39-Trato

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Remus iría a ver a Tonks pero primero decidió pasar por el antiguo cuartel de la Orden para dar un vistazo, entrar se encontró con trampas que se habían puesto por si alguien se atrevía a entrar. Remus se paseo por la casa intentando encontrar la templanza para ir a ver a Tonks.
Entró a la habitación de Sirius y vio un álbum de fotos que estaba tirado en un rincón, habían fotos de todos, ahí la nostalgia lo invadió y un nombre cruzo por su cabeza: Harry.
¿Estaría bien? Todos sabían que Dumbledore le dejó una tarea, era un secreto a voces y qué tal si el lo necesitaba, claro era arriesgado pero si moría solo le haría un bien a Tonks, ella podría volver a casarse y tener una vida plena y al niño, bueno, al niño no le daría la odiosa tarea de cargar con un padre que lo avergonzara... Pero cómo se lo diría a Tonks, ella no se merecía nada de lo que está pasando.
-A ver Remus, tienes que hacerla feliz por lo menos toda la tarde y no se te ocurra decir una palabra de lo que en realidad piensas- decía Remus a si mismo frente a un espejo.


Ciertamente Remus se desconocía, para todos Remus nunca perdía la cabeza, era alguien muy correcto y no le haría daño ni a una mosca, sin embargo todo comenzó a cambiar conforme la tensión de la guerra y sus mismos perjuicios se hacían más grandes, él amaba a Tonks eso era lo único seguro para él, pero sabia que el embarazo y su actitud estaban demostrando completamente lo contrario. Ese día antes de que Tonks bajará Remus hablo con sus suegros...

-Yo sé que no están contentos ni a gusto con todo lo que esta pasando, créanme que tampoco yo. No he podido dormir pensando en las consecuencias de mis actos, sé que no me he portado de la mejor manera, pero estoy tratando de remediar mis errores, yo...

-A ver, me gustaría saber como estas haciendo eso- interrumpió el papá de Tonks.

-No podemos seguir tratando a Tonks como una niña, ella es completamente capaz, fuerte y valiente para hacer todo lo que ella quiera, además es lo suficientemente necia para hacer su voluntad, por lo que he decidido irme -Remus sabia el peso de las palabras que acaba de decir-. Yo sé que los chicos tienen una misión que Dumbledore les dio y se han negado a compartir, Harry necesitara ayuda y creo que en algún momento nos podemos encontrar en cierto lugar, por lo que he decidido ofrecerles mi apoyo y ser de ayuda en las situaciones más peligrosas... alguien como yo le será útil.

-¿Ya hablaste con Tonks de esto?- pregunto Andromeda con una mirada que reflejaba preocupación-. No creo que ella este contenta de que te arriesgues de ese modo.

-Si él ya lo decidió, yo lo apoyo. De todas maneras Tonks estará mejor aquí con nosotros.

Remus no dio más explicaciones solo subió las escaleras a donde Tonks y ella estaba dormida, se sentó en la cama junto a ella y puso una mano en su vientre -Perdón- susurro Remus.

-¿Estás aquí o estoy soñando?

-Vine a verte cariño, te extrañaba mucho. Cuéntame, ¿cómo has estado?, ¿cómo te has sentido con eso?

-Esto es nuestro hijo, Remus. Pero bien, tengo muchas nauseas y un asco total al chocolate.

-¿Eso no te lo puedo creer? -Remus deposito un tierno beso en la mejilla de Tonks- ¿Estás segura de que yo soy el padre? -dijo entre risas mientras Tonks le daba un golpe en el pecho.

Remus hizo una mueca de dolor jugando.

-¿Me amas? - dijo Remus tomando las manos de Tonks entre sus manos.

-Estamos casados, Remus. Claro que te amo.

-¿Y sabes que yo te amo?

Tonks dudo un momento, pero finalmente asintió.

-No, no Tonks. No dudes de eso, duda de lo egoísta que puedo ser, de lo mal que me puedo comportar a veces, de que tan bien me salgan las cosas, pero nunca dudes de que te amo. Nunca dudes que tú eres el amor de mi vida.

-Yo lo sé amor, pero a veces puedes ser muy tonto.

-Cariño, necesito hablar contigo acerca de Harry, hay algo, hay algo que tengo que hacer y no estoy muy seguro de que te guste.

Remus explicó todo lo que pasaba, y esperaba que Tonks se creyera que todo era por Harry y no por sus propias inseguridades, pero Tonks a fin de cuentas mujer y auror, sabía lo que de verdad pasaba, con gran tristeza se resigno a que posiblemente esa sería la última vez que vería al padre de su hijo. La tarde y noche continuo sin incidentes, Remus y Tonks trataron de pasar el día como si las cosas afuera y dentro de ellos no se estuvieran derribando, cuando llego la hora de dormir una cosa pasaba por la mente de los dos, ambos se encontraban abrazados, con fuerza como si alguno de los dos se cayera si se soltasen, ambos pensaban en las últimas veces, la última vez que comieron fuera, la última vez que se sentaron a tomar el té, la última vez que salieron a conocer el mundo, el sueño los vencía, pero ninguno quería ceder, querían recordar esa sensación de paz.

-Remus.

-Que pasa Dora.

-Júrame que regresaras...

-Yo no puedo hacer eso, sabes que...

-¡Júrame que regresaras!

-Tranquila, estaré bien y te juro que regresare.

Ambos sabían que esa promesa tenía todas las ganas de ser verdad pero muy poca posibilidad, sin embargo se dieron un infinito beso y se dejaron llevar por el sueño.

A la mañana siguiente, cuando Tonks se despertó Remus ya se había ido y una nota estaba en el mueble:




REGRESARÉ. TE AMO




-R.L

Luna de coloresWhere stories live. Discover now