Halloween (I)

45.3K 2.1K 3.7K
                                    

Tanto que me negué y aquí estoy esperando el autobús vestida de Supergirl con capa y pose incluidas.

Laurita me manipuló con sus encantos. Después de que ella me mostrara el disfraz y yo me opusiera, se me acercó como toda una seductora y se me echó encima. Sus besos me abatían hasta que me derribaron sobre el sofá. Ella se sentó encima de mí expresando su inocencia con todo su cuerpo.

—Sé buena, Ani. Compláceme. Por favor. Te lo ruego. Te lo suplico.

—No, no. Me veré ridícula con eso. ¿Y si me enredo con la capa y me caigo? Pareceré una animadora torpe. ¿No podía haber sido un disfraz de diablesa o vampiresa? Eso me pega más para esta noche.

—Ani, hazme feliz. Yo quiero salir con mi heroína, vístete como tal —dijo la caprichosa con su tono de niña suplicando y se inclinó sobre mí. Sus labios comenzaron a jugar con los míos, con mi cara y con mi cuello a un ritmo lento y tierno—. Seré buena contigo. Te compensaré muy bien. Hazlo. Póntelo. Compláceme, por favor. Te aseguro que no te arrepentirás. Te haré volar hasta el cielo como Supergirl —dijo entre la sesión de besos.

—¿Sí? —Mi imaginación era la que volaba mientras lamía toda mi oreja.

—Sí, Ani. Haré todo lo que me pidas, todo lo que te guste. Recompensaré a mi heroína haciéndola cantar en lo más alto, pero solo si se pone el disfraz. —Laurita me endulzó los oídos.

—Vale. Vale. Lo haré solo para ver si dices la verdad —cedí bajo sus caricias e invadió mi boca con su lengua. Pensé que el sacrificio merecería la pena y ya me lo estaba demostrando. Entonces, ella se levantó—. Espera, ¿qué haces? ¿Y mi recompensa?

—Será después. Primero "sálvame", mi amada heroína —dijo con humor—. Las recompensas se reciben al final.

—He caído en tu trampa. Vale, esperaré, pero procura cumplir —dije y la tumbé a mi lado para subirme encima de ella. Enseguida acaricié su torso y le mordí un labio— o seré yo la que te castigue.

—¡Ja, ja! Ani, así no ayudas. Me dan ganas de ser mala para que me castigues —dijo insinuante y nos besuqueamos deseosas—. Sea lo que sea, será luego. Ahora nos vestiremos e iremos a la fiesta. Pórtate bien.

—Debo estar realmente enamorada de ti para ponerme ese disfraz. ¿Cuál es el tuyo? No me lo has enseñado.

—Ve a vestirte y yo me pondré el mío. No entres en mi cuarto, ¿vale? Quiero que sea una sorpresa —dijo y acepté.

Yo cogí el disfraz de Supergirl y me fui a mi habitación para cambiarme. Pudo ser peor. ¿Y si hubiera sido un traje del Pikazon ese? La habría matado antes que rendirme. Era preferible parecer una animadora, solo me faltaban los pompones a juego. El conjunto traía hasta las bragas azules, increíble.

Cuando me miré en el espejo después de ponérmelo, me agradó. No lucía tan mal; además, era de mi talla. Después salí al pasillo a esperar a Laurita. Ella tardaba tanto que tuve ganas de colarme en su cuarto, pero no lo hice para no dañar su ilusión.

Minutos más tarde, Laurita se asomó en la puerta. Era la mezcla entre lo sexy y lo macabro. Una fusión entre enfermera sádica de Silent Hill por la vestimenta y Samara de The Ring por sus cabellos, así se describió ella. Sostenía un cuchillo de juguete. Sin embargo, toda aquella apariencia diabólica se desmoronaba con su postura femenina, su bolsito y su voz delicada.

—Ani, ¿te gusto? —me preguntó emocionada.

—¿Debería llamar a la policía o a un espiritista para que te exorcice? —bromeé y se carcajeó.

—¡Buh! —Dramatizó un susto paranormal.

—Oye, no te metas conmigo porque soy Supergirl. Tienes las de perder —dije entre risas.

La hermana de mi novio [Disponible en físico en 2 tomos + Extras]Where stories live. Discover now