↪⚫13:» GANADOR ⚫↩

201 24 7
                                    

¿Tenía miedo? Si. ¿Parecía gallina por no querer salir? Si. ¿Quería perder mi dignidad y ser descalificada por cobarde? No. ¿Pero que hacia? Tenía dos minutos aquí escondido con un Edibecil buscándome por toda la arena. Avisaron por alta voz que si no salía sería descalificada en menos de cinco minutos. Ya van tres. Soy cobarde de eso no hay menor duda.

Maldigo entre dientes al enano por arma e este espectáculo, apuesto mis ahorros a que esta viendo todo esto en primera fila y con algún snacks. Extraño los snacks, extraño usar mis poderes, extraño ser ganadora en todas mis peleas... ¡Extraño ganar! Pero no está en mis libertades ahora. ¿Qué hago?.

—Acacia O'pry, queda un minuto.

—Mierda... seré carne a la plancha en cincuenta segundos. —A gatas salí de mi escondite, eludiendo al pelinegro prótesis espaldas exitosa mente.

—30 segundos.

—La presión —De rodillas tras un arbusto observé a Silvan girar a donde estaba escondida recientemente—. Tu puedes, vamos sal —Respire varias veces—... no, no puedo... Acacia, cobarde. Eres estúpida, serás descalificada. ¡Sal cobarde!.

—Diez segundos.

—Ah... —Cerré mis ojos y time una roca punzada en mis manos, con la fuerza que me caracterizaba la lance en dirección a Silvan.

—Tres, dos un... —La roca chocó contra su nuca, debió doler—. Se reanuda la pelea por el liderazgo. Acacia O'pry contra Silvan Lossnedahl.

Trague saliva cuando me logró localizar entre los matorrales. Era Acacia muerta, puedo repetirlo de nuevo. Acacia muerta.

Me puse de pie y camine firme en su dirección, si caminar al enemigo era una estupidez. Eso me definía; tonta, imprudente, loca, informal, por que jamás tomaba las cosas en serio. ¿Qué más daba uno o dos golpes en las costillas? Comienzo arrepentirme por ver a Silvan caminar también a mi.

—Admito que tienes agallas por salir. No te creí tonta. —¿Ven? Acabo de decir eso mentalmente.

—Tengo mis propios trucos bajo la manga. ¿No querías pelear contra mi? ¿Tienes miedo Silvan? Pobre bebe-cito, ajú... —Molestar y alterar la mente de mi contrincante siempre me funcionaba, quitando de lado que era con humano, supongo que puede funcionar con el.

—Te arrepentirás O'pry. —Gruño, estaba enojado ahora.

—Ya lo veremos, Edibecil.

Cruce mis brazos, mala idea. Silvan corrió a mi con el puño envuelto en fuego, no espere más y salí corriendo en dirección a esos agujeros subterráneos, serían mi refugio ahora.  Silvan lanzó una bola de fuego en mi dirección, cayó cerca de mi en la corrida.

—¿¡Quieres rostizarme imbécil!? ¡Es un juego no una pelea de vida o muerte!

No hubo tiempo de más palabrería por mi parte, otra bola de fuego cayó a mi derecha quemando parte de mi brazo, solté un quejido y seguí corriendo hasta dejarme caer sin compasión alguna al agujero más cercano, este contenía demasiada vegetación, literalmente podía ser invisible entre tanta maleza. Me dio un poco de tiempo para revisar mi brazo. Era una requerirá de segundo grado, nada grave.

Escuche como alguien se arrastraba por el agujero, debía ser Silvan. A gatas y con mucho silencio comencé a moverme, la quemadura dolía pero era soportable. Tomé aire antes de salir corriendo entre los matorrales, pude sentir el fuego quemando a mis espaldas mientras corría como podía por esos túneles pequeños. Silvan estaba dispuesto a matarme, notaba como sus llamas hacían lo posible para tomarme.

Salte, había una quebrada y tuve que hacerlo para caer en el agua, esta era cristalina y pide ver claramente como Silvan se asomaba por el borde, me miraba, no había duda. Sutilmente cree una burbuja alrededor de mi cabeza para poder respirar, tenía que salir por algún lugar, aquí debía haber una salida.

DIOSA DOMADORA ©Onde histórias criam vida. Descubra agora