Colisión

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— ¡Es que hay algo que no me cuadra! —.

— Te estas volviendo loca, solo fue una conversación entre amigos— Kim intentaba calmar a su estresada amiga que no dejaba de caminar en círculos por la oficina— Lo estás pensando demasiado — concluyó agachándose un poco para agarrar algo de tomar del mini bar.

— Kim... que lindo trasero — Kory se distrajo unos segundos en la retaguardia de su mejor amiga, si que estaba buena esa mujer — ¡IGUAL! lo que te digo es en serio, si hubieras visto como me miró cuando hablaba de su nieta — regresó con rapidez al tema que las había reunido en ese lugar.

— Ya ya, está bien, tienes razón, eso no es normal, pero ¿qué vas a hacer? —.

— No lo sé, por eso te necesito — la rubia se agarraba la cabeza enredando varías fibras de cabello entre sus dedos — Ayúdame— le suplicó como último recurso.

— Agh, ¿esto no dejará de comerte la cabeza verdad? — la castaña la miró fastidiada — Esta bien, usaré mi magia y te averiguaré algunas cosas de esta dichosa familia, a ver si así te calmas un poco — No era en vano que Mann haya decidido trabajar con su mejor amiga desde un principio, Kim Geller era la mejor relacionista pública que conocía, se encargaba de toda la imagen de la empresa y hasta ahora nunca había fallado en su trabajo; Además de eso, tenía esa habilidad especial de agradarle a todos, por lo cual guardaba muchos contactos y con ello se abría paso hacía cualquier información que necesitara.

— ¡Gracias! Eres el ser más hermoso del planeta— Kory agradeció con sinceridad, de hecho si se detenía a pensarlo Kim era una de las mujeres más hermosa que conocía, si no la primera.
— Dile eso a tu secretaria — dijo Geller antes de tomar un sorbo de la gaseosa que sacó de la nevera.

— ¿Qué les pasó ahora? — la rubia sonrió apoyándose sobre el escritorio con los brazos cruzados.

— Esta de mal genio — Kim la miró de reojo, se veía tan bien cuando adoptaba esa pose dominante y despreocupada.

— ¿Cómo lo sabes? — Kory volvió a preguntar levantando una ceja, le causaba gracia la situación de su secretaria y su mejor amiga y se preguntaba cuando se darían cuenta.

— Sentí su horrible vibra por el teléfono — respondió con disgusto.

— Debe ser porque te odia un poquito — la rubia lanzó un señuelo.

— Bueno, es mutuo — contestó la castaña alzándose de hombros.

— Jum —.

— ¿Qué? — Kim conocía esa mirada acusadora— ¿QUÉ? — repitió ante el silencio.

—Nada, no diré nada — fue la respuesta que obtuvo.

— Idiota — Sabia que estaba pensando Kory, pero prefirió evitar el tema — ¿Puedo quedarme contigo el fin de semana? — preguntó evasiva.

—Pensé que estarías con Tina — la mención de ese nombre cambió el rostro de Kim al instante, se imaginó que le seguiría un reproche a lo que estaba a punto de decir.

—No, en realidad... creo que estamos por terminar — respondió fingiendo desinterés.

—¿Otra vez? Es la quinta mujer con la que terminas en los últimos tres meses — Extrañamente Kory parecía calmada, la miró unos segundos, su expresión pasiva la llevó a sincerarse.

— Es que... — empezó dando un respiro — Ya no es como antes Kory, quiero divertirme y pasarla bien, pero estas chicas solo piensan en el futuro todo el tiempo, yo ni si quiera se que voy a cenar esta noche y ellas están pensando en... ¿vivir juntas?, ¿Presentarme a su familia?, ¿Qué somos?, ¿un matrimonio o algo así? — se sintió aliviada al dejar salir esas palabras, sus relaciones amorosas no marchaban bien últimamente y había estado guardándose la razón por la cual salía huyendo cada vez que las cosas iban relativamente bien ante los ojos de todo el mundo.

MANN BOXWhere stories live. Discover now