KAPTER X

197 34 9
                                    

Una alfombra de terciopelo atravesaba un pequeño pasillo, a sus costados, dos butacas muy cómodas yacían a cada lado, respectivamente. Sobre uno de estos asientos, descansaba la mente prodigiosa del Director General de la AUCYT, quien se dirigía a la Conferencia de las Ciencias y la Educación, llevada a cabo en Gran Bretaña.

El característico color vinotinto de una exquisita bebida alcohólica se podía apreciar dentro de un lujoso recipiente, el cual reposaba sobre una mesa de cristal.

El longevo hombre estiró su brazo derecho para servirse un refrescante trago mientras observaba la vastedad del gran océano atlántico desde una de las ventanas del Jet Supersónico que lo trasladaba a tierras inglesas; en pocos minutos aterrizaría sano y salvo junto a su asistente personal.

-Señor, tiene una llamada de su esposa -comentó su colaborador, hecho que lo abstrajo de la inmensidad de las aguas.

-Denki, Leo. Hablaré con ella -contestó amablemente.

El holograma de una dama de avanzada edad apareció frente a él.

-¿Cómo te fue en Los Ángeles? -preguntó la mujer.

-Muy Bien, Kepi -respondió Hawking-. Voy rumbo a casa, sólo debo parar en Manchester por un día y luego salgo para Cambridge.

-Espero que llegues para el día de Navidad. Hace mucho que no pasamos las festividades con nuestros hijos y nietos.

-Allá estaré, my love -y se despidió con un tierno beso.

Tras colgar bebió delicadamente de aquella bebida.

-Diego, ¿Quieres que te comente algo?

-Claro señor, lo escucho con todo gusto.

-Tal vez al gran Arquímedes no le habrían de agradar mis palabras pero... -añadió el británico- El amor...

El asistente lo observó intrigado.

-El amor, querido compañero. No es la palanca... realmente es el amor quien tiene la capacidad de mover al mundo.

-Tiene toda la razón, señor -agregó el colaborador-. El amor a mi familia me mantiene enfocado en brindarles una mejor vida, a pesar de lo difícil que fue dejar la Argentina.

Hawking asintió con la cabeza.

-Un Brindis por nuestras familias -añadió el científico.

Un par de minutos transcurrieron desde aquel instante, Vijip realizó un gesto con su mano y descendió una pantalla 3D en aquella cómoda y amplia cabina.

Las pupilas de aquel instruido hombre se dilataron al observar una imagen alarmante. El edificio donde se encontraba el laboratorio de avanzada de su querido amigo estaba cubierto por una espesa cortina de humo producto de incendios que nacían en el interior del inmueble.

-Señor, ¿Se encuentra bien? -dijo su Asistente sin recibir respuesta alguna.

Hawking estaba atónito por aquella transmisión en vivo.

Una voz automatizada resonó por el lugar.

-Piloto Automático Jet-55: En pocos minutos llegarán a su destino.

Por la mente del inglés pasaba cualquier cantidad de hechos que podrían haber originado aquel evento pero solo había una forma de saberlo...

-Por favor, cambiar el destino del viaje... -ordenó.

-Pero Señor, debemos ir a la Convención, además tiene su reunión familiar -argumentó su acompañante.

-Debo saber que ocurrió y ayudar al Dr. Martinz, podría necesitar de mí.

TERRA FAI: Un Nuevo MundoWhere stories live. Discover now