22-Una vez más

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P.O.V. Remus.
Al principio no entendí porque se estaba enojando así, es decir, yo no quería reclamarle, la cicatriz que ahora carga es mi culpa, causa de mis impulsos y mi falta de control, esto reafirma que soy muy peligroso para ella.
Después de que bajé del autobús me sentía ... me sentía celoso, había llegado a mi límite. Algo un poco estúpido a mi edad.
¿Cómo es posible que la invite a comer? Si, es su compañero, pero eso no le da ningún derecho, No es que yo tenga todo el derecho del mundo, al final no somos nada.
No sabía a donde ir, así que comencé a caminar hasta que llegue a un café, el cual me dio una gran sorpresa al encontrar en su interior una pequeña biblioteca al alcance de los clientes. Por suerte para mi, ese día traía dinero conmigo.
Pedí un té y comencé a leer, no se cómo es que el tiempo duro tan poco ahí, pero cuando termine el libro ya era de noche y casi no había gente en el local.
-Buenas noches - dije amablemente y salí a las bellas calles.
Estaba pensando en todo lo que había ocurrido:
-Encontrar a un hombre lobo, que había sido atacado por el mismo infeliz que yo.
-Pasar la Navidad con Dora. Eso todavía no lo creo.
-Llevar a los chicos de regreso.
-Pelearme con Dora.
Bufé irritado y pensé que lo primero lo tendría que platicar con la Orden, lo segundo era algo que podría pensar todo el día pero por piedad a mis nervios me lo reservaría para la noche.
Llevar a los chicos fue más fácil, tendremos que estar al pendiente de Snape, ya que Harry tendrá clases de Oclumancia con él pero no es algo que no se pueda controlar. Y el tercero, es difícil... tengo la edad suficiente como para no sufrir de ello y sin embargo aquí estoy.
Es increíble la manera en la que me siento ahora, me siento un adolescente, con todo y las estupideces.
Cuando salimos del Colegio los chicos entraron a una Universidad mágica, yo no. El tiempo que pase en el mundo Muggle no fue del todo bueno, hay cosas que nunca podré contarle a Dora, cosas que ni yo mismo quiero recordar.
No sé cuánto más pueda estar en esta situación, la amo, y cada día lo hago más pero soy muy viejo, muy pobre y sobre todo muy peligroso. No quiero que ella piense que me arrepiento de lo que paso entre nosotros, porqué no lo hago sino todo lo contrario, creí que la primera vez no se olvidaba... bueno, Dora a hecho que olvide la mía.
Hay muchos contra en nuestra relación: sus padres no hablan con ella, soy un hombre lobo, soy mayor, etcétera. Se que me estoy portando como un egoísta, se que cuando la beso me estoy ganando el infierno, pero no sé qué hacer, he perdido la cabeza y la he perdido por ella.

Recuerdo cuando todo era más fácil, bueno, realmente nunca fue fácil, la ultima vez que alguien me atrajo... no terminó bien, no se que me hizo pensar que esta vez sería diferente.
El grupo de amistades que tenía cuando estuve en el mundo muggle me decían "grillo", gracias a un personaje ilustrado que en su libro de procedencia era la conciencia de todos, no me incomoda que se me llame así, pero a veces olvidan que no soy todo paciencia y buen comportamiento, a mi también me gusta divertirme, reír y porque no, hasta gritar... ella me devolvió todo eso, cuando estamos juntos, ella me contagia de esa energía que emana desde su interior, de esas ganas de vivir que con sólo sonreír se las contagia a cualquiera, con ella puedo hacer todo lo que yo quiera, me hace sentir de la edad que realmente tengo y no la que aparento.
Mecánicamente llegue a Grimmauld Place, entre y estaba Sirius esperándome.
-¿Qué paso? Quiero que me cuentes todo.
Termine de contarle como había ido todo y me escude para subir a mi habitación, hablar sobre Tonks con Sirius no era fácil para ninguno de los dos, aunque Sirius siempre trataba de ayudarme y hace su mejor esfuerzo.
Sirius y por supuesto Harry son lo único que me queda. Yo lo quiero, con un cariño y amor que se han transformado con el paso de nuestra amistad, el conoce todas mis facetas, con él puedo hablar de los temas de la vida cotidiana o de las teorías del universo.
Cuando lo creí un asesino, me colapse. Todo a mi alrededor lo hizo, a partir de ese momento yo estaba sólo, algo más allá de nuestra confianza se quebró ese día, él creía que yo era un traidor, así que, cuando lo volví a ver como un hombre libre de culpa fue algo muy grato para mi, no volveríamos a ser lo que eramos antes, pero tal vez eso era lo mejor.
Ahora estoy en Grimmauld Place pensando en Nymphadora Tonks, una mujer que conozco desde hace más de lo que quisiera admitir, y me doy cuenta de que estoy enamorado de ella, me siento avergonzado por todo lo que hice, no arrepentido, eso nunca lo estaría.
No debí dejar que mis impulsos me dejarán, no debí dejar que mis sentimientos dominaran, deje que todo juicio moral de mi parte se fuera al caño, mi sentido me abandonó cuando yo más lo necesitaba, ahora tengo que asumir mis consecuencias.
Me cambio y me pongo la pijama, me siento cansado, todo paso muy rápido. Sirius me ha dicho muchas veces que Dora se va a cansar, que un día llegará a su límite por las veces que le he dicho que yo no soy lo que ella se merece.
Tal vez eso sea lo mejor, tal vez es necesario que ella toque el límite, que se canse de mi y por fin consiga a alguien más joven, menos peligroso y porque no... hasta de una mejor posición económica que la mía.
Todo esto será difícil, pero lo más seguro es que conforme el tiempo pase ella continúe su relación con ese tipo...
Yo, pues, las personas como yo en el fondo sabemos que estaremos solos el resto de nuestras vidas.
No se como le diré, es más, no se si podré hacerlo, me siento un cobarde pero es hora de que ella deje de mortificarse por alguien tan insignificante como yo y comience a vivir lo que bien podrían ser sus mejores años.
Lamentando el rumbo que han tomado mis pensamientos me acuesto en la cama y poco a poco dejó que el sueño también me gana.

Luna de coloresWhere stories live. Discover now