La compañera de Jane Vulturi

Egoísta

Mis ojos se abrieron lentamente mientras el dolor en mi cuello me hacia jadear, unas manos frías se apoyaron con gentileza en esa zona calmando el dolor.

Parpadeé y mis ojos se enfocaron en los rojos de Jane, quien me miraba con seriedad y sus manos estaban colocadas gentilmente sobre mi cuello.

—Hola— dije con una leve sonrisa y con voz ronca lo que me desconcertó, también sentí dolor en mi pecho en la zona del corazón y me hizo detener cualquier movimiento que intentará hacer.

Cerré los ojos con dolor y sentí a Jane tensarse más que antes —Tu corazón, esta latiendo lento— dijo Jane alarmada.

—Duele— dije mientras apretaba los dientes

—¡Carlisle! — gritó Jane

¿Papá? ¿Qué hace aquí? Mantuve los ojos cerrados por el dolor y apreté la zona de mi corazón con mi mano con evidente dolor.

El sonido de la puerta abriéndose llego a mis oídos y luego una manos gentiles y frías se posaron en mi pulso y luego el ruido de una bolsa abriéndose. Las manos de mi compañera salieron de mi cuello y luego sentí un pinchazo en mi brazo.

El sueño estaba invadiéndome, pero antes de que me alcanzara abrí mis ojos para encontrar la mirada dorada y preocupada de mi papá, le dedique una sonrisa como pude que él regreso con afecto, su mano me acaricio la cabeza con gentileza. Mis ojos pasaron de él hacía Jane que estaba como una estatua al lado de la cama y sus ojos negros me miraban con intensidad.

—Jane— dije lentamente antes de que el sueño me reclamara.

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—¡Es culpa de ellos! — gritó enojada Rosalie —¡Su compañera! ¡Mi hermana! ¡Está en esta en ese estado por esos dos idiotas! —

—Rosalie— intento Carlisle

—¡No! — intevino Jasper —¡Ella tiene razón! —

—¿Sabias que algo así pasaría? — preguntó Edward

Un gruñido de Jasper se escuchó seguido de la respuesta incrédula y herida —¡No! ¡Nunca la habría apoyado en quedarse si hubiera sabido esto! — gritó enojada Alice

Una mano acaricio mi mejilla con dulzura e instintivamente sonreí al saber quién me estaba dando cariño. Abrí mis ojos para encontrarme con los dorados un poco oscuros de mi madre.

—Hola cariño— dijo Esme con amor y me dio un beso en la frente

—Mamá— salude con la misma voz ronca que recuerdo cuando me desperté, ahora por lo menos no tenia el dolor agonizante en la zona de mi pecho, aún existía el dolor en mi cuello, pero con las manos frías de mi madre allí era soportable.

—Emma— dijo Emmett, moví mis ojos y encontré a mi hermano cerca de la cama mirándome con preocupación.

Sonreí al verlo —Estoy bien—

—No, no lo estas— intervino Rosalie ahora parada junto a su compañero. Ella me miraba con muchas seriedad y evidente preocupación en sus ojos no tan dorados como los de Esme y Emmett.

—¿Qué pasó? — pregunte confundida —¿Y Jane? —

—¿No recuerdas lo que pasó? — preguntó Carlisle dando un paso hacia adelante para que pudiera verlo desde mi posición.

Me quede en silencio intentando recordar lo que había pasado y el porque ahora estoy en esta situación. Entrecerré los ojos para concentrarme y luego mire a los ojos amables y preocupados de mi padre —Logre revivir a Gianna—

—Si, lo hiciste— estuvo de acuerdo Carlisle —Pero el esfuerzo que conllevo eso, te afecto—

—¿Afecto? — pregunte mientras me apoyaba más en mi madre, quien volvió a besar mi frente y se acurrucó más contra mí, sin quitar sus manos de mi cuello en la zona dolorida. —Espera.... me duele en el mismo lugar que use mi don con Gianna—

—A eso me refiero— contestó Carlisle

—Pero con Bella no pasó eso— dije confundida

—Pero en el caso de Gianna estuviste varios días intentándolo y eso conllevó a un gran esfuerzo físico y mental— comentó Carlisle

—Estas agotada— interrumpió Edward —Tu don no es un juego, Emma—

—¿Crees que lo hice por diversión? — pregunté enojada

—Edward— advirtió Alice

—Si, para complacer a esos dos— dijo Edward sin prestar atención a nuestra hermana

—¿Esos dos? — pregunte frunciendo el ceño y mirando a mi hermano

—Mejor cambiemos de tema— intento Alice

—No Alice— dije con enojo y sin mirar a mi hermana —Di lo que piensas, como siempre lo haces, sin importar las consecuencias—

Edward frunció el ceño por mis palabras y nos quedamos mirándonos a los ojos en un silencio tenso que hizo que Jasper hiciera una mueca, debido a las emociones que brotaban en la habitación.

—Dilo— desafíe mientras ignoraba el dolor y me enderezaba para verlo mejor, mientras Esme se colocó detrás de mi para volver a colocar sus manos frías en mi cuello.

—Solo lo hacías para complacer a Jane y Alec— dijo Edward sin apartar la mirada de mis ojos

—Ellos jamás me obligarían a hacer algo— dije con enojo —Son mi familia como lo son ustedes—

—Si, claro— contestó Edward con sarcasmo

—Edward cierra la boca— dijo Jasper tenso y con sus ojos negros —Estoy sintiendo las emociones de todos y las más fuertes son las de nuestra hermana por lo que estás diciendo y no son para nada buenas—

—No, déjalo hablar Jasper— dije con enojo —Igual lo hará con o sin permiso— miré a mi hermano rubio, antes de volver la atención hacia Edward —Cuando les dije sobre quedarme en Volterra, dijiste que era egoísta—

—¿Qué? — preguntó Rosalie con un  gruñido protector de por medio

—Pero lo que hago aquí, lo hago por un motivo. En cambio, en todos los problemas en los que nos has metido fue para tu beneficio— dije con evidente enojo y lagrimas se acumularon en mis ojos por el enojo que sentía. —¿Por qué no regresas a Forks a seguir causando problemas? Porque aquí no te quiero—

La habitación se quedo en silencio por mis duras palabras hacia mi hermano, quien me miraba incrédulo y dio unos pasos hacia atrás por mi mirada. Él entrecerró los ojos antes de desaparecer con su velocidad.

—Hablare con él— dijo Carlisle con un suspiro, me beso la cabeza y luego desapareció con su velocidad de vampiro.

—Me gusta ese carácter— dijo Emmett sonriendo —Ahora entiendo porque eres la compañera de Jane—

Una risa escapo de mis labios y note varias sonrisas en la habitación por el comentario de mi hermano, inclusiva Rose que intentaba no sonreír.

—Hablando de ella— dijo Alice —Quiere verte, esta afuera de la habitación junto con Alec, pero no entraron para que pudieras estar con nosotros—

—A pesar de que ellos ya son familia— dijo Esme, lo que me hizo sonreír por el comentario de mi madre. Una cosa es que yo lo pensara, pero me alegraba mucho que ella pensara igual y por las reacciones de mi hermanos presentes ellos también lo pensaban a pesar de todo lo que había pasado y eso me hizo sonreír más cuando comprendí que ellos los aceptaron.