Planeación

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El encuentro la noche anterior había dejado un sabor de derrota en la boca de Hannah, sabía que iba a ser difícil pero al ver a una mujer entrar por la puerta sus esperanzas se habían renovado, que equivocada estaba y de que manera se lo hizo saber. Lejos de la relajada imagen que mostraba, Kory era una mujer fuerte en todo sentido, su carácter la había abrumado, pero su fuerza física la había dejado perpleja, y las dos marcas verdes a cada lado de su cara se lo recordaban todo el tiempo.

Pasadas unas horas de su encuentro, Gia volvió a casa con la ropa sucia y cansada de tanto correr para escapar de los dueños del carro de golf, se metió a bañar mientras Hannah le contaba todo lo que había pasado sentada en el retrete, a un lado de la ducha. La castaña salió de la ducha, se envolvió en una toalla y acercó su rostro al de la Black, examinándolo con cuidado.

— Te va a dejar marca dijo enojada, no era partidaria de la violencia y ver a su mejor amiga golpeada no le hacia ni la más mínima gracia, justo como no le haría a Taylor cuando viera lo que esa salvaje había hecho. La azabache sabía que ahora tendría que lidiar con la rabia de su novia, tenía que saber como contarle si no quería que se apareciera a hacer un escándalo, lo cual no le convenía para nada; Sus hermanos y su padre podrían prohibirle que siguiera viéndola, y aunque eso no era suficiente para detenerla, si sería mucho más difícil. No quería que su relación se acabara en el mejor momento. Terminó de hablar con Gia, esta le sugirió que pasara por su habitación en la mañana, antes de bajar a ver a cualquiera, y así podrían cubrir las marcas con algo de maquillaje, los últimos años se había vuelto experta haciendo eso, aunque no le gustara aceptarlo.

Hannah se fue a su habitación y como si fuera invocada por su antigua conversación, Taylor empezó a llamarla; Contestó gustosa, viéndose feliz de escuchar la voz de su chica. En un principio hablaron de banalidades, pero Black sabia que no podía seguir evadiendo el tema.

— Es una chica fue la primera noticia que le dio, a Taylor le molestó bastante, por su manera de hablar se notaba que no le había agradado la revelación, pero eso era de esperarse... si se trataba de un hombre no tenía que preocuparse de nada, Hannah le había dejado claro que no le gustaban los hombres a pesar de haber tenido un par de novios antes, alegando que en ese momento no estaba segura de su sexualidad y tenía mucho miedo del que dirían sus familiares y amigos, razón por la cual se había obligado a salir con chicos pero nunca se atrevió a acostarse con ellos. Ahora si debía estar alerta, que la persona con la que pretendían casar a su novia fuera una mujer la hacia sentir un peligro incesante.

Hannah le contó con detalle lo que había sido del día. Respiró profundo antes de empezar a hablar de su, un tanto violento, encuentro. Le explicó con calma todo lo que había pasado, pero justo como esperaba, la futbolista no se lo tomó de buena manera. La azabache le pedía que se calmara mientras la escuchaba gritar insultos a través del teléfono.

— Déjame verte, mandame un fotola menor no pudo negarse a la orden de su novia y al instante le envió una fotografía de su mandíbula, donde las marcas comenzaban a tomar un ligero color verdoso. La capitana perdió el juicio, las ganas de moler a golpes a esa tal Kory la inundaron, quería salir corriendo hasta donde Hannah y secuestrarla, alejarla lo que más pueda de esa mujer. La azabache intentó calmarla lo mejor que pudo, haciéndola prometer que no se aparecería por allá a menos que fuera totalmente necesario.

La mañana siguiente llegó rápido, Hannah se levantó y arregló y perfumó temprano junto a Gia, para bajar a desayunar antes que el resto. En la tarde llegarían sus otros amigos, lo que le daba un poco de tranquilidad, serían mayoría y eso les daría ventaja para controlar cualquier situación. Llegaron al comedor esperando encontrarlo vacío, sin embargo la delgada figura de Nina las sorprendió; Sentada con elegancia en el borde de la mesa, se servía un poco de cereal, pidió disculpas apenada por haberse tomado el atrevimiento de sentarse sola y desayunar antes que todos; Black le restó importancia.

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