Los Jedi creían que llegaría su elejido, pero no eran los únicos, los Sith también profetizaron que un individuo se alzaría de entre los suyos y destruiría a aquellos que hacia miles de generaciones los habían traicionado.
Esperaron, en un punto de...
-General, triangulamos la posición de la nave de Asaj Ventress al sistema de Dathomir- dijo una unidad B1 abordo del crucero clase Providence, bautizado por el Kaleesh cómo "La Mano Invisible" -cuanto tiempo nos tomará llegar desde nuestra posición actual- contesto el cyborg acercándose a la estación del droide de combate estándar -de acuerdo a los mapas estelares estamos aproximadamente a mil quinientos parsecs desde Saleucamai hasta Dathomir, nos tomaría casi media rotación estándar en llegar a Dathomir general- contestó el droide proyectando la ruta de la navicomputadora que cruzaba en su mayoría sistemas separatistas implicando con ello un mínimo de riesgo de toparse con alguna flota de la república -entonces llevanos al planeta de esas brujas, no perderé ante esa vil asesina-
-Entendido, iniciando el salto al hiperespacio- de ese modo todos los droides piloto en el puente frontal del Providence iniciaron el salto, las estrellas parecían alargarse atreves del transpacero del puente de mando frontal, saltando a las estrellas.
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-Dathomir- -El presente-
La rampa de descenso cerro el paso a la nave, y casi de forma instantánea los cinco motores de la nave se activaron e iniciaron el despegue; en una rápida movida Ventress saco un rastreador del cinturón con múltiples herramientas, lanzándolo al casco de la corbeta.
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Aún así, tratando de no perder tiempo se dirigió a la cabina de su caza e iniciar la persecución, pero la mano huesuda y pálida de Talzin sujeto delicadamente su hombro, frenándola con el mismo efecto de haber aplicado un agarre más fuerte, entonces miro rápidamente a la matriarca hechicera que tenía una mirada sumamente intrigante -Madre, no puedo fallarle a mi maestro, debo recuperar a ese muchacho- exclamó contrariada al no querer ir contra la sabiduría de la bruja -debemos procurar la seguridad del clan hermana, si esos lores muertos ven que los persigues es posible que regresen y arrasen con todas nuestras hermanas, tendrás tu oportunidad hermana, pero no este día- replicó la bruja poniendo a la sicaria oscura frente a ella, colocando su segunda mano en su hombro -lo entiendo madre, de cualquier forma, ya se cómo encontrarlo a dónde sea que vaya- respondió serena la mujer mientras desviaba la mirada a la silueta casi difuminada de la corbeta hacia el vacío del espacio.
