40-Calma Antes De La Tormenta

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La plática con Harry fue completamente diferente a lo que Remus esperaba. Se había encontrado con los chicos en la antigua casa de los Black , en un momento todo estaba bien, pero cuando el tema del embarazo y el ofrecimiento de Remus estuvieron conectados, Harry entendió el propósito verdadero, se insultaron mutuamente y los humos se calentaron demasiado como para hacer que Remus lo atacara.

Remus salió a la calle y comenzó a caminar más por inercia que por sentido, no sabía a dónde se dirigía pero se sentía muy enojado, cuando por fin se detuvo se dio cuenta que estaba en una de esas tabernas a las que acostumbraba ir cuando era más joven y vivía en el mundo muggle.

Después de un rato y una cerveza, el coraje se había desvanecido y con ello un nuevo sentimiento llegaba a invadirlo. Cómo pudo hacerle eso a Harry, atacó al hijo de James, si Sirius o cualquiera de la orden se enterará nadie se lo perdonaría... Harry tenía razón, ningún padre debe dejar su hijo, pero como regresaría con Tonks sin tener algo seguro y debía meditar lo que haría, ya no era un niño y estaba a unos meses de ser padre. Para la mayoría de los magos, los muggles eran demasiado curiosos, incluso entrometidos, éste fue el caso del cantinero que veía las cicatrices de Remus con demasiado detenimiento.
-¡Hey, amigo! -dijo el cantinero sacando a Remus de sus pensamientos- ¿Problemas con la señora?
-¿Mmmh? -Remus vio como apuntaba a su alianza-. No, no, creo más bien que el problema es con mi hijo -no sabía si era por el licor o la adrenalina pero lo soltó sin más.
-¿Qué hizo tu hijo?
-Nada, yo, bueno, no soy nadie y mi hijo, cuando nazca -Remus se señaló de pies a cabeza-. Solo podrá avergonzarse de esto.
-¿Tus padres eran gente importante? -preguntó el cantinero y Remus negó con la cabeza-. ¿Tenían una gran fortuna? -Remus volvió a negar-. ¿Y alguna vez te avergonzaste de ellos?
-Por supuesto que no.
-Amigo, tendrías que ser un padre horrible para hacer que tú hijo se avergüence de ti -el cantinero se alejo para servirle a otro hombre.

Remus regreso a la casa de Tonks, ella no se encontraba ahí ya que estaba con sus padres, entro y examino con detalle todo lo que estaba al rededor, esa casa ya no era segura, cada vez los mortífagos se apoderaban más del control del mundo mágico y del ministerio, y en los registros se encontraban las direcciones de los aurores, él sabia que si algo pasaba tendrían que encontrar un lugar donde esconderse, por lo que una idea surgió en su cabeza, tendría que esperar unos días y lo haría lo más rápido posible, pero todo estaría bien para que solo su familia, si no hasta la familia de su esposa se encontraran a salvo.

Habían pasado cuatro días enteros, y Remus por fin se encontraba en la puerta de los padres de Tonks. La noticia de los nacidos muggles eran cazados, había comenzado a inquietar a todos.

-Remus, querido, no creí volver a verte.

Andrómeda abrazó a Remus y lo hizo pasar, la tensión entre los padres de Tonks y él siempre había sido alta, pero en ese momento Remus sintió que era bienvenido.

-Drómeda, necesito hablar contigo y con Tedd, lo antes posible. No te preocupes por mí que yo estoy bien, y Tonks me imagino que está durmiendo.

-Así es -contesto Tedd asomándose de la puerta de la cocina.

-Me gustaría que ella estuviera presente, pero antes tengo que hablar con ustedes. Sé que todas las disculpas del mundo no serán suficientes para enmendar el daño que mis acciones han provocado y estoy cociente de ellos. Pero no estamos en momentos para actuar como una familia dividida, porque desde el momento que yo me case con Dora, ustedes se han vuelto mi familia...

-Remus, yo te quiero pedir una disculpa -interrumpió Tedd-. Sé que mis acciones han hecho que nos alejemos y ahora, viendo a mi hija tan feliz con su embarazo, pero tan miserable sin ti... me hace reflexionar. Criamos a Dora para que sea la mujer humana y generosa que hoy en día y sé junto a Dromeda que esos valores la llevaron a escoger a un buen compañero de vida.

-Te pido que nos entiendas, ella era nuestra pequeña niña que se tropezaba cada 5 minutos -recordaba nostálgica Andromeda-. Y de un momento a otro ya era auror, esposa y hasta madre, por un momento nuestra sobreprotección nos hizo tomar a todos las decisiones incorrectas, pero yo te conozco, y sé el increíble hombre que eres y el buen padres que serás para tu bebé.

-Yo soy el que les debe todo a ustedes. Mi miedo me llevo a hacer las cosas incorrectas, pero algo les prometo. Yo voy a proteger a esta familia con mi vida. Y a su nieto... a mi bebé no le faltará nada -Remus sonreía y se había acercado a la pareja para estrechar la mano de ellos, pero Tedd lo jalo y le dio un abrazo.

-¿Remus? -decía Tonks perpleja.

-Dora, pero que hermosa estás -decía Remus mientras caminaba a abrazar a su esposa y depositar un beso en sus labios.

-Me estoy inflando más rápido de lo que creí. ¿Pero tú qué estás haciendo aquí? Deberías estar con los chicos.

-Mi lugar esta a tu lado y claro, ayudaré en todo lo que me sea posible, pero ahora necesito comentarle algo a los tres -Remus deposito un tierno beso en los labios de Tonks mientras se sentaban en el sofá más cercano.

En sí el plan era muy fácil, los registros de los nacidos muggle revelarían la dirección de la actual casa de los Tonks y el registro de aurores revelaría la del departamento de Nymphadora, así que Remus les explico que lo mejor seria ocultarse a simple vista; en el mundo muggle.

-No estamos tan seguros de cuanto poder en el mundo muggle tengan los mortífagos, así que no podríamos ir a la casa de mis padres por que sería muy arriesgado, pero mi madre antes de casarse y adoptar el apellido de mi padre tenía una casa, no es muy grande, pero creo que estaremos cómodos. No hay posibilidad de que den con ella, los cambios de propietario y nombre nunca se hicieron, no hay conexión aparente.

Remus explico que los últimos cuatro días había estado acondicionando la casa, con cosas del departamento de Tonks y de su antigua casa muggle, así que podrían ir de inmediato. Luego mientras hacían las maletas Remus le confeso a Tonks que ya había estado trabajando en el cuarto del futuro bebé.


Luna de coloresWhere stories live. Discover now