aquello que resguarda la mente y oculta el espíritu— pronunció tocando suavemente la frente de Sidarth, induciendo un trance que puso los ojos de ambos en blanco...

La bruja recupero la vista un breve momento después, pero está no le mostró el monasterio; era una débil luz que llegaba del exterior de una estructura mayor que revelaba una escalinata pronunciada a un templo, de estructura similar a la de los sith pero aún así radicalmente diferente, muy antiguo quizá más antiguo que su propia secta, aparentemente sepultado con el fin del resguardo, no del olvido.

Rotando sus manos respecto a un eje imaginario, generó un orbe de algo similar a su bruma verdosa y avanzó lentamente por los peldaños hasta aquella peculiar estructura

—Vaya vaya vaya, ahora hay brujas, porque no solo inmiscuimos twileks o jawas en este teatro— repuso pasivo-agresivamente lord Vindican reventando una pared de roca con un impacto de la fuerza sacudiendo la estructura—Estan en la balanza los que podrían resultar los seres más poderosos de la existencia maestro, acaso no esperaba que todos pretendiera tener una parte, pero solo importa que el niño nos pertenece por sangre y por conquista— repuso Malgus desde el otro extremo del monasterio —esas razas inferiores no son dignas de pretender estar a nuestra altura, es un insulto— repuso el maestro del sith, desde que abandonaron Moraband los antiguos señores oscuros recorrieron la galaxia en busca de más de sus hermanos y hermanas caídos, sumando su poder a sus filas —algún problema con mi raza Vindican— espetó una voz femina apoyada en una columna cercana —o acaso debo recordar que en tiempos del Vitiale yo defendí nuestro legado en tanto tú ni siquiera llegaste a verlo— Vindican se irguió evidentemente furioso—y que paso con esa defensa, es cierto cayó por estar comandada por una fuerza inferior, una vil...—

—¡¡¡Suficiente!!!— exclamaron tres voces que ingresaron en el lugar, el resto se mostró retraído por la presencia de dichos entes —esos tiempos han pasado, sus disputas son inconsecuentes ahora, solo recuerden que los Jedi han sido los artífices d...

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—¡¡¡Suficiente!!!— exclamaron tres voces que ingresaron en el lugar, el resto se mostró retraído por la presencia de dichos entes —esos tiempos han pasado, sus disputas son inconsecuentes ahora, solo recuerden que los Jedi han sido los artífices de nuestras desgracias y el joven nos concederá la venganza que desde hace siglos debió ser nuestra— masculló la sombra a la derecha —pero para que eso suceda todos deberemos entrenarlo en el lado oscuro, como únicos señores oscuros, sin disputas ni traiciones— espetó la sombra a la izquierda —mas vale no se vuelvan a repetir estas disputas, el consejo oscuro no tiene tiempo ni paciencia para esto, está claro— concluyó tajantemente la figura del centro ejerciendo su poder sobre los dos en disputa, ambos inmediatamente sintieron la falta de aire en sus cuerpos, cosa que los llevo a arrodillarse estrepitosamente —no... se repetirá... Lord Bane— —mas vale, el resto del concilio no es tan tolerante— finalizó el sith.

El Sith'ari- Una Historia De Star Wars Where stories live. Discover now