ᴘᴀᴅʀᴇ ꜱᴏʟᴛᴇʀᴏ

36: Ma-ma

36

10 meses

-No lo sueltes-  murmuro Kagome lentamente a Inuyasha.

Kagome tenía sus brazos abiertos mirando fijamente a Daichi quien no paraba de reirse y agitarse en los brazos de su padre.

-Daichi, Daichi, Daichi-  llamaba la atención Kagome chasqueando sus dedos - Cariño - Daichi la miraba sonriente enseñando sus dos dientes de conejo.

-¿Ya? - inseguro pregunto Inuyasha.

-Si...no - Kagome dudaba - Ay no lo sé...

Estaban en la sala, Inuyasha tenía a Daichi y Kagome estaba a un metro de ellos de rodillas, estaban intentando a que Daichi diera sus primeros pasos.

-Dejen de molestar a mi nieto - Izayoi  salió de la cocina con un taper de galletas sentandose en un sofa con el taper entre sus piernas.

-Es que quiero verlo caminar-  infantil dijo Kagome dándose por vencida  bajando sus brazos y poniendose de pie yendo hasta Izayoi.

-Igual yo - coincidió Inuyasha, lo llevo hasta el centro de la sala y lo dejo sentado para que gatee.

Izayoi, Kagome e Inuyasha comían las galletas mientras miraban a Daichi gatear libremente.

-Cuando menos lo esperen, el solito se levantará y...caminará - informo Izayoi - No presionen. Les advierto, una vez que de sus primeros pasos, querran que vuelva a gatear.

°°°
El día soleado, Kagome, Daichi e Inuyasha pasaban el fin de semana en la mansión de éste último.

Inuyasha alterado empezó a gritar.

-¡Cariño! ¡Cariño trae la cámara! 

-¿¡Qué!? - desde la segunda planta Kagome exclamo.

-¡Daichi se paro trae la cámara!

-¡Oh por los dioses! ¡Ahí voy! - de repente los pasos apresurados de Kagome bajando las escaleras se empezó a escuchar - No grites, lo asustaras - reprocho Kagome - detuvo de apoco sus pasos poniéndose del otro lado de Daichi -¿Y ahora?

-No lo sé-  respondió Inuyasha sudando - ¿Acaso tú no tienes ese instinto maternal? 

-¿Y tú instinto paternal dónde quedó? - él se encogió de hombros.

-Baba, baaaa, baabaa - Daichi de pie, giraba su cuerpo en dirección a Inuyasha y luego hacía Kagome.

-Hijo, hijito...quietito - Inuyasha de apoco se acercaba y Daichi retrocedio un pequeño paso.

-Inuyasha quieto - Dijo Kagome-  Llámalo así va hacia ti.

-¡Daichi, ts, ts, ts!

-¿Acaso es un perro?

-Estoy nervioso-  mascullo Inuyasha cerrando sus ojos.

-Daichi, cariño...ven, ven pequeño-  Kagome empezó a llamarlo y Daichi la miro con una mano en su boca.

-ba ba, baaa - empezó a dar pasos cortos y fuertes.

-Inuyasha...¿Estás grabando?  - emocionada murmuro Kagome.

-Sí, si... Sigue llamandolo - eufórico respondió con su celular apuntando a su hijo.

-Cariño, ven cariño...- a cada tres pasos, Kagome retrocedía uno para seguir alargando su caminata.

-Ba, ba ba - Daichi apresuro sus pasos para alcanzarla mientras seguía balbuceando y riendo - ¡Baaaa! - se mostró desesperado cada vez que Kagome retrocedía y no podía alcanzarla.