"She" ※ Michaeng ※

Escapemos

"No importa la distancia, no importa el lugar... No importa el tiempo... Mi corazón te perteneció, te pertenece y te pertenecerá... Siempre" le dije para luego besar sus labios.

Junté mi frente con la de ella y respiré su perfume, traté de meterlo en mi mente, en mi memoria, en ese lugar en donde nadie tendría acceso, solo yo. Nadie podría sacarla de ahí.

Alcé mi mano y acaricié su cabello. Era suave y tan liso que parecía incluso irreal... Pero ella real, ella estaba aquí conmigo, tengo tanta suerte de haber podido sostenerla entre mis brazos.

Mi corazón se desesperaba; siempre lo hacía cada vez que la veía, pero ahora era diferente, estaba desesperada porque la posibilidad de volverla a ver era muy lejana y no quería aceptarlo. Mi corazón se sentía extrañado.

"Es todo tan injusto, yo quiero quedarme, Chaeng, quiero seguir a tu lado..." me dijo mi hermoso ángel.

Estábamos en mi habitación, los hombres habían vaciado su habitación en un abrir y cerrar de ojos, ahora todas sus pertenencias estaban en cajas, fuera del pabellón esperando ser subidas al camión que lo trasladaría. 

Dahyun y Momo se quedaron en su habitación ordenando sus cosas, ahora Dahyun viviría aquí conmigo, solo las dos.

Mina intentó llamar a sus padres para impedir el traslado, pero no le respondieron, intentó hablar incluso con Nayeon, pero tampoco obtuvo respuesta.

El supervisor insistió que la orden había sido aprobada por ambos padres y que la excusa que dio Nayeon fue que "necesitaban pasar tiempo con sus familias antes de volver a irse para vivir la vida universitaria". 

Desde que nos enteramos de aquella noticia, todo parecía haberse detenido para nosotras, sin embargo las horas iban avanzando y cada vez faltaba menos para el medio día.

"Recuerda que voy a luchar por ti, nuestros planes son los mismos, ¿ok?, trataré de ponerme en contacto contigo, seguiremos con nuestras vidas y cuando tengamos dinero suficiente escaparemos y seremos felices juntas..." Tomé sus manos y la miré directo a los ojos.

"Mis planes no cambiarán por nada del mundo Mina, recuerda eso..." Volví a dejarle claro que  ella estará presente en mi vida, sin importar lo que nos depare el futuro.

"Chaeyoung, tengo miedo, ¿Qué tal si dejas de amarme? Yo te necesito" dijo mientras se refugiaba en el hueco de mi cuello y ahí iban otra vez sus lágrimas cayendo.

"Mi amor, me siento tan impotente, no sé que más hacer para evitar esto, perdóname por favor..." le dije también entre lágrimas mientras la apretaba más a mí.

Mi alma se estaba rompiendo al igual que mi corazón.

De pronto escuchamos que alguien llamaba a la puerta.

KNOCK - KNOCK

"¿Chaeyoung?" susurró una voz que reconocí inmediatamente. Era Rosé.

Abrí la puerta y la recibí con un abrazo, ella me abrazó también pero la notaba nerviosa.

"Tenemos que irnos ahora" me dijo mientras saludaba a Mina.

"¿Qué?" solté "Aún no es mediodía" le dije, iba a tratar de tener todo el tiempo que me restaba a lado de Mina.

"Mi padre está entretenido, tenemos que aprovechar esto, al parecer unos cuantos traslados se realizan en estos días..."

Y al escuchar esto, Mina empezó a sollozar más fuerte.

"Oh" dijo Rosé para después quedarse muda.