82.

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Capítulo 82.

Mis padres se marchan a la celebración de cumpleaños que fueron invitados recordándonos que no podemos dormir en la misma habitación.
Lo único que puedo hacer es sonreír y decirles que sí.
Niall por su parte, prácticamente les jura que será así. Me hace reír porque intenta a toda costa caerles bien a mis padres. Lo que él no sabe, es que desde que cruzamos la puerta mi padre ya lo había aceptado.
Mamá me lo dijo cuando estábamos en la cocina. Para él es un poco extraño verme con un chico, pero también sabe que estoy creciendo, que puedo conocer a personas y enamorarme.

-¿Cuando me darás un recorrido por la casa? —Me pregunta divertido.

-Estaba esperando que ellos se fueran. —Admito. —Ven conmigo.

Tomo su mano y mi guío por las escaleras hasta el segundo piso. Mi padre dejó nuestras maletas afueras de las habitaciones, así que primero le enseño la habitación de invitados, donde él dormirá.

-Está será tu habitación. —Le hago saber mientras abro la puerta y dejo que él entre primero.

Él observa. La habitación es simple, bonita pero simple, con solo un cuadro de Van Gogh.

-La noche estrellada. —Me dice.

-Sí. Lo siento es una imitación. —Ambos nos reímos.

-Es una imitación muy buena. Creo que también conseguiré una para mi apartamento en Londres. —Me dice.

-Puedo conseguirte uno, pero debe ser un secreto. —Le digo a modo de broma. —Nuestro proveedor no le gusta ser reconocido.

-Suena muy clandestino.

-Lo es. —Niall se ríe al mismo tiempo que me abraza la cintura y me guía hasta la cama. Ambos caemos sobre ella, él sobre mi cuerpo. —¡Niall! —Me río como una tonta mientras lo abrazo por el cuello.

Niall se ríe otra vez.

-Solo estoy haciendo el control de calidad al colchón. —Me dice y luego busca mis labios.

-Eso suena muy tentador. —Susurro y nos besamos por un breve momento.

-No seas sucia. —Volvemos a sonreír. —Enséñame tu habitación.

-Lo haré si me dejas ir y darme 10 minutos de privacidad.

-¿Quieres que te de tiempo a sacar las fotografías que tienes de mi? —Él alza una ceja y se ríe con burla mientras me hace cosquillas.

-¡Niall, por favor!

-Vamos, llévame.

-No, no quiero. Me da mucha vergüenza.

-Magdalena, llévame. —Su voz se vuelve firme, como si fuera un padre mandón.

-No me siento intimidada.

-Llévame. —Insiste.

Suspiro.

-Está bien. —Termino diciéndole.

Ambos nos levantamos y salimos de la habitación para ir a la mía. Me siento tan avergonzada que él vea las cosas que tengo de él, pero sé que no puedo hacer nada para hacerlo cambiar de parecer.
Así que abro la puerta y dejo que él entre primero.
Una sonrisa se expande por todo su rostro al encontrarse primero con un póster de su mismísimo rostro en la pared.

Él desvía la vista, quizás para no hacerme sentir más avergonzada. El camina más adentro y observa los cuadros con las fotos en collage que tengo desde cuando era pequeña.
Luego su mirada se queda en una de mis repisas, donde tengo más fotografías de él y el grupo. Y también donde tengo una en solitario de Harry.

-Nunca me gustó esa foto. —Dice mientras su dedo índice apunta donde sale él. Era más joven.

Creí que me hablaría de la foto de Harry. ¿Debería sacarla? No lo creo.

-A mi me gusta. —Le hago saber y él sonríe.

-Tenía mucho maquillaje, parecía maniquí.

Ambos nos reímos.

Niall camina hacia mi mesa de estudio donde tengo CD's apilados y libros tanto del instituto como lectura personal.
Sus dedos se pasean por los títulos y lee.

-Una obsesión. —Le dijo cuando nota los CDs de la banda.

-Una obsesión muy bonita. —Me sonríe y luego camina hasta mi cama, él se sienta y me observa. —Ven. —Me pide e inmediatamente siento mi corazón acelerado.

Lo observo a él y luego observo el póster con su fotografía. Mi mente comienza a divagar y me pregunto si esto me está pasando.
¿Como es posible que hace meses atrás solo podía imaginarlo y ahora esta pasando?
Me siento a su lado aún sintiéndome en las nubes. Niall me observa y sonríe con cariño.

-¿No me dirás nada? —Le pregunto.

-Es muy linda tu habitación.

-¿Solo eso? —Él asiente. —¿No me dirás nada por tenerte en toda mi habitación?

-Me encanta que me tengas. —Admite. —Quizás algunas fotos están de más.

-¿Cuál?

-No importa. —Él me besa la mejilla.

-¿La que dices que pareces un maniquí?

Niall se ríe.

-Exactamente.

-A mi me gusta mucho, te ves muy adorable.

-Esta bien. —Responde deslizándose sobre mi cama.

Me acuesto a su lado y nos abrazamos. Su boca busca la mía y nos besamos. Un beso lento al principio, pero luego se transforma en algo más. Su mano desciende por mi estómago y levanta mi camiseta.

-Niall. —Susurro sobre su boca.

-No hay nadie. —Me recuerda y vuelve a besarme.

Me asusta hacer esto aquí, pero dejo que su mano me acaricie el pecho por sobre la tela de mi brasier. Puedo sentir mi pezón endurecido cuando su dedo pulgar lo acaricia suavemente.
Jadeo sobre su boca y siento como mi cuerpo se enciende rápidamente.
Sé que deberíamos detenernos, pero no puedo. Me siento perdida cuando él me toca.

Así que permito que levante mi camiseta y deslice la tela de mi brasier hacia abajo, dejando mi pecho expuesto. Él lo observa y se inclina lentamente para lamer.
Vuelvo a soltar otro jadeo al mismo tiempo que mis ojos se quedan en la fotografía de él en mi pared. Sus ojos azules me observan desde la distancia y estúpidamente me siento cohibida. Debo estar volviéndome loca, al igual cuando siento pasos en el pasillo.

Niall me observa porque él también los escuchó. Joder, que mi padre no haya vuelto. Por favor.

𝐃𝐄 𝐔𝐍 𝐒𝐔𝐄Ñ𝐎 𝐀 𝐋𝐀 𝐑𝐄𝐀𝐋𝐈𝐃𝐀𝐃 - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇 🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora