9.Conversaciones de Habitación.

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El no tan alto edificio se imponía frente a mí como una enorme pared de vidrio. Podía ver a las personas que se encontraban dentro admirando las majestuosas obras de un lado a otro, la mayoría estaba muy elegante.

Baje la mirada hacia mi ropa, un jean claro ajustado con unas zapatillas y una blusa de tirantes blanca con un suéter de cuadros rosa, sin olvidar la maleta llena de ropa que venía arrastrando desde el campus. Me examiné y suspiré diciendo un "qué más da".

Me encaminé a la entrada y sentí el aire acondicionado golpear mi rostro con fuerza, un frío que me recorrió el cuerpo. Miré los alrededores y mi vista se dirigió a una pintura de alguien desconocido, me acerqué y lo analicé detalladamente.

Eran pequeñas pinceladas de tonalidades frías esparcidas por un lienzo de color negro, formaban una especie de silueta; fruncí el ceño viéndome envuelta en esa pintura. Un sentimiento me invadió, flashbacks venían hacia mí...pasé saliva y desvié la mirada, no podía soportarlo.

Continué dando pasos cortos y admirando el resto de la galería, las obras eran espectaculares. Habían imitaciones de grandes artistas pero la mayoría eran de completos desconocidos, casi todas esas obras llenaban las altas y blanca paredes. Sonreí al pensar que algún día una de mis obras pudiese estar colgada siendo admirada por todos.

Seguí recorriendo la galería a fondo, por un momento me olvidé de Brooke. Estaba totalmente hipnotizada, no paraba de mirar ni de sentir... era extraño. Cada imagen, color, textura producían una sensación en mí. Era como una droga que se esparcía por todo mi cuerpo... me calmaba, lograba sin duda llenar ese vacío que en el fondo sentía.

Cerré los ojos y me deje llevar por esa sensación, quería vivirla... aceptarla y hacerla parte de mí.

En eso me encontré con una espalda desnuda, la vi detalladamente, la recordaba de algún lugar. Continué caminando y entonces entre en el paraíso humano, donde no existía el pudor ni los tabúes.

Simplemente te mostrabas como realmente eras, y eso estaba bien.

Me adentré en ese pasillo y observé cada una de las fotografías ampliadas a gran escala, por alguna razón no me incomodaba. Pasaba por ellas y me detenía en esas pequeñas partes del cuerpo que causaban tanto revuelo y conflictos entre las personas.

No tenía nada de malo.

Llegué al final y entonces como si el mundo quisiera hacer mi vida más interesante, vi la foto del perfil de una chica durmiendo. Me costó un momento darme cuenta que era yo.

No sabía si debía sentirme orgullosa de que mi fotografía estuviera en una galería importante o totalmente agobiada, tragué corto.

-No pensé que te encontraría aquí- Escuché una voz que me hizo salir de mis pensamientos.

Me volví y la vi apoyada en una de las paredes con una sonrisa pícara, me observaba ligeramente sorprendida. No pude responder.

-La mayoría ha tratado de evadir este pasillo, muy pocos se pasan a mirar- Un tono burlón salió de su voz.

-Brooke...-Solté.

Se poso junto a mí y suspiró observando mi fotografía.

-No lo sé... creo que todos aquí son muy recatados y aburridos... todo les parece obsceno.

Hubo un silencio y me dispuse a mirar de nuevo la fotografía.

-No se puede complacer a nadie- Se encogió de hombros y se volvió a mí- ¿Qué haces aquí?

La Ex-Novia de mi NovioWhere stories live. Discover now