Dieciocho. Sentimientos.

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La llamada a los padres de Raven fue lo mas difícil. Después de que Raven saliera del hospital y se instalara de regreso a casa, llamaron a sus padres para contarles lo que estaba ocurriendo. Jennifer, su madre, se preocupó de tal manera que mencionó que estaba por empacar todo y salir en el primer vuelo a la Gran Manzana. Niall se apresuró a aegurarle a la familia de Raven que esta estaba bien, tenia sus semanas de reposo, además de sus citas al medico para la terapia de su pierna, y tenia a tres amigos que cuidaban de ella. Rose terminó de convencer a sus padres de que su hermanita estaría bien, pero que tenían que llamar durante la semana para avisarles como iba ella.

Una semana después del accidente, el oficial Preston se comunicó con Niall para avisarle que habían conseguido al hombre que huyó de la escena y, iba a necesitar que Raven contará lo que ocurrió de nuevo para dictar la sentencia del hombre. Eso la hacía sentir un poco mal, pero Louis le recordaba lo terrible e ilegal que es huir de una escena, sobre todo cuando se trataba de atropellar a alguien. Recibió una multa baja y pagó por los daños, además de que Louis consiguió que pagara las primeras semanas de terapia de Raven; además de una disculpa por lo ocurrido.

Raven estaba trabajando duro en tomarse sus pastillas a tiempo, asistir a las terapias dos veces por semana y no enloquecer porque no estaba asistiendo al trabajo. James estaba encargado de recibir las ordenes de Raven por correo electrónico o mediante reuniones telefónicas, y esta eran entregadas a los trabajadores en el lugar. Él estaba haciendo un buen trabajo, pero se alegraba de no tener a la chica cerca.

En la segunda semana, Niall parecía contento con la idea de quedarse a cuidar de Raven oficialmente mientras Emily y Louis se encargaban de la supervisión al pie de la letra.

Estaba enfocado en cuidar de Raven, de acompañarla a las terapias y asegurarse de que descansara y mejorara.

Niall era la clase de amigo que haría cualquier cosa por ti con tal de hacerte reír, te recordaba siempre que las cosas iban a mejorar.

Para Raven, descubrir nuevas cosas sobre Niall, mirar lo atento que era, comprensivo y cariñoso, se sentía como un golpe en la cara.

Rose le había dicho hace un tiempo ya, que aún quedaban chicos buenos, chicos que realmente valían la pena, con quién podías sentirte cómoda. Luego de una ruptura desastroza y una relación que no aportó mucho, comenzabas a evaluar tu vida, todo lo que querías cambiar y lo que no, que necesitabas a partir de ahora para intentar minimizar los daños del próximo corazón roto.

Ella estaba empezando a evaluar la escena desde afuera, como otra persona mirando la historia de alguien. Desde Niall siendo un apoyo incondicional desde el momento en el que lo conoció, cuando le ofreció un empleo—que no se trataba de cualquier empleo, pero de la oportunidad de su vida. —

Cada vez que pensaba que Niall no podía ser más increíble, resultaba que la respuesta era incorrecta, él si podía serlo, algo mucho más que increíble.

Era tan raro descubrirte teniendo sentimientos por alguien con quien en un principio dijiste; no ahí no, no lo creo, es imposible.

Pero, ¿Así no era la forma en cómo funcionaba todo esto?

Un día estás sentado y de repente comienzas a pensar en la sonrisa de alguien, en cómo sus ojos se iluminan y cambian un poco de color cuando los rayos del sol los enfocan. En cómo sus brazos se sienten a tu alrededor y como todo es más ligero. Estás flotando en una nube cerca de las estrellas y no quieres bajar.

Era mágico y extraño. Era perfecto y arriesgado.

Era repentino e inexplicable.

- ¿Raven? - la mencionada alzó la mirada encontrándose con los ojos celestes expectantes de Niall. - Oh, ya aterrizó en el planeta tierra- bromeó. Raven le sonrió en forma de disculpa, mientras mentalmente se estaba golpeando. - Estaba preguntando si quieres pizza, ¿o ordenamos otra cosa?

Meet me in the hallway |N.H| #PGP2021Where stories live. Discover now