Capítulo 48

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Estaba decidida ir a mi habitación para dormir de una vez, pero mi curiosidad fue más grande y gano. Cuando estaba llegando a la puerta de mi habitación volteé a la derecha y me quedo fija en la larga ventana que abarcaba toda la pared. Veía unas pequeñas luces que alumbran un largo camino de piedra que parecía que llevaba algún lugar. No tenía tantas ganas de dormir así que por qué no salir a caminar un rato.

Entro lo más rápido a mi habitación para ir directo a mi equipaje; no iría vestida en vestido ya que el frío que estaba haciendo era bastante.
Tomo un pantalón de tela ancho color azul oscuro junto a una camisa manga larga Blanca y unos tenis blancos, también me llevaría un abrigo color vinotinto acompañado de una bufanda. Cuando ya estaba lista bajo casi corriendo a la planta baja para ir directo a la puerta trasera y salir por allí. Melanie me había mostrado algunas partes de la casa así que ya no me perdia aunque tambien me hacia falta media casa por conocer.

Cuando salgo finalmente al exterior siento como el viento choca contra mi cuerpo y eso de inmediato provoca que me estremeca. Antes de salir me fijé que en el estacionamiento se encontraba la camioneta de Nick pero sabía que Zac aún no había llegado ya que él se había ido en su propio auto y no había visto entrar a nadie.

Luego de la pequeña discusión en la camioneta, no traté de darle importancia aquello aunque era bastante difícil no pesar en eso. Mientras que iba caminando por el camino de piedra iba apreciando la vegetación que lo rodeaba, aunque no se podía apreciar tanto gracias a la poca luz que la iluminaba, el caminó era bastante largo pero a lo lejos ya empezaba ver una gran edificación de un solo piso que tenía una gran iluminación. Decido caminar más deprisa para saber de que se trataba. Cuando ya estaba más cerca me sorprendo al enterarme que eran las caballerizas de la finca.

Eran realmente hermosas toda su arquitectura era rústica y con ciertos acabados victorianos, su tamaño era bastante grade y todo parecia estar muy bien cuidado, tenía todo lo que necesitabas para darle un excelen te cuidado a un caballo. No es que supiera mucho del tema pero algo sabia.

Abro la puerta de metal que permitía que entrara al lugar. Todo lo que veía me parecía increíble. Tenía forma de granero y a dentro podía ver por lo menos unos cinco caballos que estaban organizados en cada caballeriza. Me doy cuenta que en la puerta había una serie de números que parecía que con eso se identificaban o algo así.

Los relichos eran presentes en el lugar, me agobiaba un poco escucharlos, no era que no me gustaran solo que no había tenido la oportunidad de relacionarme con algún equino. Observo a cada uno de los caballos y tres parecían de la misma raza su color era café oscuro con alguna mancha blancas en su frente además su cuerpo era más delgado, mientras que los otros dos eran mucho más grandes y acuerpados, uno de ellos era totalmente negro mientras que el otro era moro aunque tuvieran el mismo tamaño o eso parecía no creí que provinieran de la misma familia.

(Son muy hermosos)(pienso)

Me acerco al caballo de color moro lentamente, pero cuando intento acercar mi mano a su pelaje se sobre salta. Me sorprendo y doy unos pasos hacia atrás rápidamente

-no quería asustarte- le digo.

Sus ojos transmitían angustia, parecía que tenía miedo. Tal vez creía que yo era su enemiga o algo parecido. Luego de unos segundos me doy cuenta de la persona que estaba detrás mío.

-¿quieres montarla?- su voz era varonil.

-dudo que ella quiera que lo haga- hablo y el se acerca a mi.

-dame tu mano- él extiende la suya para que la tomara.

Sin pensarlo hago caso, el toma mi mano con delicadeza y hace que extienda mi palma en dirección al caballo. No sabia lo que quería hacer pero ya lo averiguaria.

Losh Harrison & AsociadosWhere stories live. Discover now