↪⚫3:» HECHIZADO⚫↩

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Ambas nos colocamos en el centro de la pelea. Ya habían pasado la mayoría de los estudiantes, sólo faltabamos nosotras. Leíza parece tierna, pero ya me enseñaron a no juzgar a mi oponente, un pequeño insecto podría acabar con uno grande, así que es mejor no juzgar antes de actuar.

Al cabo de unos segundos Aimara nos lanzó dos espadas, pesaban un poco, pero no estaba lista para atacar con un arma blanca. No sabía usar una espada, sólo cuchillos, armas, granadas… casi todas las armas modernas. Pero no una medieval. Nuestra entrenadora me vio con cara de póker.

—¿Qué? ¿Acaso no sabes usar una espada?

Preguntó desconcertada, creo que el hecho de haberla enfrentado hace unas horas no fue lo mejor. Sabía que me iba hacer la vida imposible, pero no pensé que fuera tanto. El hecho de que no sepa usar una espada no significa que no pueda defenderme.

Veo que aquí si no sabes usar una espada, no sabes nada.

—Espada, no. Pero otra clase de arma si.

— No me importa. Aquí usas una espada, ninguna otra arma.

Solté aire contenido por la rabia. Ella gritó y nos colocamos en posición, así que fleccione un poco mis rodillas y preparé mi espada como si tuviera uno de mis cuchillos. Leíza hizo lo mismo, en pocos segundos escuchamos el grito de Aimara.

No iba atacar primero, eso lo se. Así que sólo nos rodeamos la una a la otra. Nos veíamos a los ojos y los movimientos que hacíamos. De un segundo a otro Leíza corría a mi y quería apuñalarme. Me moví tan rápido como pude, me lancé a un lado y di una vuelta en el suelo. Para cuando me puse de pie mi atacante ya venía encima de mi.

Con dificultad lograba esquivar sus ataques. Ella era rápida, así que era del elemento aire, ellos son rápidos y ágiles, suelen usar eso en batallas. Es impresionante. En algún momento se va a cansar… pero eso sería mucho después, ahora se que tienen resistencia, más que la de un humano y yo me canso rápido al sólo esquivar.

Se detuvo, me dejó respirar por un momento. Sólo respire profundo y espere su siguiente ataque. No tardó en correr a mi de nuevo, e hizo los mismos ataques que antes. Fue más fácil esquivarlos. Espere hasta que fuera a darme una apuñalada por la espalda, tomé firme el mango de mi espada para girar mi torso y detener su ataque.

En ese momento ella se asombró, sonreí y hábilmente logre quitar su espada de las manos. Con una patada en giro la tire al suelo y la punta de mi espada quedó en su garganta. Estaba muerta.

Ella me veía sin creerlo. ¿Qué? ¿Pensaban que la chica nueva y sin poderes no se podía defender?

—¿Quién eres en verdad?

Sonreí de lado y quite la espada de su garganta. La ayude a ponerse de pie, sin quitar mi sonrisa.

—La chica nueva.

Palme su hombro y camine para dejar la espada en su lugar. Escuché la campana sonar, así que dejé todo en su lugar y salí de esa clase. Cargar esa espada me dejo un dolor en el hombro derecho, necesito volver a mis ejercicios matutinos.

Mi siguiente clase era Control Elemental, con el maestro Adur. Dicen que es buen maestro, bueno, eso dicen.

Camine por varios pasillos, la verdad esto de los pasillos ya me está poniendo un poco irritante.  Llegue a una sala vacía de color negro, parecía no tener fin ni luz. Entre extrañada, pero al hacerlo una luz se encendió al… ¿Final?

—Que bien, nuestra nueva alumna —Una voz masculina se escucho al final—. Permíteme presentarme, soy el maestro de Control Elemental, Adur. Tu debes de Acacia O'pry.

DIOSA DOMADORA ©Where stories live. Discover now