Antes de Volterra

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AVISO: Leve +18 

Apreté las sabanas de la cama, rasgándolas y un gemido alto escapó de mi boca con la última lamida de Jane entre mis piernas. Cerré los ojos y luego miré como mi compañera se cernía sobre mí, antes de robarme un beso.

Parpadee al sentir mi sabor en la boca de mi rubia, quién se separó y me miró con sus ojos negros.

—Por más que me gustaría seguir con esto— dijo Jane con un tono que hizo que mis ansias de neófito de seguir reclamando a mi compañera no terminará. —Tenemos que centrarnos en lo que esta pasando en Volterra con Aro—

Un leve gruñido escapó de mi boca y rápidamente mi mano se colocó encima para amortiguar el sonido, mis ojos se abrieron con sorpresa por mi reacción y Jane me miró con una leve sonrisa, indicando que estaba divertida.

—Es normal, eres una neófita— dijo Jane —Lo que también me sorprende es que no has mostrado signos de querer alimentarte—

—¿Puedo vivir de tener sexo contigo? — pregunte con una sonrisa descarada.

Los ojos de la rubia se abrieron con sorpresa y se bajó de la cama, agarrando su ropa. Me enderece y la mire con atención.

—¿Nerviosa? — pregunte divertida.

—Solo ve a ducharte— siseó Jane —El resto se esta acercando, me duchare en el otro baño—

Aparecí detrás de mi compañera, apoyando mi pecho en su espalda y colocando mi barbilla en su cabeza, mis brazos rodeando su estómago. Bese su mejilla y luego me concentre en darle atención a su cuello. —¿Por qué no nos duchamos juntas? —

—No solo tu libido cambió, sino que también ahora eres descarada— murmuró Jane, apoyándose contra mi cuerpo.

—¿Eso es malo? — pregunte divertida.

—Veremos— contestó Jane y me empujó hacia atrás, antes de que me diera cuenta me encontraba en la cama, boca abajo con Jane a horcajadas sobre mí, sus manos agarraron mis brazos para colocarlos sobre mi cabeza. La sentí inclinarse para susurrarme al oído —Si te comportas y cuando termine todo este asunto con Aro, prometo recompensarte—

Las últimas palabras de la rubia fueron ronroneadas y un gruñido lujurioso escapó de mi boca. Pero antes de que pudiera hacer algo, ella desapareció con su velocidad, aprete los puños por la excitación que sentía y resople para expresar mi frustración lo que provocó que Jane se riera en la ducha del otro baño. Ese sonido me hizo sonreír y a regañadientes me levanté me dirigí al baño de la habitación para tomar una ducha.

El agua recorrió mi cuerpo y me mire bien, notando mi piel pálida, antes de continuar duchándome. Cuando salí, me mire en el espejo y mire los cambios en mi rostro, sobre todo mis ojos rojos.

Después de 17 años, soy un vampiro como mi familia.

Me puse la ropa nueva y cuando estaba por buscar a mi compañera, el aroma de Edward y Didyme era más fuerte lo que indicaba que habían regresado. Recordé lo que pasó con esos dos vampiros... eran mis padres biológicos.

¿Me hace mala persona que no me interesa lo que les haya pasado?

—No— contestó Edward apareciendo en la habitación. Levante la vista del suelo y mire a los ojos dorados de mi hermano. —Nunca se preocuparon por ti, no tienes por qué hacerlo tu. Pero entiendo que puede ser difícil, eran tus padres—

—No lo eran— interrumpí —Cuando dije que los Cullen eran mi familia, lo decía en serio—

Edward me dedicó una sonrisa —Y también están los gemelos— Una sonrisa se dibujó en mi rostro y en un instante estaba abrazándolo, él emitió un sonido de dolor —Emma, eres más fuerte ahora, ten cuidado—

—Lo siento— dije divertida y di un paso hacia atrás. Pero rápidamente mi felicidad se esfumó —¿El resto está bien? —

—Si, Aro no tiene la intención de atacaros. Por lo que aproveche mi pelea contigo para alejarme, él piensa que regrese a Forks— explicó Edward.

