Capítulo 14: "¿Amy?"

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   Macarena cerró la carpeta tras haber organizado de nuevo los papeles en su interior

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   Macarena cerró la carpeta tras haber organizado de nuevo los papeles en su interior. Apagó la luz de la linterna y la habitación volvió a sumergirse en la más espesa de las penumbras. Isabel permaneció en silencio, aún asimilando toda aquella situación. Por un momento, su mente corrió por los recuerdos más recientes que albergaba, previos a su desconcertante despertar en aquella oscura y fría habitación de hospital. «¿Qué ocurre Izz?, ¿qué haces despierta a estas horas? Espera, no me lo digas, ¿esas malditas pesadillas otra vez?», resonó aquella familiar y dulce voz en su cabeza.

   —¡Amy! —exclamó Izz inconscientemente.

   —Ya me empezaba a extrañar que no preguntases por ella —respondió Macarena dejando flotar su meliflua voz por la estancia.

   —¿Do... dónde está Amy? —La voz de Isabel se quebró al comprender lo perturbadora que podía llegar ser la respuesta a aquella pregunta.

    —No lo sé —respondió su acompañante.

   —¿De... de qué la conoces? —la interrogó Izz.

   Macarena suspiró y se acomodó en la silla que se hallaba junto a la camilla en la que Isabel se encontraba ahora sentada.

   —Hmmm... antes de responderte a lo que me preguntas, necesito que me aclares una cosa. ¿Sabes realmente quién es Amy? —El tono seco y duro de Macarena desconcertó momentáneamente a Isabel.

   —Por supuesto que sé quién es... ¿Cómo no iba a saberlo? —titubeó la joven.

   —¿Confías en ella?, ¿qué sabes realmente de su pasado? —insistió la mujer.

   —¿A qué viene todo esto? Conozco a Amy desde que éramos niñas. Fuimos mejores amigas desde preescolar y en la universidad hicimos pública nuestra relación como pareja ante nuestros amigos más cercanos. Amy es maestra de educación primaria. ¿A dónde quieres llegar con todo esto, Macarena? —La respiración de Isabel era agitada y su cuerpo temblaba como las hojas de un árbol perenne en otoño a la merced de un viento impetuoso.

   —¡Lo sabía! —masculló Macarena.

   —¡¿Qué es lo que sabes?! ¿Dónde está Amy? —gimió Isabel completamente desquiciada.

   Macarena tomó las manos de Isabel entre las suyas y dirigió su mirada a donde se encontraba la otra joven, a pesar de no poder alcanzar a verla a través de la oscuridad. Isabel intentó retirarse de su cálido gesto de un tirón, pero aún se sentía demasiado débil.

   —Sabía que Amy nos ocultaba algo. Sabía que no supo de ti la primera vez que leyó tu informe. Por eso peleó tanto para que le dieran a ella el caso —razonó Macarena a media voz.

   —¿Se puede saber de qué me estás hablando? —Isabel estaba realmente asustada. A aquella mujer se le había terminado de ir la cabeza por completo.

Títeres De Hilos Invisibles©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora