-Te quiero princesa mañana si tengo tiempo nos veremos- beso su espalda ya que Cailin no la miraba

-Te veo mañana hermosa- nos besamos y espere a que se subiera en su auto

Al verla ya dentro fui a mi auto sintiendo los sollozos de mi hija.

-Tranquila amor, recuerda que Madison no vive con nosotros- la senté en su silla mientras le explicaba

Le pase su oso para que se calmara un poco.

Cuando estuvimos listo arranque rumbo a la casa.

En ocasiones escuchabas su sollozos y como padre claro que me dolía verla así.

A mitad de camino se quedó dormida de tanto llorar.

Esto era uno de los motivos que no me gustaba que mi hija se encariñara con todo el mundo ya que en el momento de separación siempre es doloroso ya que llora preguntando por esas personas.

Cuando llegue a mi hogar baje a mi princesa dormida.

Procure bajar los documentos que eran importante que firmara para mañana.

-Cailin despierta tengo que ducharte- hable mientras subía las escaleras

Fui primero a mi habitación para dejar mis documentos luego fui hasta su habitación para bañarla.

Busque su pijama favorita y entre al baño.

Me tarde una hora en bañarla, lavarle los dientes, peinar su cabello y dejarla dormida en su cama.

Cerré su puerta con cuidado y fui directo a ducharme.

Al contrario que mi hija mi ducha fue de cinco minutos.

Me lave los dientes rápido y me quede en bóxer.

Tomé los documentos y me senté en la cama para comenzar a firmar los contratos.

Eran demasiados contratos para ser sinceró por lo que espero que las perdidas sean inferiores.

Para mi sorpresa me encontré con un contrato que implicaba un viaje de un mes y yo no lo pensaba hacer.

-Representante de la empresa- leí el lugar en blanco el cual debía llenar

-Mark Smith, vicepresidente- escribí mientras daba mi firma al final

-Perfecto- sonreí

Cuando se entere me matará, pero no quiero estar un mes lejos de mi hija, bueno realmente tampoco quiero estar un mes lejos de mi chica.

Continúe firmando contratos siempre velando por mi bienestar. Al terminar eran las 3 de la mañana así que guardé todo y me acosté a dormir por lo menos dos horas.

A la mañana siguiente me desperté al sentir como una mano húmeda me golpeaba la nariz.

-Dios- hable con dolor

-Lo siento- escuche a mi hija riéndose

-Cailin así no se despierta a la gente- me queje, pero no podía hacer mucho

-No- la vi girar su rostro

Al tomar mi celular eran las 8 de la mañana

-Por el amor a Dios es tarde- salí corriendo de mi cama mientras tomaba a mi hija en brazos

En minutos ya la había bañado.

Yo corría de lado a lado intentando hacer todo rápidamente.

Cailin sorpresivamente mientras le hacia una trenza se quedo quieta.

Tuve que ducharme en un segundo literalmente.

Mr. Alexander BlakeWhere stories live. Discover now