Treinta y tres. Ponle un precio a la emoción.

230 20 7
                                    



-  ¿En dónde estuviste todo este tiempo? Vi algo que me dijo que merecerías mucho más. Nunca me he sentido tan contenta da haber tomado una decisión.

La mujer rubia, alta, con ondas que caían sobre su hombro izquierdo, un largo vestido rosa y una brillante gargantilla estaba parada en lo que sería un mini balcón con vista a la pista de baile.

Desde su llegada, no habían intercambiado más que miradas. Raven había estado con sus amigos y Niall atendiendo a Janice y cuándo finalmente se había desocupado un poco se dieron cuenta de que eran las 2 de la mañana.

- Así que realmente ¿en dónde estuviste?

Raven evaluó la pista de baile, ahí estaba Niall bailando con Emily una canción de los Bee Gees y no paraban de reír de los movimientos raros que hacía Niall.

Luego miró a la que sería su nueva jefa, una mujer aún joven con demasiado talento y una carrera remarcable en tan poco tiempo.

- Estaba encerrada- le dijo finalmente. Amanda arqueó una ceja. - Supongo que nunca creí en mí misma y luego simplemente permití que me metieran en una jaula, me arrancarán las alas para así evitar mi escape.

>> Yo realmente no sé en qué momento deje de un lado lo que tanto amaba, no sé en qué momento decidí que no ponerme primero era una solución a todo.

Tan pronto como conocí a Niall descubrí que estaba ciega, me volví ciega por mucho tiempo. No quiero estar encerrada nunca más, amo todo sobre mi trabajo, me puse a mí primero y todo a mi alrededor cambió. Él me dió está oportunidad, y ahora yo decidí hacer mucho más con ella.

Amanda sonrió y miró a la pista de baile.

- Puedo verlo, que realmente lo amas. A tu trabajo, y a Niall- palmeó su mano que estaba en la baranda. - Haz creado algo desde el fondo de tu alma, pusiste tú corazón y sentimientos en esto, estoy segura de que él nunca lo olvidará.

Estoy segura de que eso es lo que vi, tus sentimientos plasmados en algo que puede ser tan pequeño e insignificante para unos, pero les da alegría y satisfacción a otros. Viendo todo esto, estoy segura de que estarás bien en París.

Cómo cada vez que la ciudad del amor era mencionada en una conversación, el corazón de Raven decidía correr un par de kilómetros a toda prisa. Era tan emocionante, pero al mismo tiempo le causaba miedo, ansiedad, ver cómo los días avanzaban, las agujas del reloj se movían y su partida estaba mucho más cerca.

Tenía algo de miedo de que Amanda viera al restaurante como algo simple, repetitivo y que su decisión cambiara. Eso en definitiva le hubiese roto el corazón.

- Es mi hora de partir, agradecele a Niall de mi parte- se enderezó y miró directamente a Raven a los ojos. - Felicidades, Raven. Nos veremos en unos días.

Ella salió y Raven solo sintió ansiedad burbujeando desde la boca de su estómago.

- Hola, hermosa, ¿está todo bien? - las suaves manos de Niall se posaron en sus hombros y masajearon un poco la zona cerca de su cuello.

- Si- Raven dió la vuelta para enfrentarlo.

- ¿Dijo algo malo?

- No, no, para nada. Me felicitó, eso es todo.

Niall asintió luciendo convencido a pesar de que notaba todas las emociones peleando en los ojos de ella.

- Quería sacarte a bailar. No hemos bailado aún, ¿Me harías los honores? - él hizo una ligera reverencia.

Meet me in the hallway |N.H| #PGP2021Where stories live. Discover now