↪⚫4:» PRIMERA CLASE ⚫↩

293 34 0
                                    

Me remuevo en la cama, no logró pegar un ojo en toda la noche. Esto es horrible. Me siento cansada, no sólo físicamente sino que también mentalmente. No tengo la menor idea de que hora es, pero lo que si sé es qué estoy tan cansada que desearía poder invernar.

Suspire cansada. Me levanté de la cama y decidí ver por el pequeño balcón que hay en mi habitación. Cuando me asomé para ver la noche, una sombra me sorprendió. Estaba caminando por el campo para llegar a la parte trasera de la Academia. Frunci el ceño.

Me giré rápidamente y tomé una chaqueta para salir de ahí y poder saber que trama esa persona encapuchada. Corrí lo más sigilosa que pude por todos los pasillos de la Academia, no quería levantar sospechas y tampoco que me atraparon. Al llegar a la enorme puerta de cuAtro metros, la abrí con cuidado de no hacer mucho ruido. Salgo y empiezo a correr en la dirección que tomó esa sombra.

Logró verle adentrarse al bosque, pero si es estudiante no tiene eso permitido. A menos que fuera un maestro. Lo sigo de cerca pero procurando que no me noté. Sus pasos y el crujir de las ramas al ser pisadas por él, son lo único que se escucha en la penumbra del bosque.

En algún momento se detiene, me escondo tras un árbol de tronco grueso, esperando no ser descubierta por esa persona. Sus pasos se escuchas cerca, va acercándose poco a poco. Luego se detiene, pero ya no vuelvo a escuchar algún sonido por varios segundos.

Con toda la desconfianza del mundo me asomó un poco para ver que sucedió. Una bola de fuego me sorprende al momento. Corrí fuera de mi escondite y me lanzo sobre unas rocas, me escondo tratando de no terminar rostizada. Pero no es suficiente, esa persona me persigue y cuando creo estar protegida, se lanza sobre mi.

Toma mis muñecas con fuerza y las aprisiona a los lados de mi cabeza. Trato de mover mis piernas pero el las mantiene rectas con las suyas. Ahora viéndolo de cerca… su cabello rojo, sus ojos negros… me es meramente familiar.

Me escanea con la mirada, parece también reconocerme, así que se asombra. Yo sigo sin saber donde lo había visto antes.

—¿Tú?

—Si, yo. Pero será que me puedes refrescar la memoria, por que siento que te conozco, sólo que no te recuerdo.

Se levanta y me ayuda a ponerme de pie. Sabía que lo conocía, él ya me recordó. Pero ¿Dónde carajo lo he visto? Me limpio un poco la ropa, luego espero a que él hablé.

—¿No me recuerdas? —Niego con la cabeza—. Fue hace un par de años, la pelea entre Fire y Demon Black.

¡Ah!, ya recorde, esa pelea en la que casi me derrotan. Sonrío al recordar esa estupenda pelea. Fue una de mis favoritas, ¿Por qué? Fue por que al fin tenía un contrincante con la misma fuerza que la mía. Así, si era una buena pelea.

—Ahora te recuerdo, intentaste vencerme.

—Ah, si, pero terminaste ganando.

Asiento —¿Y ese era tu verdadero nombre? —Se rasca la nuca.

—No, sólo era un sobrenombre. Mi verdadero nombre es Kaspar Horn. —Asiento, me gustaría saber que hace aquí, se supone o creí que era una persona común y corriente—. ¿Y el tuyo?

—Acacia O'pry —Me sonrió y yo imite su gesto, aunque creo que pareció una mueca—. ¿Qué haces aquí? — Pregunto, el me hace una señal para que caminemos. Acepto y ambos caminamos por el bosque.

Se siente raro confiar en alguien que te intento vencer en el pasado y asesinar apenas hace unos minutos.

—Soy Urbiniano, al igual que los fueron mis padres. Pero hace unos cinco o seis años, me escapé de mi hogar y decidí explorar por mi cuenta el mundo humano. Ahí pase la mayor parte de mi juventud. Hace, apenas unos meses regrese, tenía que volver, pues mi madre enfermo y mi padre murió hace poco.

DIOSA DOMADORA ©Where stories live. Discover now