La compañera de Jane Vulturi

Engaño

 Note como Jane seguía tensa mientras caminábamos hacia la oficina de Aro, levante una ceja confundida

"¿Estas bien?" pregunte mirándola

"Si" contesto fríamente

Fruncí el ceño antes de detenerme y ella hizo lo mismo, pero siguió mirando hacia adelante. Suspire antes de ponerme frente a ella y deslizar mis manos para colocarlas en sus mejillas, sus ojos me miraron por unos segundos.

"Jane, ¿Qué pasa?"

"No es nada"

"Jane"

Ella suspira antes de apoyar su frente con la mía, sus brazo me rodean por la cintura para atraerme hacia su cuerpo.

"Zylan es el vampiro que nos acabamos de encontrar, lo odio"

"Me lo imagine por como reaccionaron ambos"

"Si, él dijo que.... cuando te enteres de todas las cosas que he hecho.... me dejaras y que él se encargara de cuidarte" dijo al final con un gruñido

Parpadee incrédula ante lo que estaba escuchando ¿Desde cuando Jane duda? Ella no me miraba mientras tenia la cabeza ligeramente hacia abajo.

Sin pensarlo enredé mis brazos alrededor de su cabeza ante de inclinarme para besarla tan intensamente como pude, ella pareció sorprendida por unos instantes antes de devolverme el beso con más intensidad.

Me separe jadeando, mientras nos mirábamos a los ojos. Le dedique una sonrisa antes de besarla en la frente.

"Te amo, Jane. Sé que no todo es color rosa contigo, por decirlo de alguna manera. Pero eres mi compañera y créeme que no cambiaria eso por nada. No hay nada que me separe de ti"

Ella no responde mientras me sigue mirando antes de esconder su rostro en mi cuello y sus brazos aplican un poco más de fuerza.

"Te amo" dijo Jane aun escondiendo su rostro

Puse una mano en su cabello sin arruinar su típico rodete y besé el costado de su cuello. Cuando nos separamos, entrelazamos los dedos de nuestras manos antes de volver a caminar hacia la oficina de Aro.

Jane golpea suavemente la puerta y al instante ella lo abre, seguramente Aro habrá dicho algo que no pude escuchar con mi audición.

"Ah, me alegro verlas" dijo Aro

Él se paro de su asiento antes de sonreírnos y hacer un gesto hacia el sofá que estaba contra la pared a un lado de la oficina.

Nos sentamos en uno de los sofás mientras Aro se sentó en uno del frente, aun con su sonrisa que estaba empezando a incomodarme.

"¿Quieres algo de beber?" dijo Aro mirándome con sus ojos rojos

"No, gracias Aro" dije cordialmente

"Bien, antes de contarte sobre tus padres ¿Cuándo planean convertirte?"

Levante una ceja confundida "Pensé que te lo habían dicho"

"Habían dicho después de que te graduaras y sigues siendo humana"

"Estuvo el problema con los recién nacidos" dije con el ceño fruncido

"Lo sé muy bien querida, pero eso ya paso"

"Yo la convertiré" intervino Jane

"Muy bien, ¿Por qué no lo haces mientras estén aquí?" dijo Aro aun con su sonrisa

Jane frunce el ceño levemente, la mire atenta antes de mirar a los ojos rojos de Aro "No tengo problemas en convertirme, es algo que se decidió hace mucho tiempo"

"Excelente, serás una buena incorporación para los Vulturis"

Me tense ¿Escuche bien?, mire a mi compañera que estaba sin reacción, pero su mano se apretó en la mía, sin hacerme daño, pero parecía que tampoco se lo esperaba.

"No entiendo, Aro" dije lentamente

"Serás un excelente guardia aquí en los Vulturis ¿Qué no se entiende?" dijo Aro aun sin sacar su sonrisa

"Mi familia son los Cullen"

"¿Y?" pregunto con una ceja levantada

Antes de que pudiera decir algo más, alguien toca la puerta y Aro frunce el ceño ante la interrupción, antes de permitir que pasara quien tocase la puerta.

Marcus entra en la habitación con su rostro desinteresado, pero eso cambia al mirarme, había algo en sus ojos.

"Hermano, te necesitan en la sala del trono"

"Que lastima, continuaremos nuestra charla luego" dijo Aro con una sonrisa

"¿Y mis padres biológicos?" pregunte rápidamente al ver que se iba sin decir nada por lo que había venido a hablar con él.

"Muertos" dijo Aro antes de salir por la habitación

Parpadeé asimilando lo que Aro dijo, puse una mano en mi cabeza con irritación. Los brazos de Jane me rodearon para intentar calmarme.

Que estúpida fui en creer en él