Quince. Un chica como ella

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Jason Norris creció en una familia conservadora y muy religiosa. Vivían a una cuadra de los Hudson y siempre veía a las dos chicas que pasaban en bicicleta frente a su ventana.

La menor era la más hermosa, era lo que siempre pensaba. Tenía largas piernas y largo cabello rizado que usualmente se disparaba a todos lados por la brisa.

Él se encontró perdido por Raven Hudson desde una temprana edad y sus padres fueron rápidos en notarlo.

Los Norris y los Hudson comenzaron a pasar tiempo juntos. Navidades, Acción de Gracias, vacaciones de verano. Todo lo hacían juntos, y Jason fue capaz de salir de su zona de timidez para hablarle de sus sentimientos a la chica que le gustaba. Tenía trece, era delgado en comparación a sus demás compañeros era bastante timido y no tan popular, era dedicado a las matemáticas y la ciencia. Raven lo consideraba hermoso, inteligente y su timidez lo hacía querer abrazarlo y cuidarlo.

Jason creció y se convirtió en un hombre seguro de sí mismo, un hombre que comenzaba a tener éxito en el ámbito profesional pero que aún a sus veintitrés años guardaba secretos que ni Raven conocía.

Él deseaba poder ser valiente, deseaba regresar a Los Ángeles y contarle todo, deseaba poder borrar la imagen de Raven llorando o sufriendo por sus decisiones.

Él sabía que, si regresaba, se iba a reencontrar con el drama de una relación no existente, un corazón roto y promesas fallidas.

Sus padres preguntaban todos los días que había ocurrido con Raven, que había salido mal, pero él respondía con un frío y lejano: <<las relaciones se terminan, mamá>> o <<fue una decisión mutua>> porque no podía hablar, no quería hacerlo.

Un día estaba sentando en la cocina desayunando cuando su mamá llegó con una radiante sonrisa. Llevaba un vestido verde que resaltaba el color de sus ojos y el cabello dorado peinado en suaves ondas lo que indicaba que había asistido a la peluquería.

- Me encontré con Jennifer en el salón de belleza- su madre aún tenía un ligero acento ya que nació y creció en Rusia hasta que se mudó con sus padres a los Estados Unidos en dónde dos años después conoció a su ahora esposo y se casaron unos meses después.

- Genial, ¿Cómo están ellos? - Jason la evaluaba de soslayo mientras aún comía su cereal.

- Muy emocionados, no sé si recuerdas que Raven cumple años el veinte de junio- ella lo miró con una de esas sonrisas conocedoras.

- Claro, no podría olvidarlo, aunque quiera- murmuró entre dientes.

- Bueno cariño, estamos invitados- su madre dió una palmada luciendo emocionada. - Ella vendrá a casa ese día y quizás puedan hablar y solucionar las cosas...

- Mamá- Jason se levantó y colocó sus manos en sus hombros delgados, sus ojos reflejaban tristeza. - No va a pasar ¿De acuerdo? Necesito que lo entiendas.

Su madre hizo un mojin con sus labios como una niña pequeña, pero asintió y colocó una mano suave en su mejilla.

- Al menos prométeme que irás.

- No creo que me reciban con bombos y platillos, mamá.

- No seas tonto, iremos, le daremos un lindo regalo y luego puedes regresar a casa si quieres. Solo quiero que salgas de esa habitación y vuelvas a ser mi hijo.

Jason asintió y caminó hacia el lavaplatos para dejar su plato. Los tacones de su madre resonaron en las baldosas mientras se acercaba a él.

- Lo que sea que haya ocurrido, ella te perdonará, al menos deben de intentar ser amigos.

Meet me in the hallway |N.H| #PGP2021Kde žijí příběhy. Začni objevovat