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Habían llegado al hotel donde sería el lugar en el que Taehyung y Seokjin pasarían su primera noche de casados.

Caminaron hasta donde se encontraba la recepcionista y el omega pidió las llaves de la habitación.

- ¿Señores Kim? - pregunto la beta y Seokjin solo asintió.

-Felicitaciones- dijo la recepcionista. -Esta es la llave de suite matrimonial, disfruten su estancia.

Ni bien la mujer dejo de hablar y el omega tomo las llaves, Jungkook lo tomo rápido y lo jalo lejos de aquella mujer.

-Jin, espera.

Cuando estuvieron lo suficientemente lejos el alfa hablo.

-Jin, detente.

- ¿detener que, Jungkook? - hablo el omega con la voz rota.

-Se pago con dos días de anticipación. - apunto hacía donde iba a dirigirse.

- ¿Por qué desperdiciarlo? Y de todos modos no puedo regresar a casa-

-Tú puedes irte, si quieres. - Seokjin palmeo suavemente el pecho del alfa.

Después de eso el omega se alejó de él, y sin voltear a verlo se despido.

- ¡Adiós! Puedes irte.

-Jin...- llamo el alfa, pero el omega no se detuvo.

Jungkook no tuvo más opción que seguirlo.

Llegaron a la habitación, el omega abrió la puerta y cuando entro observo todo el lugar con anhelo, se suponía que este sería el día mas feliz de su vida, por fin iba a casarse, y no con cualquiera sino con el alfa de quien pensaba que estaba enamorado, y de quien creyó que lo amaba recíprocamente.

Se reclama mil veces haber sido tonto, ¿cómo es que pudo caer así de fácil? Nunca nadie lo ha querido, ni siendo "bonito" alguien puede amarlo.

Cuando llegaron a la parte donde estaba la cama el omega quedo estático en la puerta por nos segundos.

El lugar estaba hermosamente decorado, la cama tenia pétalos de rosas rojas esparcidos en ella, había dos cajitas blancas, las cuales el omega cogió y rompió al momento en que se acercó a la cama. Liego de es Seokjin subió a la cama para juntar todos esos pétalos y arrojarlos de esta.

Se echo unos segundos hasta que a lo lejos diviso la puerta abierta de la bañera.

La tina también tenía rosas, todo olía muy rico, pero a él esos olores le daban nauseas.

El omega se metió en aquella tina, importándole muy poco si su vestimenta se mojaba, comenzó a arrojar aquellos pétalos de la tina, y junto con ella iba un poco de agua, la bañera estaba completamente un desastre.

Jungkook entro en el lugar y encontró a Jin en una esquina de la tina, con sus piernas pegadas a su pecho, y llorando.

Se acerco y tomo su mano, Jin volteo a verlo, pero ni bien sus miradas chocaron el omega la bajo.

- ¿Lo ves Jungkook? A pesar de que he llegado a ser hermoso... nadie quiere casarse conmigo- dijo el omega más que roto, el alfa en un impulso junto su cabeza con la de Jin y acerco demasiado sus rostros que su labios casi se tocaban, cerro los ojos tratando de clamar a su alfa, le dolía ver a Seokjin en ese estado, llorando por quien no se merecía sus lágrimas, las únicas lagrimas que ese lindo omega debía soltar eran de felicidad.

Inspiro ese dulce aroma, aquella deliciosa mezcla de chocolates y castañas, no solo traían loco a su alfa, sino que, a su parte humana también, todo en Seokjin lo traía loco, el amor que profesaba por el era tan puro, tan único.

Nunca se había sentido de esa manera, quería, quiere y siempre querrá protegerlo de todo este mundo de mierda, un mundo que no merece tener alguien como Seokjin en él, lo único que el quiere en su vida es que ese lindo omega sea feliz y, siempre con una hermosa y sincera sonrisa plasmada en su rostro.

Tanto era el deseo de su felicidad que a veces olvidaba la propia, se repetía mil veces que si Seokjin era feliz el también lo seria, y eso no importaba si dicha felicidad no era compartida con él.

Pero ahora se sentía estúpido, impotente, pues creyó que dejaba a su mundo en buenas manos, creyó que aquel alfa era mejor que él, que gran error fue pensar en eso, que gran error fue pensar que tal omega pudiera pertenecer alguien que no es el, pues muy en el fondo el lo sabía, el destino había cruzado sus caminos para salvarse, el destino ya tenía todo planeado desde aquella vez que cruzo miradas con él.

Solo que Seokjin no se daba cuenta de que él podía hacerlo feliz, no se daba cuenta de que el estaba enamorado de él desde el inicio de todo.

Este mundo había destrozado tanto a este bello ser, que lo hacía creer que el amor ni la felicidad fueron hechas para él, por eso iba de desgracia en desgracia, por eso le sucedió aquello, por eso su padre lo mato aun estando vivo, por eso todos esos alfas le rechazaron, por eso la gente se burlaba de él, y por más que trataba de encajar, no podía, nunca hubo alguien que lo aceptaría tal como es.

El alfa salió de sus pensamiento cuanto sintió la dulce caricia que Jin le regalo, todos esos pensamientos destructivos se borraron cuando los dulces labios del omega tocaron los suyos, pero se retuvo de corresponder y se paró de inmediato.

No quería que Seokjin hiciera aquello porque solo lo veía como una salida a su "maldición".

Quiso alejarse de él, pero Jin fue más rápido y lo cogió de una pierna reteniéndolo, aferrándose a esta como si su vida dependiera de ella.

Jungkook sabía lo que el omega le pedía con aquellos gestos y él también lo quería, pero no de esa manera.

Sus ojos se cristalizaron al notar cuan desesperado estaba Seokjin por no ser rechazado.

-Vas a odiarme por esto mañana Jin. - hablo el alfa, con las justas resistiéndose, pues el omega había comenzado a soltar sus feromonas, rogándole porque lo tome.

-Por favor, Jungkook...

El alfa lo incito a levantarse, el omega actuó tímido y una ves estuvo a su altura no dudo ni un segundo en abrazarlo y esconder su rostro en el cuello del alfa, inhalo esa tranquilizante esencia que el alfa portaba.

Jungkook devolvió el abrazo y estuvieron así por unos minutos hasta que el omega volvió a buscar sus labios, el alfa no era de piedra, por lo que le respondió con mucha pasión, saboreo aquellos deliciosos y carnosos labios, en ese momento eran solo suyos, lo que tanto anhelo, por fin se cumplía.

Se sentía contrariado, no quería que Seokjin se entregara a él por lo que recién acaba de pasar, quería que lo hiciera por amor, pero a la vez no quería dejar pasar su oportunidad, al día siguiente tendría la suficiente voluntad para declararse como se debe, ahora ese aroma lo llama para una sola cosa y era hacer suyo a aquel bello ser.

Jungkook cargo a Seokjin en estilo nupcial, así lo saco de aquella bañera y lo llevo hasta la gran cama matrimonial, lo deposito con mucho cuidado y cuando estuvo por reclamar nuevamente esos deliciosos labios, su conciencia lo golpeo de nuevo, quiso irse, alejarse antes de cometer una locura, pero los sollozos del omega lo detuvieron.
















🦔: 😈🤭, lo prometido es deuda, así que hasta aquí llagan las actualizaciones, bebitxs.

Nos vemos pronto, quzias en otro libro.

Pero si me siento inspirada tendremos más caps de ISOY♡

Cuidense! Besitos! 🥰😘

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I Swear on You ✔Where stories live. Discover now