Subo a la que es mi habitación y busco en mi ropa mi bañador.

Hace mucho tiempo había comprado un bañador, pero nunca lo había utilizado, hasta hoy. El bañador es de una pieza completa, me cubre el abdomen. Pero no puedo evitar sentirme tan descubierta cuando ya lo tengo puesto.

Bajo hacia la piscina y la verdad me parece muy linda. Está muy bien diseñada, siento que parece una piscina de esas que solo encuentras en los hoteles cinco estrellas.

Me meto en la piscina y el agua está muy fresca. Nado un poco, así como lo hacia cuando era niña. Todos esos recuerdos, invaden mi mente y me pongo algo monótona.

El atardecer en este lugar es precioso.

—Vengo de hacer unos negocios, y que hermosa sorpresa me llevo—su voz suena ronca y varonil. Eso no me gusta, me intimida. Pero no tengo que demostrar eso.

Black está parado en la orilla de la piscina, bueno, al menos eso escucho. Trato de girar mi cuerpo para poder verlo, pero me llevo una decepción muy grande al ver que tiene el antifaz puesto. Y que la noche este por llegar no ayuda en nada, no puedo verlo bien del todo.

—No...no es por ti—digo firmemente.

—Pues, mientras estés aquí, yo voy a disfrutar de ti—él comienza a quitarse la ropa. Eso me incómoda, así que trato de ver a otro parte.

Me alejo de la orilla y voy hacia el otro extremo de la piscina. En unos segundos él se mete en la piscina y me toma por mi cintura.

—Aléjate, Black—lo alejo de mí.

Pero otra vez, logra agarrarme.

Me acorrala contra la pared de la piscina, su respiración cae justo en mi rostro. El deseo circunda por todo el lugar.

—¿Qué...qui...quieres?—veo a otro lugar que no sea él.

—A ti, dulce Maisie—sus manos me toman por los muslos y me levanta.

Mis piernas se enrollan alrededor de su cuerpo. No porque yo quiera, sino porque él así lo quiere.

—Te...te...di...dije que me dejes—siseo muy molesta.

Sus manos me acarician las piernas con suma pericia.

Puedo sentir como algo crece en él.

—Dulce Maisie—su mano recorre el borde de la tela sobre mis senos—, algún día caerás y me pedirás que te haga el amor de todas las formas posibles.

Su mano baja a mi vientre, haciendo que mi cuerpo reacciones de una manera extraña.

—Sigue soñando—le espeto.

Sus manos me liberan, pero rápidamente me vendan los ojos.

—¿Estás segura, dulce Maisie?—nuevamente él hace mis piernas se aferren a su cintura. Puedo sentir como él está.

No puedo evitar sentirme muy avergonzada.

Sus labios besan mi cuello, haciendo que mi cuerpo se estremezca. Jamás pensé que mi cuello pudiera ser un punto débil para caer en la tentación.

—Tu piel es una maravilla, Maisie—dice muy cerca de mis labios.

Finalmente deja libre y salgo de la piscina inmediatamente. Con ayuda de Mary subo hasta mi habitación.

⚫⚫⚫

Black se encuentra dormido a mi lado, no sé cómo es que llego hasta mi habitación. No he podido pegar un ojo en toda la noche. Supongo que aún es de madrugada.

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