La Ex-Novia de mi Novio

18.Indecisión.

El juego había terminado, y por poco el equipo de Teddy logró encestar el punto decisivo.

No lucía muy satisfecho que digamos, al igual que su entrenador. Sin embargo, el resto del equipo tomó bien esa victoria de último minuto.

Ya todos se retiraban de las gradas. Me dirigí hacia Kate diciéndole que nos encontraríamos luego, debía hablar con Teddy. Él solo recogía sus cosas con cara de pocos amigos, sonreí acercándome con cautela.

-Osito...fue un buen juego- Alcancé a decir.

Ni se limitó a mirarme, solo sonrió con cansancio.

-Pensé que no vendrías.

-Sabes que nunca me pierdo tus juegos... soy tu anmuleto de la suerte ¿recuerdas?- Sonreí a medias.

Se guindó el bolso al hombro y me miró fijamente, yo deshice la sonrisa y me acerqué un paso. 

-Teddy...

-¿Hay algo que debas decirme?

Primera pregunta, directa al grano. Pasé saliva y le sostuve la mirada, maquinando que demonios responderle.

-¿Estás molesto o algo?- Repliqué.

-¿Molesto? no... es solo que...

-Es por eso que estuviste distante estas semanas...- Afirmé.

Suspiró perplejo.

-Tu eras la que necesitaba espacio.

Cerré los ojos y negué.

-Teddy eso que te dijo Kate no es lo que tu crees.- Mentí.- Es cierto, he estado un poco distante lo admito. Pero no es porque no quiera estar contigo...

Bajó la mirada y dejó escapar el aire.

-¿Ah no?- Su voz se achicó.

Suspiré y acaricié su rostro con delicadeza.

-Es porque al fin conseguí a alguien que expusiera mis trabajos y he estado trabajando en eso ¿de acuerdo?

Entonces sonrió como si no le sorprendiera.

-¿Es aquél trabajo con Brooke, no?

Ladeé el rostro.

-Es con un amigo de Brooke- Corregí.- El se ofreció a ayudarnos con nuestros trabajos... nos pagará. ¿es genial, no?

Asintió y tomó mis manos dando un ligero apretón.

-Es genial Lily, estoy feliz por ti- Soltó con sinceridad.

Sonreí y le di un pequeño beso.

-Solo...habla conmigo ¿sí?, no te alejes... eso es todo.

Su mirada se mantenía baja, su voz asomaba un tono de preocupación. Fue suficiente para que la ola de culpabilidad me golpeara con fuerza. Lo envolví en mis brazos.

-Está bien, lo siento osito.

***

Unas horas antes...

Brooke

-Necesitamos hablar Brooke.

-¿Por qué esa cara?- Bromeé.- ¿Paso algo?

Se mantuvo serio, sin inmutarse, sin siquiera desviar la mirada. Era la primera vez que lo veía así, senti temor.

Me senté frente a el, en el amplio sillón, y acomodé un mechón tras mi oreja.

-Necesito que seas honesta conmigo- Continuó.

No podía dejar de sonreír, los nervios me jugaban en contra.