24: Una fiesta no muy agradable

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Caroline fue la primera en hablar, llevaba días ensayando lo que decir, así que prefería dejarlo salir todo, antes de que la timidez le ganara una vez más.

—Lo siento—dijo finalmente. Alanna la miró sorprendida.

—¿Lo sientes? —preguntó para cerciorarse que no había oído mal. Tras un breve asentimiento por parte de Caroline supo que no se había equivocado—¿Por qué lo sientes?—volvió a preguntar—la que debería estarse disculpando soy yo, fue mi culpa que discutiéramos la ultima vez que hablamos. Tenias toda la razón en decir que me estaba dejando llevar por los comentarios que circulan en mi casa, más aun, por la rivalidad que viene hace generaciones. Me enoje porque tenias toda la razón pero yo no quería reconocerlo. Soy muy orgullosa, pero casi enseguida me di cuenta de que había cometido un error terrible, y no sabía como arreglarlo.

>>Durante las vacaciones no pensé en otra cosa que no fuera hablar contigo y que regresáramos a ser amigas. Puedo tener más amigos, pero tu fuiste la primera, y me duele demasiado verte por los pasillos y no poder sonreírte o saludarte. He extrañado que nos viéramos en la biblioteca para hacer la tarea o estudiar, pero que al final terminamos hablando de cualquier otra cosa. Lo siento mucho Caroline.

Para cuando Alanna termino de hablar ambas eran un mar de lagrimas, Caroline con suerte había podido entender lo ultimó ya que Alanna más que hablar sollozaba. No basto más que una mirada para que ambas se lanzaran a los brazos de la otra y se sumergieran en un abrazo repleto de lagrimas de felicidad. Se dejaron caer en el suelo del salón sin despegarse ni un milímetro.

Cuando se hubieron tranquilizado se separaron y se quedaron mirando con una sonrisa que parecía iluminar todo el lugar. Alanna por fin estaba en paz consigo misma.

—Eres una tonta, lo sabes ¿no? —le dijo Caroline aun sonriendo—golpear a Draco te pudo traer muchos más problemas.

—Lo sé, pero Malfoy se lo merecía.

—Nos criaron con "la pureza de sangre" por delante, Alanna. Desde que tengo memoria he escuchado a mis tíos insultar a otras personas llamándolos sangre sucia o muggles, incluso yo he llamado muggle a modo de insulto. No es algo que se cambie de un día para otro —dijo Caroline mirando fijamente los ojos de Alanna—. Pero me alegro mucho que mi primo tuviera su merecido, te pudo haber traído problemas, pero él se lo merecía.

Alanna le sonrió y la volvió a abrazar, aunque el abrazo no duro mucho porque fueron interrumpidas por un ligero carraspeo.

—Disculpen que las interrumpa—era el chico de Slytherin, quien les hablaba con obvio sarcasmo—, pero quiero terminar el castigo antes del amanecer.

—Si Alex, lo siento.

Caroline se puso de pie y le tendió la mano a Alanna, quien la tomó encantada. Se sentía bien volver a ser así de cercanas, poder tomarse de las manos y abrazarse.

—Dejen que los presente— dijo Caroline—Alanna, él es Alex Selwyn, es de nuestro mismo año— Alanna asintió, sin querer decir que ya lo había visto antes—Alex, ella es Alanna Steel.

—Ahora que ya somos amigos, volvamos al trabajo, y luego hablaremos de lo linda que es la vida—pronunció Alex antes de volver a fregadero y tratar de quitar los restos de una poción a uno de los calderos.

—¿Siempre es así?— preguntó Alanna.

—Usualmente es agradable, pero esta algo molesto por estar aquí—explicó Caroline con un encogimiento de hombros.—Ya se le pasara.

—Uh...¿Por qué están aquí?—Caroline soltó una exhalación.

—Todo Slytherin se enteró de que golpeaste a Draco, él pensaba hablar con su padre al respecto—la respiración de Alanna se detuvo por enésima vez ese día—, pero logre convencerlo de que no lo hiciera (no preguntes como). Estaba segura de que el Profesor Snape te iba a castigar, así que pensé que esta sería el momento ideal para poder hablar en paz (siempre que nos encontramos nos interrumpen)—ambas rieron por eso, recordando la vez que estuvieron frente a frente pero fueron interrumpidas por Cedric—. Le hice una broma a unas niñas de Ravenclaw—continuó Caroline, y si no fuera porque Alanna escucho la seguridad con la que su amiga hablaba no le hubiera creído—Alex me ayudó, aunque me costo algo caro—dijo riendo—, pero valió completamente la pena.

Una ninfa en Hogwarts | Harry PotterWhere stories live. Discover now