29-Misión suicida

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El día de regresar a Hogwarts había llegado...
Tonks se levantó muy temprano ese día, estiró su brazo esperando que Remus estuviera a su lado y una vez más sólo encontró el lado vacío de la cama. Cuando tuvo las suficientes motivaciones para levantarse se dirigió a la cocina y al pasar por la puerta de su apartamento logró ver un sobre debajo de la puerta.
-¿Pero qué...?- Tonks se acercó al sobre y al abrirlo de inmediato reconoció la letra -Remus...- con las manos temblorosas logró abrir la carta.

"Querida Dora.
Te amo, eso es lo único que puedo decir por el momento. Eres el amor de mi vida y aunque mis actos digan lo contrario sólo quiero lo mejor para ti. Me enteré de tu misión en Hogwarts, no sabes cuánto me alegro de que tengas éstas misiones, sé muy bien que te encantan... yo no puedo decir lo mismo de la mía. Tengo que infiltrarme a una manada de lobos por varios meses.
No sé si podré regresar, por eso te escribo, para decirte que eres la persona más importante en mi vida y que hasta el último momento estarás presente en mi corazón y en mi mente. Cuídate mucho.
Atte.
R. J. Lupin"

Nymphadora terminó de leer la carta con un nudo en la garganta y los ojos bien abiertos, pensó que Remus tal vez estaría cerca todavía así que son importar su vestimenta salió en busca de él.
No tuvo que buscar demasiado ya que Remus se encontraba literalmente a sus pies al momento en el que ella abrió la puerta.
-¡Remus! -gritó Dora mientras él se paraba del suelo.
Él se tomó unos segundos para verla a los ojos y después suavemente se acercó hasta ella en el suelo para abrazarla con sumo cuidado.
-No podía... No puedo estar sin ti -dijo Remus susurrando en su oido-. Se que soy un cobarde, lamento todo lo que te he hecho, todas las lágrimas que has derramado por mi... Dora, te amo- Remus tomo su rostro y la beso en los labios con el mismo temor que cuando era la primera vez.
Tonks no lo podía creer, si eso que pasaba era un sueño, ella no quería despertar jamás. El beso continuo unos cuantos segundos hasta que Remus soltó un pequeño grito.
-¿Por qué me pellizcas?- Remus se apartaba unos céntimos para poder sobar su costado.
-¡En serio eres tú!- dijo Tonks sonriendo-. Tenía que probarlo. Yo pensé que tú no querías saber nada de mi -dijo agachando la cabeza.
-Por supuesto que soy yo -dijo tomandola de la barbilla para hacer contacto visual-. Ya te expliqué mil veces que no podemos estar juntos y sí, es una tontería porque siempre soy yo él que lo dice y siempre soy yo él que viene a rogarte que me des una oportunidad...
-Ya te lo he dicho muchas veces. A mi no me importa lo que digan o piensen los demás, te quiero en mi vida, Remus.
-Ahora eso está cada vez más lejos... Tengo una misión al igual que tú y no puedo fallar.
-¡Tú misión es suicida! -expreso Tonks al recordar de lo que se trataba-. No puedes, te van a mat... Remus, no eres como ellos.
-No puedo hacer nada, ya le debo mucho a Dumbledore y no puedo fallarle.
-Al diablo con eso, él va a entender -Tonks tomó sus manos entre las suyas-. No puedo imaginar que te pase algo.
-No está a discusión, no puedo estar de mantenido y sin hacer nada -dijo Remus un poco serio-. No quiero discutir, por favor. Lo haré y no hay marcha atrás.
-¡Eres un idiota!- dijo soltando sus manos-. No te das cuenta que no podré vivir sin ti... estarás incomunicado, no sabré nada de ti, ¿y si te pasa algo? ¿y si te descubren?
Remus sonrió sin querer al escuchar la manera en la que ella lo cuidaba -Soy uno de ellos- se acercó para abrazarla-. No me pasará nada y a ti tampoco, todo estará bien...
-¿Lo prometes?- Tonks se separó para verlo a los ojos
-N-No puedo- dijo viendo a otro lado-. Es algo peligroso, no puedo ni quiero dar más esperanzas que las verdaderas.
-Y pretendes que te deje ir así, ¿no?
-Dora- dijo Remus con los brazos cruzados sobre el pecho-. Estoy hablando en serio.
-Yo también, sólo date cuenta que el amor de mi vida viene después de meses de poner distancia entre nosotros para decirme que por su delirio de querer salvar al mundo mágico se irá completamente sólo a quién sabe dónde... Ah y rodeado de personas que son mitad bestia, aún en cuarto menguante.
-A ver, no me vas a hacer cambiar de opinión, no le fallaré a Dumbledore, a la Orden, ni a Sirius.
-¿Pero entonces me fallarás a mí? Remus, no tienes que hacerlo sin pensar, tú no eres así.
-¿Y qué quieres que te diga?- dijo Remus sentándose en el suelo- ¿Qué me muero de miedo? -Remus hacia ademanes de desesperación-. No puedo hacer esto siquiera, no puedo ser la mitad de valiente de lo que era él...
Nymphadora lo supo de inmediato, "él" era Sirius.
-No dije que no seas valiente, eres el hombre más valiente y capaz que he conocido en mi vida -decía Tonks mientras se sentaba a su lado-. Sólo que no tienes que arriesgar tu vida para demostrarlo.
-No hay marcha atrás, esto en verdad es necesario... sólo, sólo quiero que me apoyes- dijo Remus casi suplicando-. Por favor.
-Lo haré - dijo Tonks soltando una bocanada de aire-. Sí eso quieres, lo haré.
-Gracias...
Y Remus la besó de nuevo, cerrando los ojos, disfrutando y tratando de poner toda su atención para poder recordar ese momento, ese momento en el que se sentía feliz, porque ella lo hacía sentirse así: Feliz.

Después de unos minutos Remus vio su reloj sabiendo que no podría prolongar más su despedida.
-Es hora- dijo levantándose del suelo-. Tienes que darte prisa y yo también.
-Remus- Tonks lo imitó y lo miro a los ojos-. Cuídate mucho, por favor.
En ese momento, cuando ella lo miro con completa sinceridad Remus se prometió a sí mismo que sobreviviría de esa misión suicida y regresaría a su lado.
-Lo haré- dijo solemne-. Si no regreso, sé que me matarás.
Y besando su frente con todo el cariño del mundo se despidió, era hora de que los dos enfrentarán sus misiones.

Luna de coloresWhere stories live. Discover now