Noche de perros

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Hannah se dió la vuelta en medio de sus sueños, buscando el calor del cuerpo de su novia. Palmeó la cama sin encontrarla, abriendo los ojos frustrada. Ojeó la habitación, no había rastros de Kory por ningún sitio. Se levantó con pesadez, y bufó molesta, envolviéndose en la manta para ir en su búsqueda.

No tardó demasiado en darse cuenta que las luces del estudio estaban encendidas. Los pasos le costaban una eternidad, el sueño estaba ganándole la batalla, pero de igual manera llegó al lugar. Encontró lo que buscaba, pero no como lo buscaba. Kory estaba sentada en el sillón, frente a sus hermanos. A su lado, su tia Rosie se acomodaba muy cerca a su novia, con una de sus piernas sobre la de la rubia.

Su entrada frenó la conversación. La pequeña Black nunca fue una mujer celosa, pero la poca consciencia de ese momento le hizo imposible racionalizar.

«Cerca»

«Muy cerca»

«Mía, mía, mía»

Miró a la hermana de su padre con desprecio, borrando su sonrisa de inmediato. Con uno de sus dedos empujó la rodilla de Rosie, haciendo que la bajara, y se sentó en el regazo de su prometida. Se acurrucó en su pecho, volviendo a cerrar los ojos mientras se aferraba a la sabana. Kory la abrazó, acariciando su espalda.

La mayor de los Black la miró sorprendida — Niñata atrevida — dijo riendo, provocando que Hannah le sacara la lengua — ella fue mía, mucho antes de ser tuya — espetó con una risa burlona, solo por molestarla.

Y lo logró, pues la azabache abrió los ojos con las cejas encontradas — Repítelo, te reto.

Mann empezó a reír, esa frase definitivamente había sonado como algo que ella diría — Calma... es mi madrina — le explicó.

— ¿Qué demonios? ¿Por qué no lo habías mencionado? — preguntó, concentrando su enojo en su novia.

— No la veía desde que me mudé a Estados Unidos, y mi abuela solía llamarla Rosa... creo nunca pregunté su apellido, para mí solo era mami Rosa — aseguró.

— Ya hablamos de eso, llegaste tarde — mencionó Rick desde el otro sofá — hay suficiente espacio en el sillón, siéntate bien — le ordenó.

— Aquí estoy perfectamente — contestó volviendo a recostarse sobre su pecho — ¿De qué hablaban? — preguntó bostezando.

— Tus hermanos insisten en que debemos abstenernos de esta relación — respondió en un susurro.

— No entiendo que les importa — escupió con desprecio — es mi vida, déjenme tranquila — el tema empezaba a hartarle — además, papá ya lo ha aceptado.

Thomas se sorprendió — ¿En serio? — la chica asintió — Puta mierda.

— ¿Qué les preocupa? — intervino Rosie — Kory es una buena chica, de buena familia, estudiada, trabajadora...

— Problemática, mujeriega, irrespetuosa e inmoral — concluyó el mayor de los hermanos.

La rubia trató de no ofenderse al notar a Hannah apretar los puños — ¡No tienes derecho hablarle de esa manera, no la conoces! — gritó la menor.

— ¿Y tú si? No me hagas reír, Hannah — Rick estaba enojado — Esta mujer es una...

— Cállate la maldita boca, Rick — lo amenazó bajo la atenta mirada de su tia — No te atrevas a insultarla al frente mío, te guste o no, es mi novia — no aparto la mirada ni un instante.

Su hermano quedó plasmado de asombro, nunca antes le había hablado de esa manera — Tsk, cuando te pinte los cuernos, no vengas llorando — advirtió levantándose — Me largo de aquí —Miró a Jr antes de salir, esperando que lo siguiera.

MANN BOXNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