capítulo 34

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Estaba en la puerta principal del restaurante chino, no sabía si esperar a Maylo en la entrada o seguir.

Ingreso al local y echo un vistazo a mi alrededor en busca de Maylo, si es que se encontraba. Luego de unos segundos lo encuentro, estaba sentado en la última mesa que quedaba al fondo del lugar en una esquina, él aún no se había dado cuenta de mi presencia. Me acerco y lo saludo con una gran sonrisa en mi rostro.

-Maylo que gusto volverte a ver- se levanta del asiento y me abraza.

-a mi también Alaia, estas divina-sonrio-sientante-señala la silla al lado de él.

-gracias, tu no estás nada mal- me siento.

En realidad no estaba para nada mal, parece que el salir de la preparatoria le sentó muy bien. Una joven que parecía que tenía mi misma edad se acerca a nuestra mesa para pedir la orden, como siempre pedí mi delicioso arroz chino acompañado de sushi y en cambio Maylo pidió solo sushi y una botella de vino blanco. La mesera escribe nuestros pedidos y se va.

-entonces que es lo que quieres proponerme?- inicio la conversación.

-me gusta, iremos al punto, quiero que corras para mi-lo suelta sin más.

-a que te refieres que corra para ti- pregunto.

-la semana que viene hay una carrera el viernes a la madruga-asiento

-sabes que hace mucho no corro-hablo.

-te vi correr en en la pista y aún lo haces muy bien-hablo.

-las carreras clandestinas ahora no son lo mío-él hace una mueca.

La mesera llega con nuestro pedido en sus manos y los deja en la mesa con cuidado, sirve el vino en las copas y se retira.

-entonces me estás dando un no como respuesta- asiento.

-así es- hablo sincera

-como te sentiste al volver a conducir nuevamente, hace más de 2 años no lo haces-miro pensativa al techo.

-fue muy emocionante no lo voy a negar pero mi vida ya está bien como está, solo quiero dejar eso como un pasa tiempo-él asiente.

-has cambiado mucho, Alaia Losh- toma un poco de vino.

-así es Maylo, pero cuéntame ahora de ti-como un poco de arroz.

-haber luego de salir de la preparatoria empecé a trabajar en el taller de mi padre, con el tiempo nos unimos en sociedad y lo vendimos para poder comprar la pista de autos, y a hora la administro yo, en ese lugar he pasado la mayoría de tiempo de mi vida -asiento.

-podría ser un buen negocios-hablo seria.

-lo es.

-si...

-y cuéntame como están tus hermanas, Ester?.

-ellas muy bien, y sobre Ester manejando un poco su vida, pero ahora esta bien.

-me alegró.

Nos quedamos en silencio durante unas largos minutos, mientras comíamos. Terminamos y el rompe el silencio.

-sabias que cuando estaba en la preparatoria estaba enamorado de ti Alaia Losh- suelta de una.

Tomo un poco de vino para suavizar el comentario, ya que me sorprendí mucho.

-no lo sabía- trato de no darle importancia.

-era muy obvio, pero luego con el tiempo me resigne sabia que nunca iba a tenerte y conocí a alguien, llevo un buen tiempo con ella, su nombre es Luciana-habla con una sonrisa en el rostro.

Losh Harrison & AsociadosWhere stories live. Discover now