↪⚫2: »MAL COMIENZO⚫↩

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El primer día, era hoy. Este día empezaría mis lecciones y estudios en la Academia, tendría que esforzarme el doble. Ya que todos van adelantados y no estoy a su nivel, tanto en físico como en conocimiento. Todos saben más de este mundo, claro, porque aquí nacieron y se criaron. Pero yo, yo me crié en la tierra, vengo de un mundo completamente diferente a este mundo. De donde vengo los caballos no tienen alas, o los leones no tienen alas de águila. Incluso no existen animales capaces de expulsar fuego por su hocico.

Ya me enteré de algunos seres mitológicos, y la mayoría que creía historias de fantasía, en este mundo existen. Existen tantos seres, tango peligrosos como mansos, hasta enormes y pequeños.

Existen los dragones, las quimeras, los krakens, las hidras, los grifos, los fenixs, incluso cerbero, el perro de tres cabezas. Algo tan genial como temeroso. Todos estos, y más seres existen aquí. Y cada uno es tan poderoso, como peligroso.

Me pase los últimos dos días leyendo el libro que mi madre me dio, ese libro tiene mucha información sobre los seres de este mundo, también de las ciudades de los elementos. De ellas no leí mucho. Pero, lo que más me llamó la atención de ese libro, fueron las leyendas y profecías que existen. La mayoría se cumplieron, pero hay algunas que no lo han hecho. Hubo una que me llamó la atención, y fue la de Él Domador Mágico.

Según leí, sería el Salvador y traedor de paz a ambos mundos. Ósea, la tierra y Urbi Vitae. Todo cuando derrotara al primogénito de el dios Ares. Algo completamente genial. No me imagino que esta dimensión a estado en amenaza desde su creación.

Bueno, creo que este mundo es un mundo magnífico, donde los seres pueden ser ellos mismos y no ocultarse de los humanos. Así como hacían en las eras pasadas, cuando aún vivían en la tierra. Leí casi toda su historia y me fascinó. Gracias a mamá se más sobre este lugar.

Ahora estoy de camino a una de mis primeras clases. No estoy tan emocionada, mucho menos nerviosa. Sólo pienso en practicar y estudiar para así salir de aquí y volver a mi hogar. Mi tierra.

Llego a la clase de Mitología. Según escuche, es una de las clases favoritas de todos. La verdad, entiendo que se traté de los dioses y también un poco de lo que existe en este mundo.

Llegue al salón fácilmente, ya que me aprendí de memoria cada pasillo. Fue fácil, sólo tienes que saber donde está el norte, sur, éste y oeste. Algo fácil.

Cuando entro al salón, me doy cuenta que es sólo una habitación Blanca, sin muebles. Me pareció extraño, pero cuando vi a los demás alumnos dentro sólo me adentre y me quedé en un rincón. No quería interactuar con nadie. Soy pésima para esas cosas, además las personas son las que se alejan de mi por mi actitud.

Esperamos unos 15 minutos máximo, y después llegó el maestro. Sólo recuerdo que se llamaba Maximus.

—Bien jóvenes. Quiero que cada uno se coloque en uno de los círculos que se encuentran por el salón. —Yo busque con la mirada uno de esos círculos de los que hablaba y me posicione. Después él empezó a decir algunas palabras en latín y la estancia se oscurece.

No le temo a la oscuridad, pero me pongo nerviosa. Después el profesor nos dijo que cerraramos los ojos. Contó hasta diez y abrí los ojos. Cuando lo hice, ya no estaba en el salón. Si no en una especia de Prado. En el habían varios de los animales que describía el libro que mamá me dio.

Era espectacular. Todos estaban ahí y podía verlos. Sabía como eran, ya lo sabía. Incluso vi un dragón con escamas Rojas brillantes, tenía un tamaño descomunal, sus alas. Esas alas eran más que hermosas, podía ver sus ojos, eran verdes y brillaban.

Observe todo, ya que si me movía podría desaparecer todo esto. Era tan hermoso, ver a tantas especies juntas. Era simplemente magnífico.

Di media vuelta y cuando lo hice, un dragón negro estaba detrás de mi. Me estaba viendo con esos ojos rojos. Tenía escamas afiliadas. Sus alas que salían de sus costados terminaban en punta y con una garra en ellas. Su cola era como la de una serpiente, larga y enorme. Se acercaba, no sabía que hacer. Me estaba viendo, creí que esto era sólo producto de la magia, que no estaba aquí. Pero, escuché su voz.

DIOSA DOMADORA ©Where stories live. Discover now