—Astuto, niño Cullen— elogió Didyme. Mi hermano le dedicó una leve sonrisa, pero se esfumó enseguida y dió un paso hacia atrás con evidente tensión.

Lo mire confundida, pero antes de que pudiera preguntar que le pasaba el aroma más embriagador llegó a mi nariz compitiendo con el aroma de mi compañera. Gire la cabeza con rapidez para encontrar una botella con sangre en las manos de Jane.

Me tense reconociendo que era sangre humana, un gruñido desesperado escapó de mi boca y apreté los puños a mis costados.

—Pequeña, debes alimentarte— dijo Didyme con amabilidad, pero con firmeza.

—¿Es necesario que tome sangre humana? — preguntó Edward tenso.

—Lo es si queremos hacer algo contra Aro y los vampiros que lo sigan— dijo Jane, sus ojos posados en mí.

—Emma ahora es una neófita, por lo que rivaliza con la fuerza de un vampiro que ha vivido milenios o incluso superior, pero necesita sangre humana, no sangre animal— explicó Didyme.

—Emma— dijo Jane. Mis ojos dejaron la botella y se posaron en los ojos rojos de la rubia.

—Sé que no es lo que quieres debido al estilo de vida que lleva tu familia, pero es necesario, lo sabes ¿verdad? —

—Si— conteste con gruñido de por medio.

—Deja ese autocontrol por unos segundos, cariño. Nadie te juzgará si te descontrolas por la sangre humana, es normal siendo una neófita. Incluso teniendo más años hay deslices— tranquilizó Didyme.

—Estaré afuera— dijo Edward.

—Deberías tomar algo tu también— aconsejó la reina.

—No— contestó sin dudarlo Edward —Tengo mi don, no necesito sangre humana—

—¿Apostatarías la vida de tu aquelarre? — preguntó con seriedad Didyme.

—Confió en que podre defenderlos muy bien con mi don— contestó Edward.

Me desconecte de la conversación, cuando me abalance hacia la botella y comencé a beber la sangre con desesperación, sentí como un poco se deslizaba por mis labios hasta que termine la botella.

Respire de forma agitada y note los ojos negros de mi compañera, ella dió unos pasos hacia mi y pasó uno de sus dedos por la comisura de mis labios, luego los llevó a mi boca y chupe la sangre que había allí. Mis ojos dejaron los de ella y me pareció que se oscureció más de lo que ya estaban.

Un gruñido de dolor nos sacó del trance y nos alejamos un poco de la otra para mirar hacia donde estaban los otros dos vampiros. Edward estaba en el suelo con la reina sometiéndolo contra el suelo, su rodilla en la espalda del chico y los dos brazos de mi hermano agarrados con fuerza hacia atrás por la mujer.

—Tu don no sirve de mucho, si no identificas bien los engaños de tu oponente— dijo con sabiduría Didyme. —¿Sigues apostando la vida de tu aquelarre? —

—No— contestó con resignación Edward.

—Entonces bebe algo tu también, tenemos que estar fuertes para lo que se avecina— dijo la reina a la vez que dejaba ir a mi hermano.

—Bella lo entenderá— dije mirando a mi hermano, sabiendo uno de los motivos por los cuales no quería beber sangre humana —Ella no te verá de otra manera—

—Eso espero— dijo con melancolía Edward.

Note como Jane rodaba los ojos por el comportamiento del chico, el lector de mentes miro a la rubia con los ojos entrecerrados por algo que estaba pensando y Jane lo miro con seriedad, Edward dió un paso hacia atrás y caminó hacia donde estaba la reina.

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⏰ Last updated: Dec 17, 2023 ⏰

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La compañera de Jane VulturiWhere stories live. Discover now