↪⚫24》PERSECUCIÓN ⚫↩

45 3 1
                                    

3/4

—Acacia —es la tercera vez que me llama—. Te vez linda con esa ropa, te queda mejor que la de Belli Omnium.

—Eso es un uniforme.

—Pero te queda lindo.

Hemos caminado varios minutos, aún sigo sin poder entender como acabe en una ruta transitada. Es difícil guiarme con toda esta gente. Solo espero poder llegar al lugar donde caímos para regresar a la Academia.

Siento que estoy olvidando algo.

—Acacia, ¿Volveremos a Urbi Vitae? —Preguntó de nuevo Leíza— ¿Acacia?

No quise responder más preguntas. En eso un grupo de motociclistas pasaron por nuestro lado, haciendo vibrar sus motores. Son lindos, todos tatuados y llenos de cuero. Tienen estilo al menos. Esperamos a que pasaran, luego cruzamos nosotros.

—¿Cómo pudo traernos a los dos en esa cosa? —Unax tiene una pregunta muy tonta— Es un demonio...

—Unax —Leiza observó al chico de pies a cabeza—, a ti también te queda linda esa ropa.

Fue cuestión de segundos para ver el rostro rojo de Unax. Me carcaje tan fuerte que tuve dolor de estómago y Leiza parecía no entender que pasaba con el chico tierra. Pobres, no entiendo como pueden ser a veces tan inocentes siendo futuros regentes de reinos. No quiero saber como le harán con tratados diplomáticos y ese tipo de cosas.

Son unos ciegos tontos.

—No te sonrojes fortachon —Palme su espalda alejandome un poco de ambos—. Lo dice solo por cortesía.

No tardamos mucho en llegar al callejón por el que caímos. Estaba lista para presionar el reloj que le quite a Leiza minutos antes. Manish me explico un poco como usarlo.

Los números son las coordenadas, la aguja segundera el lugar a donde vamos, la minutero y la horera serán las que marquen la dirección. Creí que sería más complicado, claro, si sabes las coordenadas de la academia es fácil llegar, yo ni siquiera sabía que estos viajes funcionaban como viajes en el mar o por el cielo. Los de Urbi Vitae no escatimaron en esfuerzos.

Tengo la sospecha que olvidó algo. Pero no se...

—¿Y el resto? —Preguntó Unax—. ¿Silvan, Ava? ¿Te olvidaste que vinieron con nosotros?

Ah. —Lo olvide.

—¿Los chicos vinieron? —Preguntó Leiza— ¿Y donde están?

Volví mí atención al reloj mientras respondía. —En alguna parte de la ciudad. Tal vez en el cementerio...

—¿Muertos?

Al escuchar el tono tembloroso de la chica alce mi mirada. Unax me observaba decepcionado, la pobre chica comenzaba a sentir culpa y en cierto modo lo era pero tampoco quefdia gastar saliva en consolarla. Suspiro al ver como leiza se le llenan los ojos de agua.

Drama, drama, drama, drama...

—¿Cómo puedes ser tan insensible? Ella es demasiado sentimental. Ten misericordia de su persona.

DIOSA DOMADORA ©Место, где живут истории. Откройте их для себя