TERRA FAI: Un Nuevo Mundo

KAPTER XI

Minutos antes...

Sobre una superficie fría y firme reposaba un cuerpo, dicho organismo yacía bajo lo que parecía resultados de un breve sismo. Implementos científicos rotos, vidrios por doquier, muestras de rocas, algunas maquetas y sillas en el suelo.

Lentamente el sujeto iba recobrando la conciencia, vagos recuerdos rondaban su ser; el Doctor Martinz abría sus parpados progresivamente mientras el helado suelo erizaba su piel. Cuando logró enfocar su vista, la desorientación lo hacia su cautivo.

-¿Donde estoy?... ¿Por... por qué me duele tanto la cabeza?...- Se dijo así mismo a su vez que posaba su mano derecha sobre su frente -Creo que sólo fue un mal sueño...-

Al girarse posó su mano izquierda sobre un cúmulo de vidrios, cortándose la palma.

-¡Qué caraj...! ¿Y estos vidrios?- Su mano sangraba -Debo buscar el aerosol regenerador de piel-

Al levantarse quiso dirigirse al botiquín de primeros, pero, todo era distinto, la tecnología no era la misma, mucho mas arcaica, sillas y mesas de madera, un pizarrón acrílico, utensilios anticuados. Se percató de que no conocía ese extraño lugar. Era un laboratorio, pero no el suyo, aquel en el que tantos años disfrutó, llevando acabo los proyectos mas avanzados de todo el planeta Terra.

-Ok, esto no es la AUCYT. Parece un laboratorio-museo o algo así- La mano aun le sangraba -Debo encontrar un paño para detener este sangrado-

La oscuridad lo envolvía, su visión se limitaba a tres anochecidos metros de campo visual. Sus cautos pasos hacían la tarea mucho mas lenta; un desastre se percibía por toda el área, mientras gotas ensangrentadas caían sobre el suelo, una a una, dejando un rastro conforme avanzaba.

Luego de llegar a un escritorio, o eso creía él, revisó gaveta a gaveta, logrando su cometido: un paño suave, luego de una maniobra, propia de un paramédico, envolvió su mano con aquella tela, ésta comenzó a absorber el fluido que emanaba su extremidad.

Su rostro empalidecido levantó la mirada, encontrándose, a poca distancia de él, la foto del agujero negro de la galaxia M87 sobre la pared oscura, y mientras la observaba, su mente tuvo un shock, pequeños flashes de recuerdos lo bombardeaban. Imágenes de su Proyecto Trébol, su pasante Rafael, el Inspector Abramovich, pasaban frente a sus ojos; atónito, todo llegaba a su memoria, cómo si una especie de red descargaba recuerdos sobre el venezolano. De pronto, el rostro de Cristal apareció frente a él, ésta le sonrió y desapareció entre la oscura noche, en dicho instante, Martinz parpadeó incrédulo de aquel momento y recordó todo lo que había pasado.

-¿Qué le pasó a mi laboratorio?, ¿Y el Proyecto Trébol?- Se preguntaba a su vez que observaba a su alrededor -¡Cierto! ¡¿Dónde está Rafael y Abramovich?!. Debo salir de acá-

Inmediatamente intentó buscar la salida, una aviso verde sobre la pared indicaba a su derecha una "Salida de emergencia", corrió hacia ella, y al hacer un gesto con su mano derecha le indicó a la puerta se abriera, ésta no se accionó. Se detuvo antes de estrellarse con ella. Perplejo, la observó de arriba a abajo.

-¿Qué le pasa a esta... bendita puerta?, ¿Tendrá sistema de reconocimiento de voz?- Vociferó antes de emitir una orden -¡Abrir puerta!-

El objeto permanecía en su estado inerte, Martinz comenzó a inspeccionar con la ayuda del tacto, ya que en aquella esquina la luz era aún mas escasa. Metal y más metal, carente de calor, era odo lo que sentía, hasta que tocó una pequeña protuberancia con una diminuta ranura.

-¿Es esto una cerradura?, ¿Qué clase de lugar aún usa cerraduras en estos tiempos?- y se apartó un poco de la puerta.

Miró a través de la ventada opaca de la puerta. Pudo divisar lo que parecía una especie de pasillo que se perdía al fondo, frente a él. Se corrió un poco a la derecha y distinguió la prolongación de un corredor que se encontraba paralelo a la pared donde reposaba la puerta.