TERMINADA
(Historia ganadora a la categoría mas votada en Fanfiction Premios Gemas Pérdidas 2020)
Los Ángeles, 1990.
Niall solo la ve en el pasillo de su edificio todos los días. Ella estaba robando su corazón sin querer.
Raven vive un cuento de amo...
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Lucky Love, 20 de Enero, 1991
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¡Feliz año nuevo!
Happy new year!
Buon anno.
Se decía de tantas maneras en diferentes idiomas y era una celebración tan rara, todos reunidos esperando por el fin de un año, que dependiendo de la perspectiva de cada quién era tan bueno como malo. Todos estaban ansiosos por la entrada del año 1991 al calendario, especialmente Niall Horan, quién durante más de un año había estado trabajando en su nuevo proyecto, un restaurante, uno que prometía traer lo mejor de la gastronomía europea y americana.
Lucky Love.
El cuál con mucho amor y dedicación había sido levantado desde escombros, polvo, telarañas, para pasar a ser un fuerte, hermoso lugar.
El año nuevo iba a traer todas las cosas buenas como las malas, que no quería que llegarán porque sentía que estaban a la vuelta de la esquina.
Ese día Niall disfrutó de un día agradable junto a su novia y la familia de ella, luego se había ido a un club con Raven, Chad y Rose que aún estaban por las nubes.
Niall había pasado gran parte de su noche sintiendo que enloquecía por el vestido blanco de Raven, o por ella en ese vestido blanco. Era un sencillo con un escote en V con tiras que se ataban a su cuello y en la parte de la espalda, era corto y solo era acompañado por accesorios dorados y labial rojo cereza. Había escuchado a Rose mencionando algo acerca del dorado siendo el nuevo negro.
Las primeras en salir a la pista de baile fueron las hermanas Hudson, las luces de la pista de baile jugaban con el vestido de lentejuelas de Rose e iluminaban la piel canela de Raven.
Niall estaba muy seguro de que había encontrado a una chica muy sexy. Siempre que miraba a Raven veía ojos encantadores que lo hechizaban con una voz siempre dulce y tranquila.
Cada vez que ponía sus ojos en ella se sentía de vuelta a la adolescencia con las hormonas encendidas. Quería culpar al alcohol, pero no había excusas para admirar a la diosa que estaba a unos metros de él.
- Hola- no se dió cuenta cuando ambas hermanas volvieron a la mesa y ni siquiera recordaba de que le había estado hablando Chad; no había escuchado nada. - Voy al baño unos segundos, ya regreso- Raven le dejó un beso en la mejilla para después guiñarle un ojo.
Esta noche ella olía a jazmines, era tan dulce y a la vez tan picante, tenía una pizca de inocencia con demasiado conocimiento, ella era fuego y a la vez era un chorro de agua que se precipitaba a apagar el fuego.
Como si el alma de Raven tuviese tentáculo, se vió atraído hacia ella. Se levantó y caminó atravesando el mar de personas de la pista de baile, siguiendo el contoneo sensual de sus caderas; ahí fue cuando supo que lo estaba haciendo a posta.
