Tras el telón

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Esa boquita dulce con esos labios salados por las lágrimas me entrega su suavidad con un beso. Mis ojos se cierran por instinto para sentir con más intensidad eso que alborota mi corazón, el regreso del amor por el que rogaba. Nuestras manos se mantienen aferradas entre sí. Esto es real, puedo sentir los sentimientos que me transmite Laurita a través de su tierno tacto.

—¿Eso estaba en el guion? —Escucho vagamente un murmullo en mitad del silencio que me hace creer que estoy sola con Laurita.

—Sh...

El tiempo se detiene en mi mente. El muro que parecía infranqueable se derrumba con un beso y la distancia se desvanece, somos una en el espacio. Había soñado tanto con este momento que no quiero que se acabe porque unos pocos días viviendo con Laurita, pero sin formar parte de ella, me habían desquiciado. Saboreo su arrepentimiento igual que su amor. Sin que me dé más explicaciones, sé que ha sido sincera y que me quiere de verdad, por eso no puedo dejarla ir, por eso me agarro a su cintura cuando percibo una mínima separación de sus labios con los míos. No quiero que este beso termine.

—¡Bravo! ¡Bravo! —Esos chillidos acompañados de estruendosos aplausos provienen de Víctor—. ¡Una actuación espectacular!

Despierto de mi ensimismamiento amoroso. El impacto con la realidad me hace temblar, eleva mis nervios, me deja en blanco, pues estoy besándome con Laurita delante de medio instituto. Interrumpo el beso a la par que ella. Enseguida nos abrazamos como indica el guion, aunque, en realidad, es un verdadero abrazo afectuoso que me baña en cariño. La cara de Laurita queda en el lado oculto y la mía se enfrenta al público, a donde miro estupefacta y, a pesar de cegarme con la luz, contemplo a los espectadores regalándonos sus aplausos y elogios.

—Ani, lo dije de verdad. Quiero volver contigo —susurra en mi oído y nos apretamos.

—Lo sé... —murmuro y continúo con mi interpretación—. Os habíais ganado mi perdón desde que os vi aparecer por ese camino. Me hace feliz saber que lo recorreremos juntos porque sois el amor de mi vida.

Nuestra escena concluye con otro torbellino de alabanzas. Laurita y yo abandonamos el escenario cogidas de la mano y Catalina nos sustituye para cerrar la historia.

—No tengo palabras para describir vuestra actuación. Sublime, es todo lo que puedo decir. Una improvisación magistral. Y ese beso, ¡alucinante! —nos felicita Tomás resplandeciendo de orgullo en la oscuridad del bastidor y nosotras sonreímos.

Catalina, aún inquieta, pone el punto final narrando que el antiguo rey y la campesina vivieron una vida humilde junto a un río, pero llena de amor, y que tuvieron una hija a la que le pusieron el nombre de la difunta hermana de él, mientras que el amigo tirano murió durante la conquista del reino por un imperio poderoso. El destino, los sentimientos y las elecciones.

***

Todos salimos al escenario para recibir los elogios y los aplausos una vez más. No he tenido ocasión para hablar con Laurita sobre lo nuestro, pero sonrío rebosante de una felicidad asombrosa porque todo ha terminado mejor de lo que hubiese imaginado. Nuestros compañeros nos dan la enhorabuena por nuestra interpretación, salvo Catalina, que parece una perra enloquecida por las garrapatas.

—Eres una hija de puta —se dirige a Laurita detrás del telón—. Me pusiste el pie.

—No le hables así, tú no eres una santa —le digo.

—¿Oyes eso? —dice Laurita denotando intriga—. Las risas de las gaviotas en la costa y de los caballos en el campo llegan hasta aquí. Lo siento, pero no es mi culpa que te entretuvieras y que corrieras hacia el escenario con un vestido de princesa. ¿Creías que saldría algo bueno de eso? En fin, disfruta de tu éxito. Las estrellas crean una supernova cuando mueren, su luz puede eclipsar toda una galaxia, pero eso es todo, luego se desvanece y no queda nada. ¿Te suena?

La hermana de mi novio [Disponible en físico en 2 tomos + Extras]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora