Capítulo 21🍷

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Llegamos a su casa. Otra vez estoy en donde no quería estar. Había cometido un error al escaparme, pero en serio, no quiero estar Black. Quiero irme con mi hermana. No quiero caer ante las seducciones de Black.

—Te ayudaré a bajarte—dice Black.

Él abre la puerta y antes de bajar se sienta sobre mí.

—Dulce Maisie, no sabes cuanto disfrutaré castigarte—me quita la mordaza—, disfrutaré torturarte, hacerte sentir muchas cosas, pequeña.

Se quita de encima y se baja del auto. Me toma entre sus brazos y comienza a caminar hasta la casa.

Un guardaespaldas le abre la puerta, por lo que escucho

El aire fresco pega en mi piel, así que me aferro un poco a Black para no sentir frío.

Escucho como abren la puerta fe la casa y entramos.

Sube las escaleras y camina hasta llegar a lo que supongo es una habitación. Aun tengo la venda en mis ojos. Me dejo guiar nada más por mi instinto.

En ningún momento me quita la venda.

Black me deja en la cama y me quita las sogas que estaban amarrando mis pies y manos. También me quita la bata que traía puesta y el camisón.

Esto último fue lo más difícil. No quería que me quitara nada, pero mi fuerza comparada con la suya, no es nada. Así qué termina por sacarlas de mi cuerpo.

Me deja solo en ropa interior.

Me siento expuesta, pero mi cuerpo quiere sentir su toque y no sé por qué.

No sé en donde está él y eso me pone nerviosa, me pone alerta ante cualquier situación.

Trago en seco.

—Dulce Maisie, tienes un cuerpo de diosa—deja una leve caricia en la piel de mi estómago—¿estás lista para recibir tu castigo?

—Estás demente—siseo.

—Ya verás lo que éste demente puede hacerte—toma mis manos y las ata cada uno de los lados de la cama. Deja un beso en cada una de mis manos

Hace el mis procedimiento con mis pies. Me deja conservar mis Converse color negro.

Escucho como se levanta de la cama y abre algún cajón de algún mueble de esta habitación.

—¿Haz probado el vino, dulce Maisie?—pregunta, con un tono de voz varonil, ronco, que te invita a hacer cualquier cosa con tal de sentir deseo.

—Sí, e...en la fi...fiesta de Matt, creo—no recuerdo muy bien si probé o no el vino.

Escucho como abre la botella de vino. La cama se hunde ante su peso,  se coloca en entre mis piernas con mucho cuidado.

—No sabes cuanto voy a disfrutar castigarte.

Deja caer un poco de vino sobre mi estomago, el vino está un poco frío al tacto de mi cuerpo, o al menos eso siento yo.

—¿Qué vas a hacerme, demente?—pregunto con miedo. No puedo evitar sentirlo en este tipo de situación.

No me responde y sin verlo venir, comienza a lamer el vino que derramó sobre mí. 

Su lengua causa cosquillas y otras cosas más que quizás se me hacen un tanto inefables de explicar. Puedo sentir la pericia de su lengua. Muerde mi estomago y poco a poco, dándome besos, llega hasta la orilla de mis bragas. Muerde cada parte de mi vientre y con su boca, baja un poco mis simples bragas blancas que son de abuelita.

INEFABLE Where stories live. Discover now