ᴘᴀᴅʀᴇ ꜱᴏʟᴛᴇʀᴏ

47: Papás.

47

-Pensé mucho, de hecho demasiado en nosotros - la voz saliente del celular en alta voz sonaba en la sala de la casa silenciosa - En como fue y es nuestra relación. Creo que mejoramos mucho si pensamos en el pasado, somos más confidentes, yo te quiero y tú me quieres...

-¿Qué yo qué?

-También nos hacemos favores- ignoro la interrupción - como la otra vez, tu me pediste algo y yo lo hice sin dudarlo...

-Me cobraste.

-El caso es que, no sé, yo solo digo, por la relación que tenemos, por la sangre que nos une...

-Al punto.

-¡Somos hermanos! Y los hermanos se ayudan entre sí.

-¿Qué quieres Sesshomaru? - cansado Inuyasha le pregunto de una vez a su hermano.

-¿Puedes venir a casa y ayudarme con Mizuki?

-No.

-¡Por favor!

-¡Bien! - exclamo Inuyasha rendido - pero si me llega a orinar en la mano o en la cara y si me vomita ¡me limpiaré en ti!

-¿Lo dices por experiencia? - Sesshomaru se carcajeo e Inuyasha corto la llamada empezando a subir las escaleras para prepararse el mismo y a su hijo e ir en ayuda de su hermano mayor.

Había pasado casi un mes desde que Rin había dado a luz a una hermosa niña, replica de Sesshomaru, pelo plata y ojos ámbar, la marca registrada de los Taisho's.

Al parecer a su hermano no le iba tan mal siendo padre primerizo, pero eso era porque Rin e Izayoi estaban con él, pero ahora que ninguna de las dos se encontraban no sabía que hacer con su pequeña hija Mizuki.

Entró a la casa y directamente con su hijo subió al según piso, era guiado por el llanto de la pequeña Taisho. El sonido del llanto lo estremecio, hacía tanto que no escuchaba ese sonido aterrante pero encantador.

-Ya llego por quien llorabas - dio toque a la puerta ya abierta mirando a su hermano tratando de descifrar lo que su hija quería para que dejará de llorar.

-¡Te tardaste!

-¡Amabilidad o me voy! - amenazo Inuyasha. Daichi se lanzo a las piernas de su tío saludándolo, Sesshomaru lo estrecho y se alejo viendo que Inuyasha se acercaba a su hija.

-Okey, toda tuya - intentó escabullirse con Daichi pero la voz de su hermano lo detuvo.

-¡Tu te quedas aquí y aprende! 

A simple vista, se podía decir que Inuyasha era el hermano mayor y Sesshomaru el menor.

Daichi le pidió el celular a su papá y este se lo entrego, el pequeño se sento en la silla mecedora viendo videos dejando a los adultos con sus problemas.

-Hace quince minutos que esta así ¡No sé que quiere! 

-¿Ya comío? - ambos hombres miraban a la pequeña como inspeccionandola.

-Rin le dio el pecho antes de irse y se durmió, despertó y se comportó de lo más bien.

-O sea, quieta.

-Y después empezó a quejarse, intente darle la leche que Rin me dejo pero no quiso y luego siguió y siguió llorando.

-Pregunta seria hermanito - Inuyasha lo miro como viendo a un ser inocente - ¿Cuando tu comes después de cierto tiempo que sigue?

El la extensa mente de Sesshomaru se prendió una lamparita.

- Lo harás tú ¿Cierto?

Y una nueva discusión inicio.